Su discurso estuvo marcado por el Proyecto de Ley de Modernización Tributaria, que busca legislar en el parlamento, y las cifras proporcionadas por la última encuesta CASEN de las que se valió para justificar las medidas del gobierno.
Miércoles 22 de agosto de 2018
Finalmente cerca de las 21:00, el presidente Sebastián Piñera, vía cadena nacional, buscó dar cuenta de lo que han venido siendo sus cinco meses de gobierno, refiriéndose a una serie de aristas.
Reestructuración de Carabineros y Policía de Investigaciones (PDI), política de migración a la que se refirió como “poner orden en casa”, e igualdad de derechos entre hombres y mujeres, fueron algunos elementos mencionados por el mandatario, haciendo alarde de su palabrerismo. Esto sin mencionar su mensaje de felicidad hacia el crecimiento económico de Chile, en un contexto de guerra comercial entre Estados Unidos y China.
Sin embargo luego de su discurso que dista totalmente de la realidad que vive el pueblo trabajador, pasó de lleno a su discurso demagógico, en el cual prometió todo lo habido y por haber, colocando al centro de su mensaje a la “clase media” y las “pymes”, el último recurso discursivo del derechista liberal promedio.
Es así como entró de lleno a hablar de su famosa Ley de “Modernización Tributaria”, la cual según el mismo presidente magnate, traería consigo un plan integrado, que beneficiaría principalmente a las PYMES por medio de una reducción en los impuestos para esta clase de empresas
Así también manifestó que desde el gobierno se promoverá la inversión, y se fomentará la innovación y el “emprendimiento”. Siguiendo son su discurso, la promoción de las pymes también fue parte de sus palabras, otorgándoles menores tasas de impuestos. El combate a la evasión y la elusión también fueron parte de las promesas.
Otra de las tantas promesas que llamó la tención fue la denominada “Defensoría de los contribuyentes”, para supuestamente evitar actos abusivos en contra de ellos, a la que se refirió previamente a su optimismo frente a la simplificación de la normativa de tributación internacional, justificando la inversión extranjera.
Por último se refirió a los resultados de la última encuesta CASEN, señalando una disminución en la pobreza, sin embargo también tuvo que mencionar también el aumento en la desigualdad.
¿Qué deja este último mensaje de Piñera a cinco meses de segundo gobierno derechista?
Sin duda una de las intenciones de Piñera y la derecha en general es confundir. Hablan de datos y cifras como si se expresaran concretamente en mayores beneficios afectando positivamente la vida del conjunto del pueblo trabajador, sin embargo los despidos, cierres de fábricas y mayor precarización laboral se mantienen. Su línea de “reformas” como el estatuto laboral juvenil, significan derechamente condiciones más indignas para miles de jóvenes sin tener ni educación, salud o vivienda aseguradas, deben trabajar para costear derechos que ni siquiera poseen.
Mientras tanto una casta privilegiada con dietas millonarias dietas, se atribuye días de descanso, haciendo prácticamente borrón y cuenta nueva de los casos de corrupción destapados en PENTA y SQM.
Por el contrario movilizaciones como las del sindicato de trabajadores de FCAB que enfrentan los despidos por parte del empresario Andrónico Luksic, el movimiento de mujeres que se organiza por un aborto legal, libre, seguro y gratuito, o las agrupaciones de de Derechos humanos junto con artistas, muestran que por medio de la organización en las calles y espacios masivos, pueden combatir la desidia y desafección de un régimen sustentado a través una casta privilegiada que defiende sus propios intereses acosta de la vida de miles de familias.
Es claro que el gobierno busca direccionar el malestar social hacia la cocina parlamentaria, sin embargo la misma realidad muestra que la gran transformación de esta sociedad marcada por la dictadura, se encuentra en las calles, desafiando de manera entusiasta a las imposiciones de un gobierno que hasta el momento se ha ubicado frágil, puesto que sabe lo que le podría esperarle ante cualquier paso en falso.