El gobierno muestra este mecanismo de subsidio al empresariado como un beneficio para las y los trabajadores, sin que se les caiga ni un pelo de vergüenza: a todas luces es una forma de garantizar las utilidades de las empresas, evitando que salga del bolsillo del empresario la plata para pagar los sueldos, utilizando recursos estatales y los ahorros del trabajador para cubrir ese gasto.
Lunes 8 de marzo de 2021
Foto: ATON
Al mediodía de ayer Piñera salió en cadena nacional anunciando con gran orgullo a toda la población un paquete de medidas para supuestamente fomentar el empleo, pero sin duda hay que ver la letra chica que todos estos pomposos anuncios del gobierno siempre traen ¿Qué es lo que realmente busca proteger Piñera con este cuantioso fondo extra de platas públicas?
Esta segunda extensión que ayer anunció Piñera va en la misma línea que planteó el ex ministro Briones al momento de plantear la primera extensión de la ley de "protección" del empleo el año pasado: "Queremos aspirar lo más posible a ese vehículo que ha sido tremendamente exitoso para proteger al empleo’’.
Por supuesto que ha sido exitoso, pero no para proteger el trabajo sino para proteger al capital, ya que ha garantizado mantener la relación laboral, pero sin que las empresas gasten un peso en dicha tarea y sean los mismos trabajadores quienes tengan que financiar su sueldo, mediante el seguro de cesantía.
Y ahora más encima el gobierno anuncia como un éxito que les garantizará a las empresas cubrir hasta el 65 % del sueldo bruto de los y las trabajadoras que estando suspendidos, fueron reincorporados a sus labores, es decir, ahora será con plata estatal que se pagaran los sueldos, manteniendo intactas las ganancias de los empresarios.
Piñera plantea que elevara el monto entregado por el programa “Contrata” a un 65% de la remuneración bruta, con un tope de $290 mil mensuales para mujeres, jóvenes y personas con discapacidad. Mientras que para hombres desde 24 años, el subsidio se mantendrá como una bonificación de $250 mil.
Luego de estas declaraciones, consultamos la opinión de Joseffe Cáceres, dirigenta de los funcionarios del ex Pedagógico y candidata constituyente por el distrito 12, quien nos planteó:
"Si sobre todo los grandes empresarios hicieran lo mínimo que es pagar los sueldos de su bolsillo, toda esa plata que ahora les regalará el estado, se podría ocupar en planes de vivienda para mujeres que viven violencia machista y no tienen donde ir". Declaró
Durante la primera fase de postulación por tamaño de empresas que solicitaron acogerse a la normativa, fueron aprox 56 mil MIPYMES y 859 grandes, sin embargo estas últimas son las que mayor cantidad de trabajadores contratan con 115.970 empleados. Nos dicen con descaro que esta iniciativa va dirigida principalmente a las PYMES, a no ser que París o Cencosud, Ripley o Starbucks sean PYMES para el gobierno.
Estas medidas no vienen más que a corroborar algo que la pandemia desnudo totalmente, que el gobierno de Piñera y de la derecha es absolutamente pro empresarial, y como tal, lo primero que hace es proteger a los suyos, que claramente no somos los millones de trabajadores y trabajadoras que día a día echamos a andar el conjunto de la economía del país.
Pero los responsables de esta realidad no vienen solo del gobierno y la derecha, sino también la supuesta “oposición” , como el Frente Amplio y el Partido Comunista, que han votaron las leyes de suspensiones y no buscaron dar ninguna pelea seria para oponerse, aun cuando están a la cabeza de importantes organizaciones como la CUT, Colegio de profesores, gremios de la salud y federaciones estudiantiles. Para que hablar de la DC, el PPD o el PS que le han votado todas las leyes centrales al gobierno.
El primer plan costó casi 12 mil millones de dólares, esta ampliación del plan costaría 415 millones de la moneda norteamericana. Pero como muñeco porfiado, este gobierno criminal vuelve a repetir la misma receta de los 30 años repudiados por todo el pueblo, es decir, financiar a los privados con platas públicas, sinceramente parece un chiste de mal gusto, pero no, es la fría realidad y seguirá ahí hasta que no retomemos la iniciativa, es decir, hasta que no retomemos el camino de la movilización en las calles por nuestras demandas.