Tras las bellas palabras hay un ajuste de conjunto a la educación pública que profundiza la fragmentación social. Propuestas para enfrentarlo.
Martes 12 de septiembre de 2017
Los docentes de la Provincia de Córdoba este miércoles discutirán en asambleas escolares el Proyecto de Ley Plan Maestr@, un intento de reforma educativa de conjunto propuesta por la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE) y los organismos internacionales de crédito, como el Banco Mundial. Esta reforma está impulsada por el Gobierno Nacional de Mauricio Macri y su ex-ministro de educación Esteban Bullrich, y cuenta con el apoyo de la mayoría de los gobernadores provinciales, entre ellos Juan Schiaretti. La reforma de la educación en Neuquén, en el nivel medio de CABA y la que se viene en Córdoba son parte de esta reforma flexibilizadora en educación.
Como sabemos, las propuestas enunciadas en el Plan Maestr@ no son producto del trabajo sistemático del ministerio, sino un esquema comprado afuera, propuesto como necesario a partir de resaltar los defectos del actual sistema educativo.
Los principales puntos del Plan Maestro
Este proyecto plantea el cumplimiento a 10 años de 53 metas centradas en 6 ejes principales (escolaridad obligatoria, innovación y calidad educativa, formación docente, infraestructura y tecnología, educación superior y relación educación y trabajo). Una lectura atenta permite descubrir que la finalidad de ese Plan es avanzar en el ataque contra los docentes aumentando la precarización salarial y laboral, dar continuidad a la acentuación de las diferencias entre los estudiantes de las escuelas estatales y los de escuelas privadas, atar la formación de los estudiantes a los intereses empresariales e instalar un sistema “meritocrático” de premios y castigos para el financiamiento de las instituciones educativas y la percepción del salario docente.
Los tres pilares de la reforma son la flexibilización del trabajo docente, la destrucción de la escuela pública y terminar con la negociación colectiva atando el salario a la productividad (mediante el presentismo, los cursos de perfeccionamiento, etc).
Para el primer punto el macrismo parte de la flexibilidad que se introdujo en la docencia durante el gobierno anterior, con la incorporación de planes socioeducativos (CAJ, CAI, Coros y orquesta, Fines, etc.) y programas provinciales a término (PIT 14/17, Escuelas PRO-A), donde no existe la titularización y los docentes están imposibilitados de lograr la estabilidad en sus puestos de trabajo.
El segundo punto implica que la escuela pública estará orientada a los intereses del mercado reduciendo espacios curriculares, devaluando la formación en ciencias, arte y lenguaje corporal por habilidades útiles para el mercado. En CABA Rodriguez Larreta está proponiendo un secundario cuyo último año consista en que los jóvenes en lugar de estudiar, trabajen como si tuviesen una pasantía. Esto atenta contra la fuente laboral de los docentes que dan clase en el último año del secundario, contra la formación de los chicos, hace que de un año para el otro aparezca una enorme cantidad de horas de trabajo que no hará falta pagar, con el peligro de un crecimiento del desempleo. Este crecimiento del desempleo es la condición fundamental de la reforma laboral y jubilatoria que se intenta aplicar.
Finalmente la evaluación, tanto a las instituciones como a los docentes, premiará las “buenas escuelas” y “buenos docentes” sin importar las condiciones de cada institución. Así la evaluación será el insumo para atar el salario a la “productividad”, eliminando las negociaciones colectivas.
La metas de lograr un “calendario escolar de doscientos (200) días efectivos de clase”, “ampliar el tiempo de trabajo de los docentes frente a los alumnos”, “incrementar las horas de clase efectivas en las aulas” y reducir “el tiempo perdido por causas de ausentismo docente” y por “medidas de acción directa adoptadas por los trabajadores de la educación” habilitan la posibilidad de avanzar sobre los momentos de descanso de los docentes, pudiéndose incluso impulsar jornadas de trabajo los fines de semana y durante el período de vacaciones para recuperar días de clase no trabajados. Eso sin contar lo que implicará para los docentes en términos de defensa de los derechos laborales.
Ver: ¿Trabajar o estudiar? Cinco claves para entender la reforma educativa de Larreta
¿De qué forma el Plan Maestr@ devalúa los títulos de grado y privatiza la carrera y la formación docente?
Una situación similar a la propiciada por la Ley de Educación Superior menemista, la que fuera sostenida durante “la década ganada”, que permitió la devaluación de los títulos de grado para facilitar la privatización de las carreras, especialidades y cursos de posgrado, el Plan Maestr@ apunta a que, por medio de un puntaje acumulativo por capacitación que se traslade al salario, los docentes sean obligados a ser bilingües, a formarse en el uso de Tecnología de la Información y Comunicación (TIC) y a tener un título de Maestría (en profesores de nivel superior) por fuera de los horarios remunerados de trabajo y costeados con sus propios aportes personales.
En ese sentido, la meta de “Crear un nuevo sistema nacional de carrera docente” intenta matar tres pájaros de un tiro: 1) devaluar las competencias del título de grado, 2) reemplazar los convenios colectivos de trabajo (por acuerdos de competitividad basados en el “mérito” individual) y, 3) reformar los Estatutos del Docente.
Ver: Macri: maestro de un plan contra la educación pública
Cómo lo enfrentamos y qué proponemos:
Este miércoles en las asambleas es necesario que se elaboren mandatos para que los docentes decidan el rumbo de la educación. La conducción de UEPC junto a la Lista Pluricolor en la asamblea departamental del 23 de agosto decidieron armar una comisión que empiece a discutir cómo los docentes nos adaptaremos a esta nueva realidad. Nosotros opinamos que esa comisión debe funcionar abierta a toda la comunidad educativa. Caso contrario, no sólo Macri quiere un Plan Maestr@ sin maestros, también la Celeste y la Pluricolor tendrían esa política.
¿Realmente se trata de discutir problemas legales de regulación del trabajo docente? Creemos que de lo que se trata es de juntar la fuerza social necesaria para impedir que avance este plan, que es un plan de conjunto que busca que nos jubilemos a los 70 años, que demos clases hasta los fines de semana, que necesitemos dos cargos y una maestría para llegar a fin de mes. Por eso en cada escuela se tiene que debatir cómo frenar ese ataque.
Necesitamos un gran Congreso Educativo Nacional, donde estudiantes, padres y docentes definan un plan para salir de la crisis. Esta crisis la generaron los gobiernos que defienden los intereses de los grandes empresarios y no tienen por qué pagarla con más horas de trabajo los docentes y los trabajadores en su conjunto.
Proponemos que ningún docente trabaje más de 6 horas por día (4 frente a clase y 2 para planificación, capacitación y correcciones) 5 días por semana percibiendo un salario igual o superior a la canasta familiar.
El Estado nacional, junto con los estados provinciales, debe garantizar el financiamiento necesario para sostener una educación pública de calidad, laica y gratuita que esté al servicio de las necesidades e intereses de los trabajadores.
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