Reservas en rojo. Plan aguantar: el Banco Central restringirá el acceso de dólares a las provincias

En lo que va del año las reservas cayeron US$ 11.787 millones. Mientras el ministro de Economía, Sergio Massa, no logra un alivio claro en China para contener las expectativas devaluatorias hasta las elecciones, y sin novedades de un adelantamiento de fondos del Fondo Monetario Internacional (FMI), el Banco Central determinó que las provincias comiencen a pagar sus deudas con dólares propios. Otro parche para un problema más profundo de salida de dólares, agravado este año por la sequía.

A partir de este viernes, las provincias podrán pagar hasta el 40 % de los vencimientos de deuda que afronten con dólares del Banco Central, y tendrán que buscar financiamiento por el 60 % restante, con una vida promedio del capital, como mínimo, de dos años.

La nueva norma extiende a las provincias un requisito que ya afrontaba el sector privado. Esto no les impidió a las empresas sacar U$S 18.000 millones desde 2019 por esta vía.

La decisión de la autoridad monetaria comprende los vencimientos de capital que correspondan a emisiones de títulos de deuda con registro en el exterior, otros endeudamientos financieros con el exterior y emisiones de títulos de deuda con registro público en el país denominados en moneda extranjera.

Rascando la olla: la deuda global involucrada por las provincias que vence en lo que resta del año sería de U$S 460 millones. En el primer semestre pagaron de capital U$S 315 millones. Se trata de limitar una pequeña fuga comparado con el problema mayúsculo de la pérdida de reservas, pero aún así buscan cerrar más las canillas. Es que la economía está verdaderamente atada con alambres.

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Desde el Gobierno aseguran que la medida busca que "las provincias que tienen dólares usen sus dólares". "Si no tienen los dólares, la Nación se los da, no entran en default", aclararon.

“Esto es porque las provincias se financiaban a través del mercado oficial (MULC) y no querían tocar sus tenencias en dólares, que las tienen en muchos casos”, dice una fuente consultada por el diario Ambito.com.

Es que, así como las empresas buscan acceder a dólares "baratos" (al tipo de cambio oficial, cuya cotización es prácticamente la mitad que el dólar paralelo) adelantando importaciones o pagando deudas en el exterior (muchas veces con empresas del mismo grupo), las provincias también sacan provecho.

De esta forma, el Banco Central busca minimizar la salida de dólares de sus reservas, esperando por otro salvavidas que prorrogue la devaluación hasta después de las elecciones. Todas las variantes del régimen, tanto del oficialismo como de la oposición de Juntos y de Milei, se preparan para aplicar una fuerte devaluación. Mientras, el Central va acelerando las devaluaciones diarias del dólar oficial y subió la tasa de interés a 97 % anual, a tono con las medidas diseñadas por el FMI.

Este año la sequía implicó una caída de U$S 20.000 millones en las exportaciones. Pero el problema no reside en este evento que terminó de desatar la crisis inflacionaria y la corrida al dólar. La escasez recurrente de divisas tiene causas profundas vinculadas con el atraso productivo y la dependencia que sufre el país debido al saqueo de las potencias imperialistas. Por ello, la sangría de dólares no se detiene para financiar importaciones, por los pagos de la deuda (privados y pública), la remisión de utilidades de las grandes empresas extranjeras y las intervenciones en el mercado de cambios que podrían acelerarse si hay nuevas corridas cambiarias.

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