×
×
Red Internacional
lid bot

Sindicalismo de empresa. ”Plan de acción”... ¿por el triple play para Telmex?

En las últimas semanas la dirección del Sindicato de Telefonistas (STRM) ha implementado un "plan de acción" nacional, para presionar a que se le otorgue a Telmex el permiso de ofrecer televisión por cable en el país.

Jueves 14 de abril de 2022

Con mítines en las oficinas centrales de Telmex y en la conferencia matutina de López Obrador, así como con una campaña de firmas en la página change.org, una marcha del Ángel de la Independencia al Monumento a la Revolución y una “iniciativa constitucional” que intentan meter al Congreso de la Unión con 120 mil firmas, la dirección telefonista busca presionar al gobierno y al Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) a otorgar los permisos que la empresa exige, en especial los relacionados con el triple play y las “tarifas de interconexión”.

De acuerdo con el argumento de la dirección sindical para llevar a cabo estas acciones, las finanzas de Telmex se encuentran en estado “crítico” a causa de los candados y sanciones impuestas por el IFT, pero también a causa del “gran peso” del pasivo laboral (pensión jubilatoria) sobre las finanzas de la empresa.

Por ello, según el plan sindical, el objetivo es lograr que las ganancias de la empresa aumenten, ayudándola a ofrecer más servicios y llegando a un acuerdo sobre las pensiones y jubilaciones, para que se cubran también las vacantes acordadas e incumplidas por la patronal.

Sin embargo, las grandes demandas de la base telefonista están ausentes de este enfoque propatronal, que les otorga un carácter secundario y subordinado a los intereses de Telmex.

La dirección sindical no ha orientado una lucha telefonista en contra de las políticas neoliberales que se concentran en la “reforma en telecomunicaciones” y la “separación funcional”, como tampoco ha priorizado garantizar una jubilación digna para las generaciones futuras. Mucho menos la obligación del patrón de cubrir las vacantes detenidas desde el 2020 o lograr arrancarle el reparto de utilidades, que hace años desvía Slim hacia América Móvil.

Como muchos patrones Slim insiste en su "imposibilidad financiera", haciendo creer que los derechos y conquistas laborales dependen del estado económico de las empresas y que por esta razón los trabajadores deberíamos ayudarlas a desarrollarse productiva y económicamente. Una política que en los hechos acata la cúpula sindical y dista mucho de ser clasista.

Desde la privatización de Telmex, las ganancias de Slim lo convirtieron en el multimillonario que es hoy. Su sed de explotación del trabajo ajeno se ha extendido a esta y muchas empresas en México, por lo que entre mayor es la ganancia del burgués más aumenta la precarización del trabajo, como muestra su avance sobre las conquistas telefonistas por un lado y el gran incremento de su fortuna por el otro.

Slim simplemente no resuelve porque sabe que mientras más conquistas y derechos nos dé a los trabajadores, menor será la ganancia capitalista que se embolse. Debido a esta contradicción entre el capital y el trabajo, la tensión en Telmex es constante por la presión entre los intereses de los patrones y las necesidades de la base, en una disputa de intereses antagónicos que solo puede resolverse en el terreno de la lucha en las calles.

Un escenario real de confrontación y movilización que la burocracia telefonista, encabezada por Francisco Hernández Juárez (FHJ), busca a toda costa evitar para proteger las ganancias del patrón y para mantener su “pacto de no agresión” con el gobierno actual; mismo que entre otras cosas no ha resuelto las demandas contra la “separación de Telmex” y la “reforma en telecomunicaciones” de su antecesor Peña Nieto.

La burocracia dirigente del STRM demuestra con esto engañar de nuevo a la base telefonista, haciéndole creer que lucha por sus conquistas y demandas cuando en realidad la lleva detrás de los intereses de Slim como caballo de guerra.

A esto se suma la forma antidemocrática para imponer sus “acuerdos” sobre la base y sus representantes, mediante reuniones y “asambleas” que no respetan los mínimos derechos a la libre expresión, a la libertad de tendencia, a la réplica en los debates, etc.; que solo le sirven a la cúpula sindical como foros donde ellos tienen la primera y última palabra.

Para frenar de una vez y por todas la iniciativa de Telmex por reformar nuevamente las jubilaciones del personal sindicalizado, obligarla a cubrir las vacantes pactadas desde hace dos años y forzarla a repartir sus utilidades desviadas hacia America Movil, la base telefonista requiere organizarse para luchar por su independencia respecto a los intereses del patrón y del gobierno en turno; así como de recuperar la democracia de base en todos los niveles de su estructura y hacer uso de su derecho a huelga. De lo contrario el STRM seguirá siendo usado como el instrumento de un reducido grupo de funcionarios sindicales parasitarios, aliados del patrón y del gobierno en turno para conservar sus privilegios de casta.

Es necesario terminar la tregua que mantiene la cúpula sindical hacia el gobierno de AMLO, dado que este no ha cumplido sus promesas antineoliberales contra las políticas en telecomunicaciones de los gobiernos anteriores. Quien, al igual que en el pasado lo han hecho priístas y panistas, demuestra la misma subordinación política y económica hacia los dictados de las grandes transnacionales y sus gobiernos, como AT&T y el gobierno norteamericano.