Tras reunirse hace pocos días con el embajador estadounidense, y luego con la burocracia sindical oficialista, ayer Daniel Scioli se reunió con los gremios del transporte. A espaldas de los trabajadores, se negocian prebendas y gobernabilidad para pasar el ajuste. La izquierda se prepara para enfrentarlos.
Fernando Scolnik @FernandoScolnik
Viernes 18 de septiembre de 2015
Foto: Télam
A medida que se acerca el traspaso presidencial se acrecientan las reuniones en las cuales se negocia el futuro del país. Si hace unos días Daniel Scioli se reunió con el embajador estadounidense para promover mayores negocios para el capital extranjero, y luego se juntó con la burocracia sindical de la CGT oficialista, ayer tuvo lugar una esperada cita entre el candidato presidencial del Frente para la Victoria y los dirigentes de los gremios del transporte enrolados en la CATT (Confederación Argentina de Trabajadores del Transporte). Entretanto, Scioli ratifica a diario su apoyo a los gobernadores e intendentes “feudales” del peronismo.
Vale recordar que los gremios del transporte vienen acrecentando su rol preponderante dentro del sindicalismo argentino y jugaron un rol decisivo en los últimos paros nacionales, cuyo principal reclamo fue contra el impuesto al salario.
De cara al ajuste que se profundizará después de las elecciones, la gobernabilidad, o paz social, es una preocupación de los candidatos con mayores chances de llegar a la Casa Rosada. Luchas como la de la Línea 60, o la de Cresta Roja, dan cuenta de que los ataques que se profundizarán encontrarán resistencia por parte de los trabajadores. En ese marco, todos los presidenciables buscan tener a la burocracia sindical de aliada para tener un mayor control sobre los sindicatos.
Por su parte, la burocracia sindical quiere “cotizar” su rol de contención a cambio de mantener sus prebendas, entre ellas, el manejo de los millonarios fondos de las obras sociales y que quede intacto el modelo sindical. Los trascendidos respecto de un posible pacto social el año que viene, y las discusiones sobre una eventual reunificación de la CGT, se dan también en este contexto, en el cual está abierta una disputa dentro del sindicalismo por la preponderancia dentro de una eventual central reunificada, y por qué sectores se acomodarán como interlocutores preponderantes con el próximo gobierno.
Por eso había importantes expectativas puestas en la reunión de ayer entre Scioli y los dirigentes de los gremios estratégicos del transporte, con alto poder de fuego. Cabe señalar que la CATT ya se había reunido con Mauricio Macri, Sergio Massa, Margarita Stolbizer y con Jorge Altamira (reunión esta última que generó una polémica dentro del Frente de Izquierda).
De la reunión de ayer participaron, además de Daniel Scioli, el Ministro de Trabajo provincial Oscar Cuartango, el jefe de campaña sciolista Alberto Pérez y el gobernador Sergio Urribarri, mientras que desde el lado sindical estuvieron el Secretario General de la CATT Juan Carlos Schmid, Omar Maturano de La Fraternidad, Roberto Fernández de la UTA, Omar Pérez de Camioneros y Alejandro Kogan de Aeronavegantes, entre otros.
De acuerdo a la Agencia DyN, referentes de la CATT dijeron a la salida de la reunión que estaban “totalmente decepcionados” porque “Scioli nos atendió apenas unos 25 minutos y no escuchamos nada de parte de él. No dijo nada acerca del reparto de fondos de las obras sociales y el aumento de emergencia a los jubilados que venimos reclamando, tampoco habló sobre la inseguridad y de cómo mejorar Ganancias, ni cómo va a hacer para bajar la inflación. Los gremios del transporte no somos enemigos del gobierno, no buscamos puestos políticos y buscamos la unidad del movimiento obrero, además de ser los vasos comunicantes con la producción y la generación de empleos, y sin embargo no tuvimos la debida atención”, se quejaron.
En cambio, desde la agencia estatal Télam optaron por resaltar que hubo “coincidencias en la creación de un Ministerio de Transporte y Logística”, aunque con el límite, señalado por el Secretario General de la CATT Juan Carlos Schmid, de que “en una reunión de una hora no se puede desarrollar todo un programa de gobierno, pero hemos quedado con algunos funcionarios en constituir una mesa de trabajo por la diversidad que tiene nuestro sector”.
Probablemente, continúen los tires y aflojes entre distintos sectores de la burocracia sindical y los candidatos con mayores chances de llegar a la presidencia. Con distintos intereses, buscan negociar gobernabilidad y prebendas, utilizando los intereses de los trabajadores como moneda de cambio.
Mientras tanto, la izquierda y los sectores combativos están en lucha junto a los obreros de Coca Cola que enfrentan despidos, a los de las automotrices que sufren suspensiones o los de LAN que se plantan frente a la persecución sindical, entre otros. Junto al apoyo a todas las luchas, está planteado recuperar las comisiones internas y sindicatos de manos de la burocracia sindical, y prepararse con organizaciones democráticas y combativas, independientes de las distintas variantes patronales, para enfrentar lo que se viene.
Fernando Scolnik
Nacido en Buenos Aires allá por agosto de 1981. Sociólogo - UBA. Militante del Partido de los Trabajadores Socialistas desde 2001.