Durante toda la jornada del pasado Miércoles los ojos de la política estuvieron puestos en la reunión extraordinaria de la Junta Nacional de la Democracia Cristiana que definiría su posición como Partido frente al plebiscito del 04 de Septiembre. En medio del comienzo de las campañas oficiales por las opciones de Apruebo o Rechazo.
Jueves 7 de julio de 2022
Diversos dimes y diretes y sinceración de las posiciones políticas se presentaron durante las últimas semanas desde la DC en medio de la discusión del voto para el plebiscito del 04 de Septiembre.
Abiertamente tanto Yasna Provoste que se posicionó por el Apruebo y Ximena Rincón que se posicionó por el rechazo, declararon las dos grandes alas de este debate al interior de la DC, dos alas que ya se habían enfrentado durante las candidaturas presidenciales de dicho partido durante el año 2021. Esta discusión y decisión, estuvieron cruzadas por la discusión de una “tercera vía”, al igual que expresaron preocupaciones de los sectores de la burguesía chilena en medio de esta coyuntura. Para partidos del régimen como la DC hoy no es un “apruebo o rechazo” a secas, sino que en un “apruebo para reformar” o “rechazo para reformar”. En cuanto al primer punto, este se centra en lograr moderar lo que no está moderado en el actual texto constitucional y el segundo punto es porque ya no se puede hacer como que Chile no cambió luego de la rebelión y deben estar dispuestos a entregar concesiones.
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Respecto a la discusión al interior de la Junta Nacional, quienes iban por el rechazo sabían que serían minoría en la discusión como para ganar el posicionamiento oficial, por lo que abogaron por la “libertad de tendencia” al interior de la DC, para que finalmente se impusiera la línea de Yasna Provoste.
Cabe recordar que el proceso constituyente y el gobierno de Boric cumplieron la misión de vaciar las calles. Luego de la pandemia y la guerra de Ucrania, las perspectivas económicas siguen sombrías al tiempo que sigue aumentando la inflación. La clase dominante busca que los costos los pague el pueblo, lo que requiere mayores ataques a la clase trabajadora y los sectores populares. En medio de esta coyuntura es cuando la clase dominante se abre la pregunta de que si es necesario ir con una Constitución que no es a su medida comparada con la del 80´, por eso es que la tercera vía ya no es solo una posición en general, sino que cada vez más adquiere un carácter de línea política, lo que se vislumbra y que aún está por verse, es de que manera se negociará esa tercera vía, aprobando para reformar o rechazando para reformar. Lo que sí de conjunto, en lo que más hay acuerdos es a moderar lo más posible lo que no lograron moderar en la Convención Constituyente, por lo menos en la línea de Provoste.
Elizabeth Fernández
Profesora
