Este sábado, después del gran triunfo que significó la media sanción de la legalización del aborto, Pan y Rosas realizó un plenario abierto para debatir cómo seguir impulsando esta pelea en la provincia.
Domingo 17 de junio de 2018 13:17
Ayer por la tarde, en el club ACV de la ciudad de Córdoba se desarrolló un plenario de la agrupación Pan y Rosas, impulsada por el PTS y compañeras independientes. Estuvieron presentes estudiantes de nivel secundario, universitario y terciario, trabajadoras de la salud y docentes, que intercambiaron cómo vivieron esta jornada histórica y reflexionaron cómo seguir para conseguir que el Senado apruebe la ley y el aborto legal sea efectivo.
Laura Vilches, legisladora por el PTS-FIT, abrió la discusión planteando que esta pelea viene de décadas, pero que en los últimos años se ve cómo las jóvenes están tomando en sus manos la lucha por sus derechos, algo que se expresó inclusive en los discursos de diputadas y diputados. El impulso del gobierno de Macri a la discusión sobre el aborto, como también la aprobación de la ley, tuvieron una cuota importante de oportunismo político frente a la situación económica desfavorable que vive el país por las políticas del actual gobierno y los anteriores. Esta situación no puede estar desligada de la pelea por la real implementación del aborto legal. “Hay una situación económica muy desfavorable para los trabajadores y las trabajadoras, con una devaluación del peso de 50% en seis meses y con una inflación mucho más alta que los aumentos de salarios. Y se acaba de conocer la letra chica del acuerdo con el FMI, que significa mayores ataques a las condiciones de trabajo y a los jubilados, además de un recorte en el gasto público, es decir en salud y educación, por ejemplo. Entonces, para que nuestros derechos sean efectivos, tenemos que pelear por el acceso a la salud y a la educación y para que los trabajadores y las trabajadoras de educación y salud no tengan salarios de miseria”, planteó la legisladora.
Por otra parte, los partidos del régimen y los medios quieren mostrar que en la votación del jueves hubo unidad entre todos los partidos políticos, incluyendo a la izquierda. Esta operación intenta tapar que Cambiemos, el peronismo y el kirchnerismo votaron el recorte en las jubilaciones en diciembre y muchas otras leyes que impulsó el gobierno de Macri y que la izquierda enfrentó en el Congreso y en las calles. “Entonces, cuando discutimos la pelea de las mujeres por nuestros derechos, tenemos que saber quiénes son aliados y quiénes enemigos. Los trabajadores y las trabajadoras están resistiendo los ataques, como en el Subte o acá en Luz y Fuerza. El patriarcado no se va a caer solo, porque es un sistema de opresión que tiene miles de años. Las mujeres tenemos que unirnos a quienes producen las riquezas de este mundo, que es la clase trabajadora, para tirarlo abajo, junto con el capitalismo. Ahora que estamos más fuerza, tenemos que organizarnos en los lugares de trabajo y de estudio para desplegar esta enorme fuerza para conquistar el derecho al aborto y contra el ajuste”.
Cristina y Amparo, docentes, contaron en base a sus propias experiencias, cómo la Iglesia Católica y la heteronorma impuesta por distintos mecanismos condicionan a las mujeres a una situación de opresión en la que no pueden decidir sobre su propio cuerpo y su sexualidad. “La Iglesia Católica considera que el aborto es un pecado, pero las mujeres abortan igual, inclusive las creyentes, por distintas razones. Con muchos argumentos y paciencia se puede cambiar esa visión”, dijo Cristina. Amparo, por otra parte, explicó que luego de una formación religiosa, “hace ocho años que me reconozco como feminista, avancé mucho en eso, pero ahora me doy cuenta de que si no tenés una organización donde respaldarte, hay peleas que son muy difíciles de dar”.
Una trabajadora de la salud destacó que más allá de que se apruebe la ley, ya hay muchos médicos e incluso instituciones médicas que están anunciando que no realizarán abortos: “Las clínicas privadas salieron a defender sus negocios, porque todo el mundo sabe que en las mismas se realizan abortos encubiertos bajo otro diagnóstico. Esto va de la mano de la Iglesia”. Además, el presupuesto de salud ya es bajo y con el acuerdo con el FMI se recortará aún más. Propuso realizar campañas en los hospitales públicos para discutir estos elementos e impulsar comisiones por el derecho al aborto con trabajadores y trabajadoras de cada lugar de trabajo.
Julia, docente de nivel secundario, agregó que la pelea también hay que darla con las conducciones gremiales, que nunca convocaron a un paro por los derechos de las mujeres, y cuando convoca a paro por las condiciones laborales lo hace sin movilización. “Así como la marea verde sobrepasó al Congreso, tenemos que pensar cómo pasar por encima de las burocracias sindicales para que el paro del 25 sea activo. Este triunfo, en medio de tantos ataques del gobierno a los trabajadores y sectores populares puede cambiar la cabeza de muchas mujeres trabajadoras que vean que luchando se puede ganar y quieran salir a luchar. Las docentes, por ejemplo, se entusiasmaron mucho al ver cómo las jóvenes salían a las calles”, explicó.
Desde la universidad e institutos terciarios, varias estudiantes contaron que, a pesar de que los Centros de Estudiantes tampoco se movilizaron el día de la votación, muchísimos estudiantes se sumaron a propuesta de Pan y Rosas. Propusieron realizar campañas gráficas, tanto en las calles como en las redes, hacia la votación en el Senado y después de que se apruebe la ley, no sólo por el aborto legal, seguro y gratuito sino también por la separación de la Iglesia del Estado.
Con relación a la Iglesia, también se recordó que los mismos sectores que estuvieron contra el aborto legal son los mismos que estuvieron contra el matrimonio igualitario, y los mismos argumentos oscurantistas fueron utilizados por diputados y diputadas. “Las mujeres y la comunidad LGTBI tenemos las mismas demandas por la educación sexual integral y para que haya presupuesto para la salud pública. Y también tenemos los mismos enemigos que son los gobiernos, la Iglesia, la heteronorma”, planteó Gonzalo.
Después de estos intercambios y reflexiones en común, se votaron las propuestas que fueron planteadas a lo largo del plenario:
Sin dudas fue una excelente jornada de reflexión que permitirá aprovechar el impulso del gran movimiento de mujeres para ir por la legalización del aborto, para que este derecho sea efectivo y para que los trabajadores y trabajadoras enfrenten y derroten el ajuste en curso.