El rey de la soja sorprendió con la confesión, pero reconoció que él lo pagará y no quedará en la calle.
Martes 23 de marzo de 2021 12:27
En los últimos días vimos una serie de notas sobre los “empresarios llorones”. Los grandes medios mostraron imágenes conmovedoras (?) de hombres de negocios cansados de los reclamos de sus trabajadores y los sindicatos.
El nuevo capítulo incorporó a una de las estrellas del mundo empresarial. Se trata de Gustavo Grobocopatel, la cara visible de Los Grobo, un grupo económico dedicado a la provisión de servicios para la producción y exportación agroindustrial.
Es uno de los empresarios más millonarios del país, aunque hoy está radicado en el Uruguay. Desde allí lanzó una frase "conmovedora", al referirse a la Ley de Aporte Solidario y Extraordinario de Grandes Fortunas. "La forma de cálculo que hay muchas veces obliga a que tengas que vender parte de tus activos para pagar el impuesto. Es decir, ’yo para pagar el impuesto tengo que vender mi casa’ para decírtelo en términos... Para eso no se hicieron los impuestos. Hay gente que para pagar los impuestos tiene que vender sus activos", explicó el empresario, en diálogo con Radio Con Vos.
La declaración se da en momentos en que algunos empresarios comenzaron a presentar apelaciones para no pagar el tributo. Grobocopatel dijo que él no apelará. Su táctica parece ser la de tocar el corazón de la "opinión púbica" con la “triste” situación en la que se encontrarían algunos de sus amigos. Quizás así logre otros beneficios, como los que viene tomando el Gobierno con las retenciones a distintos cultivos, como los que tienen Los Grobo.
El Aporte Solidario y Extraordinario fue aprobado en diciembre de 2020. El proyecto tardó más de ocho meses en tratarse, a pesar de la necesidad de los recursos. El Gobierno recién habilitó su debate para encubrir el ajuste que traría el Presupuesto 2021 para cumplir con las exigencias del FMI.
Afecta los patrimonios superiores a los 200 millones pesos y tiene como objetivo recaudar 300 mil millones de pesos para volcar a planes productivos y sanitarios. Sin embargo, como denunció la izquierda, casi el 50 % de lo que se recaudará estará destinado a subsidiar el fracking de la actividad petrolera y a sectores empresarios.
Quizá por eso la situación social no ha cambiado desde que se puso en marcha la ley. Los índices de pobreza siguen empeorando.
A pesar de esos límites y de los beneficios que trae a sectores empresarios, a través de las apelaciones y del “llanto” en los medios, muchos de los millonarios de la Argentina siguen evitando pagarlo.
Pobres. No vayan a ser que se queden en la calle como los amigos de Gustavo.
