Según Pía Palacios, directora del Centro de Estudios Socioterritoriales de TECHO-Chile y Fundación Vivienda, la cifra entregada en su último informe corresponde a un “aumento explosivo”, lo que representa un 73,5% más respecto al mismo período del 2019.
Viernes 26 de marzo de 2021
Un estudio entregado este jueves por la fundación TECHO-Chile y Fundación Vivienda develó una alarmante cifra: 81.643 familias en Chile viven en asentamientos, los cuales ascienden a un total de 969 a nivel nacional. Una enorme cifra que, según palabras de Pía Palacios, directora del Centro de Estudios Socioterritoriales de ambas fundaciones, corresponde a un “aumento explosivo”.
Un pico histórico, que se desarrolla luego del estallido social y a propósito de la crisis que se está desarrollando por el mal manejo de la crisis sanitaria. Las razones más reiteradas tienen relación con problemas propios respecto a la vivienda, donde un 50% de las familias declararon que terminaron viviendo en asentamientos debido a las dificultades económicas y laborales. Además, un 40% indicó que antes de vivir en asentamientos vivían como allegados.
En la misma línea, un 93,3% de las familias catastradas indican que su acceso al agua potable es de manera informal o simplemente no tienen acceso al agua. Un 88.9% declara acceder al servicio sanitario de manera informal o declara no tener acceso, sin duda una completa precarización en la vida de miles de familias en el país.
En Antofagasta hay 79 asentamientos, que los componen alrededor de 7.600 familias, de las que el 98% no tiene acceso a agua potable de forma regular, el 91% no cuenta con acceso formal a electricidad y el 96% no cuenta con alcantarillado (datos extraídos de una entrevista del 2020 a Javier Cifuentes, director regional de Antofagasta de TECHO-Chile). Esta situación se explica además por la enorme complicación que tienen las familias para acceder a la vivienda, donde según un estudio elaborado por la Cámara Chilena de la Construcción, una familia en Antofagasta debería ahorrar durante 8 años la totalidad de sus ingresos para poder comprar una vivienda. Sin duda, una atrocidad.
La contradicción más grande es que mientras miles de familias son arrojadas a la precariedad, con bajos sueldos o cesantía que impiden que puedan siquiera pagar un arriendo, mega magnates como Andrónico Luksic, dueño de Antofagasta Minerals, siguen aumentando su fortuna, pasando de 10.800 millones de dólares a 19.800 millones de dólares en plena pandemia, en el caso de este empresario, según datos de la revista Forbes.
Frente a esta enorme crisis, el abogado y candidato a constituyente por la región de Antofagasta, Daniel Vargas, indicó que "no puede ser que más familias estén viviendo estas condiciones, sobre todo ahora en plena pandemia, mientras las grandes inmobiliarias se enriquecen, dándose el lujo de tener departamentos completos sin arrendatarios por los altos costos”.
Vargas afirmó que “para resolver el problema de vivienda de miles de familias, hay que impulsar un plan de viviendas y de emergencia habitacional, junto a un plan de infraestructura y obras públicas, que sea financiado con las riquezas del cobre, el cual, junto a todos los recursos naturales, debe ser recuperado y nacionalizado; además de la implementación de impuestos a los grandes negocios inmobiliarios, siendo clave para garantizar que estén al servicio de las familias trabajadoras y pobres, impulsarlos bajo gestión de los trabajadores, comités de vivienda y organizaciones populares”, finalizó.