×
×
Red Internacional
lid bot

ESPAÑA: ELECCIONES 26J. Podemos, socialdemocracia y desmovilización social

En Chile una parte de la izquierda mira a Podemos. Tras el triunfo del PP y el fracaso de la estrategia de Podemos para llegar al gobierno. ¿En qué se sustenta su moderación de un gobierno “de progreso” con el PSOE? ¿Un ejemplo a seguir?

Miércoles 29 de junio de 2016

Lee más sobre este tema aquí:

Podemos y el fracaso del “sorpasso”

Podemos y la izquierda en Chile ¿Frente Amplio o Frente de independencia de clases?

Socialdemocracia renovada

Esta moderación política es también ideológica y práctica. La “hipótesis populista” de “los de abajo/los de arriba”, la contraposición “pueblo/casta” y la formación de un partido mediático electoral (“maquinaria de guerra electoral) obsesionados con la guerra de posiciones en los marcos del régimen, acompañó un nuevo discurso socialdemócrata, reivindicando su historia, su legado y proponiendo una superación. Buscaba ocupar el viejo espacio político del PSOE, reinventando una nueva socialdemocracia.

Pablo Iglesias, busca renovar una cuarta generación de la socialdemocracia, ocupando su espacio histórico. Considera la primera generación socialdemócrata la de la II Internacional, la segunda generación la socialdemocracia europea y los Estados de bienestar social de la pos-guerra, y la tercera la del giro al neoliberalismo. Para superar éste último, aspira a representar los intereses de una vieja socialdemocracia, de gestión social del capitalismo tipos Estados de Bienestar social, en alianza con el viejo PSOE.

Desvío y desmovilización social

Y en la práctica, se basó en la desmovilización social. Los “movimientos sociales” de los cuales emanó Podemos como expresión distorsionada y de ilusión electoral, fueron y han sido los grandes ausentes de las campañas políticas y de la lucha política de Podemos. Nada de los indignados y la juventud sin futuro, de los trabajadores, sus sindicatos y luchas; de los movimientos estudiantiles, de género, así como de las cuestiones democráticas fundamentales como el derecho a decidir de Cataluña (que ha movilizado millones los últimos años) frente al “españolismo” de unidad nacional del PP-PSOE. Es decir, un partido no de la lucha de clases, sino de las reformas, conciliación y desmovilización social.

Los movimientos sociales (tras importantes luchas del 2011-2013) fueron desviados a ilusiones electorales, más aún promovido por la falsa expectativa de sorpasso. Sobre la desactivación de lo social pudo asentarse una ilusión en la vía electoral como instrumento de resolución de las reivindicaciones planteadas en la calle. Podemos y su ascenso fue un subproducto de este desvío de la calle. Por ello al comienzo tenía que plantear, aunque fuera de un modo parcial, muchas de sus demandas más progresivas, como la de abrir un proceso constituyente, el derecho a decidir de los catalanes unilateralmente, la restructuración de la deuda y el no pago de la considerada “ilegítima” o la nacionalización de algunos sectores estratégicos.

Sin las calles presentes, hay una relación con su lucha política, sus ilusiones y desilusiones, su moderación, giro a derecha y discurso socialdemócrata. Un partido del electoralismo y de la gestión de un capitalismo más “social” junto a un régimen democrático con reformas moderadas.

Así, la juventud, que entre 2011 y 2012 abrió un proceso de movilizaciones, los indignados así como las “mareas” (educación, sanidad, desahucios), las huelgas contra la reforma laboral y luchas de mineros, industrias, fueron desmovilizados y desviados a la confianza en las maniobras electorales y un discurso y programa de conciliación con los capitalistas y el viejo régimen, con el viejo PSOE en un gobierno común.

¿PSOE 2.0?

El PSOE en los 70, ayudado por el Partido Comunista de entonces, buscó la desmovilización de las calles y desvió de lucha de masas contra la dictadura y sus generales muerto Franco, hacia un nuevo régimen basada en un pacto de transición, como en Chile (España, fue modelo en ese sentido). Desde ahí, sus gobiernos “progresistas” y de “cambio” fueron adaptados al neoliberalismo. “Socialismo renovado” se llamó acá.


Pablo Torres

Dirigente nacional del Partido de Trabajadores Revolucionarios (PTR). Autor y editor del libro Rebelión en el Oasis, ensayos sobre la revuelta de octubre de 2019 en Chile, Edición Ideas Socialistas, 2021.

X