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Red Internacional
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Policía remisero asesinó a dos jóvenes a balazos en Sauce Viejo

En las últimas horas del martes, un policía asesinó a balazos a dos jóvenes de 18 y 23 años en medio de un intento de asalto con su arma reglamentaria.

Viernes 21 de agosto de 2020 09:39

En las últimas horas de la noche, en calle 8 entre 19 y 21 en barrio Villa Adelina de la localidad de Sauce Viejo, un remisero que también es policía en actividad, fusiló a tiros a dos jóvenes en medio de un intento de asalto con su arma reglamentaria. Según los medios locales, es un policía de la provincia de Santa Fe que, a su vez, trabaja al volante en uno de los coches de la Remisería Luján de Santo tomé y es personal de la comisaría 26 de Villa Gobernador Gálvez.

Por orden de la fiscal de turno, el efectivo policial quedó detenido y le secuestraron su arma reglamentaria.

Este jueves por la mañana se realizó una audiencia imputativa en los tribunales de la ciudad de Santa Fe, donde Franco Santiago Rolón, fue formalmente imputado de doble homicidio calificado (por el uso de arma de fuego) y continuará en prisión.
Así lo hizo saber el propio fiscal de la causa, Andrés Marchi, en diálogo con los medios locales al término de la audiencia realizada en los Tribunales.

Violencia policial

Según registros del observatorio Social Antirrepresivo de La Izquierda Diario, el aumento sideral de casos de abuso policial y gatillo fácil incrementó las cifras de víctimas por día desde lo que va en la cuarentena, se estiman 1 muerte en manos de la policía cada 48 hs en nuestro país. Desde el 20 de marzo se registraron, al menos 67 muertes a manos de policías y fuerzas de seguridad penitenciarias bajo diferentes modalidades: gatillo fácil, torturas y represiones. Además de muertes violentas en lugares de encierro como comisarias y cárceles. O por “violar” la cuarentena.

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Informe: las fuerzas represivas del Estado mataron a una persona cada dos días en cuarentena Desde el Observatorio Social Antirrepresivo de @izquierdadiario relevamos diversas fuentes y concluimos en que, desde el 20 de marzo, de mínima han sido asesinadas 67 personas por gatillo fácil u otras formas de violencia policial y penitenciaria. La mitad, 33 en territorio bonaerense. (Lee más en @izquierdadiario) En este contexto, y pese a la abrupta baja de la circulación de personas por las calles y rutas del país, la cuarentena en Argentina no significó un descenso de la violencia estatal y el gatillo fácil. Por el contrario, no hacen más que envalentonar a los represores estructurales, con las violentas consecuencias que eso tiene Las más de 100.000 detenciones producidas hasta el momento por violar la cuarentena, no hizo más que profundizar la sobrepoblación y el hacinamiento en comisarías y otros sitios de encierro, trasladando allí a una nueva masa de jóvenes, trabajadoras y trabajadores que, por hambre o necesidad, tuvieron que salir a la calle pese a semejante situación Este Observatorio puede confirmar que desde el 20 de marzo se registraron, en todo el país, al menos 67 muertes a manos de policías y fuerzas de “seguridad” (provinciales y federales) y penitenciarias, bajo diferentes modalidades: gatillo fácil, torturas y asesinatos en situaciones represivas y muertes violentas en lugares de encierro. Se trata de una muerte cada 48 horas. De ese número, la mitad (33) son hechos producidos en territorio bonaerense. Si a esos casos se agregan la desaparición de Facundo Astudillo Castro (con la Bonaerense como principal sospechosa) y cientos de hechos en los que el desenlace no fue la muerte pero sí graves heridas, tormentos físicos y psicológicos y demás consecuencias denunciadas por las víctimas, sus familiares u organismos de derechos humanos, la cifra de situaciones flagrantes de extrema violencia policial y penitenciaria se hace incalculable. Seguiremos en busca de la verdad, en busca de cada joven desaparecido por las fuerzas del Estado. Seguiremos dándole batalla a estos represores, asesinos y torturadores para que no quede ningún crimen impune

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Ninguna de estas cifras espeluznantes es casual. El envalentonamiento de las fuerzas represivas y la escalada de violencia y abuso policial, responde a una institución históricamente creada para reprimir al pueblo trabajador y a la juventud, a los sectores sociales más golpeados por la crisis social que agudizó la pandemia del coronavirus, y la excusa perfecta del estado para sacar las fuerzas represivas a la calle como parte de sus políticas públicas de control contra los jóvenes y laburantes.

Seguiremos denunciando y luchando por todas las victimas de gatillo fácil, exigiendo verdad y justicia. Por Facundo Castro, Blas Correa y todas las victimas junto a sus familiares.