No es extraño ver a candidatos electorales a hablar de “drogadicción, delincuencia, indigencia” como aspectos centrales de sus programas de “seguridad” que busca empalmar con la ciudadanía votante. En este artículo de opinión debatiremos con las soluciones que presentan estas corrientes políticas ¿Qué discurso se fomenta? ¿Hay solución próxima a estos problemas?
Domingo 8 de agosto de 2021
El otro día subí a mis redes un video en discusión con una publicación del concejal por Arica Cristian Rodríguez (Independiente con el Partido Liberal), en la cual declaraba que había que sacar a las personas en situación de calle que actualmente acampan en plazas y otros espacios públicos. Hay muchas miserias que se arrastran de la mano de la falta de recursos, adicciones, desempleo, entre otras cosas; sin embargo, es muy problemático que en general la solución se base en la exclusión de estos y otros sectores poblacionales de los cuales el Estado no se hace cargo.
MÁNDENME FOTOS DE LAS CARPAS Y COLCHONES QUE SE HAN TOMADO LOS PARQUES Y LUGARES PÚBLICOS EN ARICA!!!
El martes tenemos concejo Municipal y le pediré al alcalde haga su trabajo y les de prioridad.
Los vecinos no pueden pagar los platos rotos de esta pandemia. En Fase 3 se les puede pedir su retiro!!!...Es inaceptable tengamos los parques convertidos en baños y fiestas hasta altas horas de la noche, el consumo de alchol y droga es prácticamente normal.
Arica más limpia y segura🥰.
Quiero tomar de ejemplo esta publicación para problematizar, pero es preciso decir que no es solo Rodríguez quien hace estos planteamientos, sino también los partidos de derecha y corrientes más tradicionales, incluyendo al reformismo (FA-PC- Ex-Concertación) que no busca llegar a las causas de la desigualdad.
En los comentarios seguidos de la publicación, prima la conclusión de que la única solución es “sacar a la gente”, y es que toda política segregacionista refuerza un sentido común pegado a la xenofobia y la estigmatización de la pobreza, estos forman parte de una violencia que si no fuera por las redes sociales, muchas veces pasaría desapercibida. Basta ver el actuar de los municipios como el de Antofagasta que en un absurdo “plan de limpieza” se va directo contra las y los vendedores ambulantes, quienes en gran parte esperan aún la entrega de sus permisos.
Para abordar esta discusión el sentido común es un concepto clave, y en este artículo lo abordaremos como un aspecto espontáneo de nuestras opiniones cotidianas, nunca ajeno de ideologías y que es parte de la batalla entre concepciones de mundo que hacen también la construcción valórica. En este terreno las y los marxistas revolucionarios aspiramos a reforzar las opiniones progresistas (anti-hegemónicas) y combatir las reaccionarias que se traducen generalmente en punitivismo y marginación.
De donde viene la política de exclusión:
Los trabajadores en el modelo neoliberal (capitalismo desarrollado) son tratados como recursos, esta violencia de ricos se desarrolla a puertas cerradas de las oficinas de recursos humanos en las empresas, las mismas que triplicaron sus utilidades durante la pandemia; es la violencia de los que quieren reducir el salario y seguir privatizando la vida. Son en última instancia los intereses de la burguesía por amasar fortuna contra los intereses de los trabajadores, que solo buscan una vida normal.
En estos marcos, hay distintos niveles de marginación que hacen la división del trabajo y del conjunto de los explotados, impactando en el nivel de organización que puede adquirir la clase trabajadora para la conquista de sus demandas. El fin de esta división es sacar provecho del trabajo irregular y ahorrarse el pago de derechos, en otras palabras, hacer de algunos sectores sociales una provechosa mano de obra barata.
Para mantener la estructura sobre las bases dichas anteriormente, la clase dominante busca por todas las vías llegar a las conciencias de las masas y ser su “presión por derecha”. Un ejemplo de esto son los medios de comunicación que llegan a toda hora a millones de casas de familias trabajadoras. Mensajes como "Esquizofrénicos atemorizan al barrio" (Matinal: La mañana en Chilevisión- 20 de mayo) abundan en matinales, titulares en la prensa escrita, publicidad comercial, etc.
En el aspecto económico esta división determina distintos tipos de contratos y oportunidades, vale decir, una persona migrante a la espera de la regularización de sus papeles se ve en la obligación de trabajar sin seguro de vida, sin vacaciones y sin el derecho a organizarse sindicalmente, lo que inmediatamente los deja fuera de toda posibilidad de lucha colectiva.
Por un partido revolucionario contra el capitalismo en su conjunto: Medidas inmediatas contra toda marginación
El reformismo (PC-FA y variantes de derecha) busca parches, remiendos para el capitalismo combatiendo los efectos “no deseados” del sistema pero no sus causas, limitando la lucha a lo inmediato y puntual y no a la totalidad del problema: la enorme desigualdad social a la que lleva el capitalismo. Vale decir que sólo unas decenas de personas acumulan la mitad de todos los recursos globales, es por esto que la burguesía es sustancialmente una clase corrupta, ya que es la vía para controlar todas las formas de riqueza sin regulaciones y por sobre las normas legales, cuyo peso no supera las multas.
Las y los revolucionarios nos ubicamos en este contexto con una perspectiva de organizarnos contra el modelo capitalista y contra toda política o discurso de exclusión, ya que estos sostienen la división de la clase trabajadora. Para dar esa batalla y que no hagan política por nosotrxs, es necesario tener nuestras propias organizaciones políticas independientes de los partidos tradicionales y empresariales.
En ese camino es que planteamos un impuesto extraordinario a las fortunas de Chile para la financiar medidas urgentes contra todo tipo de exclusión y marginación, es decir, igualdad plena e inmediata de derechos laborales, planes de contratación masiva y reducción de la jornada laboral para el reparto entre ocupados y desocupados; salario mínimo de $500 mil acorde a la canasta familiar; ciudadanía a toda persona que lo requiera y casas de acogida inmediatas para quienes hoy se encuentran en situación de calle y/o hacinamiento. Fin a las medidas represivas contra las y los vendedores ambulantes, artistas callejeros y otros que se sostengan de manera informal.
La aplicación de estas medidas no solo es en función de que se cumplan los derechos básicos elementales de cada quien, sino que establecen parte de un programa cuyo fin es la unidad de la clase obrera y el conjunto de los explotados contra los grandes capitalistas, por batallas comunes y por la conquista de su propia organización independiente a los partidos tradicionales y a los empresarios.