×
×
Red Internacional
lid bot

Mendoza. Por Héctor Aldo Fagetti Gallego y todos los compañeros

Al fin, parece que ha quedado conformado el Tribunal Oral Federal 2 que llevará a cabo el segundo juicio por delitos de lesa humanidad en la Ciudad de San Rafael, Mendoza. El mismo lugar donde en julio del 2010 se inició el primer juicio de la provincia, que abrió un largo camino de instrucción para este segundo Juicio.

Viernes 26 de septiembre de 2014

Hoy pesa una prisión preventiva sobre casi treinta acusados que finaliza el 22 de noviembre, lo que significa una fuerte preocupación para los militantes de derechos humanos de que no se revierta esta situación y poder llegar así al debate oral, con todo el esfuerzo, búsqueda, recompensas y cuidados que esto significó.

Entre los detenidos se encuentra el ex capitán del ejército Luis Alberto Stuhldreher, ex intendente de facto de San Rafael, donde montó en el edificio de la intendencia un centro de torturas. Ya bajo gobierno democrático fue funcionario del gobierno de Julio Cobos. Fuertemente comprometido con detenciones, torturas y desapariciones entre los cuales se halla la detención y posterior asesinato, del hoy desaparecido Héctor Aldo Fagetti Gallego, quien fuera detenido el 25 de febrero de 1976 y desaparecido el 10 de marzo 1976, antes del Golpe Militar del 24 de marzo.

Stuhldreher está procesado por tormento agravado en nueve casos: Humberto Roca, Luis Enrique Barahona, Luis Abelardo Berón, Juan Carlos Berón, Jorge Valentín Berón, Diego Pousadela, Roberto Flores, Germán Ríos, Hugo Adelmo Riera, todos en concurso real con los de privación ilegítima de la libertad agravada en once hechos como son las desapariciones de Héctor A. Fagetti (caso que valió el pedido de detención de la ex presidente María Estela Martínez de Perón y su gabinete), Francisco Tripiana, Pascual Sandoval, José Guillermo Berón, Roberto Osorio, Marta A. Guerrero, José Ortemberg, Rolando Gastón Berohiza, Omar Ozán, Ricardo Ríos y Rosa Luna.

Justicia por Héctor Aldo Fagetti Gallego

Ningún compañero detenido desaparecido es más que nadie, no hace falta aclararlo, pero quienes fuimos sus amigos y compañeros de la escuela secundaria, no hemos escatimado esfuerzos en conseguir justicia por Aldo Fagetti.

Aldo era estudiante y trabajaba en la Dirección de Rentas de la Provincia de Mendoza al momento de su secuestro. Solidario como pocos, formado con brillantez al lado de Tosco cuando intentó empezar su carrera universitaria en la ciudad de Córdoba. A la muerte de su padre volvió a su natal General Alvear, se casó y con un bebé de meses reinició sus estudios en San Rafael. Llamativamente ingresa a la Dirección de Rentas de la Provincia, delegación San Rafael por resolución del gobernador Alberto Martínez Bacca (ex gobernador de Mendoza electo en 1973), exactamente el mismo día y por la misma resolución que su “compañero de tarea” Osvaldo Montesino, quien está en la lista del batallón 601 del cuál Stuhdreher era precisamente Jefe de Inteligencia.

Martinez Bacca era el gobernador peronista en el año 1974 que posteriormente fue destituido por un interventor militar el día del golpe militar y detenido en San Rafael, de donde también desaparece el empleado de su farmacia.

Enorme estupor nos causó la publicación de la lista del batallón 601 con asiento en San Rafael, donde además de Montesino, figuran dos decenas de “buenos y reconocidos vecinos de esta ciudad”.

Con el hijo de Aldo realizamos distintas gestiones ante el gobierno provincial para que reconozcan a su padre como empleado desaparecido de esta repartición exigiendo el debido sumario para Montesino. Nunca tuvimos una respuesta. Pero Montesino se jubiló con honores y con un aumento de clase meses antes, terminando su "carrera" como inspector.

No perdonamos, no nos reconciliamos, exigimos justicia y también por ellos seguimos militando

En nuestro largo camino de la militancia por nuestros compañeros detenidos, torturados, asesinados y desaparecidos hemos tenido millones de sorpresas, pero pocas tan claras y concretas como esta. Por eso la desaparición de Aldo y la condena de sus asesinos no es un juicio más: desde su primer día de trabajo (en reconocimiento a su militancia en la Juventud Peronista) le sentaron en el mismo escritorio a su vigilante.

A Aldo se lo tragó la tierra después de aquél 10 de marzo de 1976, donde en su cautiverio pudo tener a su pequeño hijo en brazos y regalarle un autito de latitas que había logrado fabricar. Mientras tanto Montesino vive y camina orgulloso en su ciudad,con una jubilación de alto monto.

Pero aquellos compañeros que dieron su vida por un cambio real y profundo, que la dictadura pretendió tapar con tierra y miedo hoy son nuestra bandera. Ellos sabían que corrían serios riesgos, que el enfrentamiento con Perón los ponía como enemigos en su propio partido. Y por esto cada día que veo a los compañeros de Lear, de Schell, de Donnelley y todos los trabajadores que luchan por sus puestos de trabajo, por sus salarios, por sus reivindicaciones pienso “han pasado más de 40 años, no tenemos aquella feroz dictadura, pero tenemos represión, persecución, infiltrados en operativos encabezados por funcionarios de alto rango que renacen de las cenizas como Berni o el gendarme “Carancho”, que apuntan con cobardía a los trabajadores, a los estudiantes y a los militantes sociales que denuncian los negocios por el agua, por la megaminería y por la defensa de los bienes comunes, entre otros tantos”.

Cómo hace casi 40 años hoy también esta represión encuentra resistencia y lucha solidaria, día a día vuelven los trabajadores a sus reclamos sin negociar, en el intento que alguna vez el ajuste caiga sobre las rentas de los que más han ganado en el país durante muchos años: grupos de poder, multinacionales y una burguesía nacional más o menos débil pero con los vicios de siempre, "si tengo un peso menos de ganancia mando los empleados a la calle".

Seguramente si los compañeros hoy pudieran seguir hablando, así como los padres de Victoria Moyano estarían al lado de su hija marcándole el camino, estarían acompañando a los compañeros despedidos en contra de las patronales y de los sindicatos burgueses. Estarían defendiendo a los petroleros de Las Heras, estarían sumando a los fondos de huelga. Estarían en el mismo lugar que los encontraron, luchando.

Hay pocos juicios, pocos procesados, pero tenemos un país plagados de jóvenes y otros no tan jóvenes, valientes e incansables, que día a día levantan sus banderas para que sepamos que su legado no fue en vano. Y por eso crecemos día a día en esta concepción revolucionaria y trotskista.

No se callan las ideas con muertes ni desaparecidos, no se calla el reclamo justo con represión. Se construye el cambio apuntalando la revolución permanente y la gestión obrera, sumando a la construcción y consolidación de un partido que acompañe la lucha de clases. Y por eso somos los que fuimos y los que hoy seguimos diciendo estas verdades, hoy en las filas del PTS en el FIT.