La Universidad Católica del Norte está en toma desde hace 4 días por el cierre arbitrario del jardín Taqinki, el cual es utilizado por los estudiantes y trabajadores del lugar. Se pide transparencia y sensatez del Rector para ver dónde queda el dinero que se cobra en los aranceles y que no les recorten cosas básicas como el jardín, en el marco de un recorte presupuestario del conjunto de la Universidad. Esto fue la gota que rebalsó el vaso y hoy se abre la pregunta ¿Cómo conquistar estas demandas?
Martes 15 de octubre
El cierre del jardín infantil de la UCN Taqinki es una situación que ha movilizado a cientos de estudiantes, se encuentran a 4 días del inicio de la toma y se discute sobre cómo impedir que una decisión arbitraria como aquella, se haga efectiva, pues esta forma de afectar a la comunidad universitaria no puede quedar sin una respuesta.
A través de asambleas en las carreras y distintas movilizaciones en, se ha discutido cómo es posible tal displicencia de parte de Rectoría, que ha permitido el recorte de financiamiento, que a principio de año dejó a 50 funcionarios sin trabajo, también situaciones como la de la comunidad pidiendo transparentar una auditoría en la cual Rectoría respalda estos recortes y la de la falta de justificación de 7 millones ya que las boletas "se la comieron los ratones". En consecuencia, se ha reflexionado que el dinero que entra a la universidad y en qué se gasta debe transparentarse.
La Rectoría habla de un déficit de $7 mil millones. A pesar de que reciben por aporte fiscal (AFD) un total de $483.465 millones, mucho más de lo que recibe la estatal Universidad Antofagasta, con apenas $80.781 millones. Además de otros ingresos, como el pago de matrículas y aranceles de los propios estudiantes, fondos concursables, etc. Es en este marco, que el jardín infantil Taqinki es un “gasto” prescindible para la UCN y decidieron recortar ese derecho. La única solución que ofreció la universidad fue 50 mil pesos, oferta inaceptable pues los jardines JUNJI están con lista de espera y los jardines particulares bordean los 300-400mil.
Hoy, la Universidad Católica del Norte muestra, gracias a la valiente movilización de sus estudiantes, los síntomas típicos de la educación de mercado: Rectores que mienten a la comunidad estudiantil y mantienen en secreto hacia dónde va el dinero que se utiliza, además sale a la luz un debate importantísimo ¿Qué se hace con estos fondos y por qué estudiantes y funcionarios no pueden decidir respecto a este tema tan importante? De fondo este tema está en disputa: Quienes toman las decisiones al interior de la universidad.
Esta pelea es tremenda. Es por eso que la FEUCN dirigida por las juventudes del Gobierno de Boric, deben, lejos de mantener la toma aislada, expandir la movilización para que toda la ciudad y el país sepan lo que está pasando en la Universidad, buscar que solidaricen trabajadores de la minería, otras federaciones estudiantiles y unirse al llamado a movilizarse 5 años de la revuelta que hacen organismos de derechos humanos como la Providencia y abrir este debate en asambleas con las y los compañerxs de la universidad para pensar un plan de movilización serio y grande para que su lucha triunfe. Organizar una gran coordinación entre profesores, estudiantes de otras universidades, organizaciones sociales, políticas y de derechos humanos, es el camino para poder vencer.
Las y los compañerxs de la UCN se enfrentan en su movilización también al problema estructural de la educación en Chile, el financiamiento. En las distintas asambleas y jornadas de movilización se desarrolla una interesante discusión al igual como se desarrollaron en otras universidades el primer semestre, sobre la necesidad de recursos suficientes para la contratación de académicos, para una infraestructura adecuada, para poder tener acceso a los recursos necesarios para estudiar, asignaturas que innoven y se adapten a las necesidades de sus estudiantes y la comunidad y también desarrollar la investigación en estas instituciones. Todo esto no es una realidad hoy en la Universidad Católica del Norte, porque se financia a base del arancel cobrado a sus estudiantes y a la subvención del Estado según matrículas a diferencia de financiarse por ejemplo a través de un aporte basal (fijo cada año) que la comunidad universitaria estime suficiente según sus necesidades académicas.
Es por lo anterior que la lucha de lxs compañerxs de la Universidad Católica del Norte es la lucha de todos los estudiantes que asistimos a la educación mercantilizada, para poder cambiar esta realidad sin embargo, no basta con movilizaciones que cuestionen a las autoridades locales, respecto a este tema el primer semestre chocamos con una amarga realidad: Los rectores a nivel nacional defienden que las decisiones las tome un puñado de personas que no conocen ni buscan involucrarse en las necesidades de estudiantes, trabajadores y académicos, la razón: Esto es contrario a una institución que funcione según la lógica de brindar un servicio a sus "clientes" (estudiantes) en la medida de no invertir tanto para poder recibir una tajada de la subvención en sueldos millonarios y en otras vías mientras se descuida el salario de trabajadores y las condiciones de estudio.
Es necesario para que la lucha de lxs compañeros de la UCN triunfe, que las federaciones estudiantiles de todo el país (incluida la FEUCN) hagan un llamado a la unidad de lxs estudiantes a nivel nacional a una paralización contra el autoritarismo universitario y contra la educación de mercado, para que en asambleas de los distintos campus podamos decidir que a las autoridades debemos elegirlas todos los integrantes de la comunidad universitaria, además el transparentar los fondos que se reciben en las universidades privadas y en qué se gastan para que a través de instancias de discusión y plebiscitos de estudiantes y funcionarios se pueda decidir en qué se gasta el grueso de los dineros que llegan a las universidades. Respecto al lucro es importante que cada universidad que se compruebe que lucre o donde sus comunidades así lo decidan, sea traspasada al Estado y gestionada por sus trabajadores, académicos y estudiantes y avanzar a un sistema de educación público 100% financiado por el Estado a través de una ley de presupuesto universitario cada año que se piense a base de las necesidades académicas de cada institución. Acabando así con el negocio educativo.
Ese es el salto que nos falta dar a les estudiantes aquí, responder a la crisis educativa no aislando las movilizaciones en demandas solamente locales, sino escarbar profundo en el problema y buscar también la solidaridad de otras universidades, de trabajadores, de figuras públicas para poder rodear la movilización de apoyo y que las autoridades en vez de criminalizar y mantener todo igual no les quede otra que responder a los focos del movimiento. Esta es la única forma en que las y los estudiantes ganemos la continuidad del jardín Taqinki pero también las otras demandas estructurales.
La FEUCN debería tomar la movilización y expandirla, buscar que solidaricen trabajadores de la minería, otras federaciones estudiantiles y unirse al llamado a movilizarse 5 años de la revuelta que hacen organismos como la Fech y la Aces. Abrir este debate en asambleas con las y los compañerxs de la universidad para pensar un plan de movilización serio y grande para que su lucha triunfe.