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Red Internacional
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Chaco. Por las calles de Resistencia, cerró el XXXII° Encuentro Nacional de Mujeres

Este lunes, con una escasa participación de mujeres, se decidió que la sede del próximo Encuentro será la provincia de Chubut.

Sol Bajar

Sol Bajar @Sol_Bajar

Lunes 16 de octubre de 2017 03:00

Este domingo por la tarde se realizó la marcha de cierre del XXXII° Encuentro Nacional de Mujeres. Poco después de las 18 horas, la movilización partió de la esquina de avenida Castelli y Las Heras, frente a la Universidad Nacional del Nordeste (UNNE), donde tuvieron lugar muchos de los talleres que se realizaron durante el sábado y el domingo.

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Miles de participantes, fundamentalmente agrupadas en organizaciones de mujeres, sociales, sindicales, piqueteras, políticas y de derechos humanos, fueron parte de la marcha con la que culminó el evento y las actividades que lo caracterizaron, como la asamblea convocada por el colectivo Ni Una Menos y otras actividades organizadas por diversas corrientes y organizaciones, como la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito.

Durante la movilización, notoriamente menor que la del año anterior, las mujeres hicieron oír la exigencia de aparición de Maira Benítez, la joven chaqueña de 17 años que fue vista por última vez en 2016 y que es intensamente buscada desde hace diez meses por sus familiares y organizaciones solidarias. Como recordó el documento de apertura elaborado por la Comisión Organizadora, en el nombre de esta joven mamá y empleada doméstica del interior de la provincia, se sintetizaba la denuncia al silencio, el encubrimiento y la impunidad que rodea a la desaparición de decenas de mujeres de la región: veintidós solamente en el último año, la mayoría de ellas jóvenes y pobres. Como denunció la mamá de Maira en los talleres y en la movilización de este domingo, detrás de la desaparición de cada una de estas jóvenes se encuentra el rol cómplice de la justicia, siempre al servicio de proteger a los ricos y poderosos, y de los gobiernos de turno.

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Otro de los reclamos que llevaron muchas organizaciones fue el de la inmediata libertad para Milagro Sala, nuevamente encarcelada este sábado de manera arbitraria e ilegal. Una conferencia de prensa convocada el domingo por la mañana había llamado a debatir sobre este hecho en los talleres y a marchar bajo el reclamo del cese de la persecusión por parte del gobierno de Macri y de Morales.

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La denuncia a la criminalización de la protesta y al rol de las fuerzas represivas del Estado también estuvo presente en las banderas que levantó un importante sector de la movilización. El grito de "¿Dónde está Santiago Maldonado?", el rechazo al accionar de la Gendarmería Nacional y la denuncia al gobierno de Cambiemos, que se sintetizó en la exigencia de su inmediata aparición con vida, también se plantaron. Como advirtieron desde la agrupación de mujeres Pan y Rosas y el PTS en Frente de Izquierda, estos reclamos elementales, que necesariamente hacen a la lucha de las mujeres por sus postergados derechos, también estuvieron ausentes en el documento de apertura de la Comisión Organizadora.

Durante la movilización, pudieron verse entre otras las columnas de diversas organizaciones y grupos feministas, sindicatos y centros de estudiantes, así como de distintas organizaciones sociales, políticas y de derechos humanos. Entre otras, se vieron banderas de el PCR-CCC, Patria Grande, el Movimiento Evita y otras organizaciones peronistas y kirchneristas; las organizaciones que integran el Frente de Izquierda, Pan y Rosas y el PTS, el Plenario de Trabajadoras (PO) e Izquierda Socialista; Mala Junta, la Campaña por el Derecho al Aborto, Pañuelos en Rebeldía, FOL, Defensoría de Género, el MST y las Rojas, entre otras. Las periodistas que integran el colectivo Ni Una Menos también estuvieron en la marcha.

A diferencia del año anterior, donde por primera vez en treinta años una Comisión Organizadora decidió incorporar al recorrido oficial el paso por diversas instituciones, para denunciar a quienes niegan los derechos elementales por los que luchan las mujeres, este año las organizadoras evitaron el paso por la Catedral, la casa de gobierno y el Poder Judicial. Un importante sector de las organizaciones de mujeres y de la izquierda que participaron de la marcha, se manifestaron pacíficamente pasando por estos puntos emblemáticos y denunciando que el Estado y sus instituciones, así como la jerarquía de la Iglesia, son responsables de la violencia que diariamente sufren millones en el país.

Este lunes en el estadio del Club Sarmiento, cuando la amplísima mayoría de las mujeres estaba de regreso a su respectiva localidad, un reducido número de militantes y activistas participó del acto cierre. Bajo esas circunstancias se definió que la sede del próximo Encuentro sea la provincia de Chubut.

La importancia de que estos eventos, únicos en el mundo, se conviertan en una verdadera instancia de organización de las mujeres, independiente de todos los sectores que garantizan su situación de opresión, fue algo que volvió a dejar planteado muy claramente el último Encuentro Nacional de Mujeres en Rosario, y vuelve a estar a la orden del día, hoy más aún.

En aquella oportunidad, la decisión burocrática del PCR-CCC y Patria Grande, desoyó el pedido de decenas de miles de mujeres que venían de protagonizar las masivas manifestaciones por Ni Una Menos y que votaron en los talleres, a mano alzada, para que la sede fuera en Buenos Aires, apostando a ampliar la masividad de los Encuentros, para que todas pudieran participar, y a denunciar la política del gobierno, de las instituciones del Estado y de la jerarquía de la Iglesia en el centro del poder político del país.

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[Noticia en desarrollo]