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Red Internacional
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¿Qué es el trotskismo? Por primera vez, luego de 80 años, los trotskistas se legalizan en Chile

Partamos por lo básico ¿Qué es el trotskismo? ¿Con qué se come? pensaran algunos. Es natural que este término esté tan olvidado y sea desconocido para la gran mayoría de los chilenos. Con persecución y muerte se intentó borrar de la historia el paso de esta corriente.

Martes 10 de enero de 2017 00:51

Una de las misiones centrales del fascismo y de Stalin (personaje que se puso a la cabeza de la URSS en su periodo totalitario) fue erradicar cualquier cosa que oliera a trotskismo en el mundo, partiendo por su mentor León Trotsky y quienes simpatizaban con sus ideas.

Con lo comentado, ya podemos decir que el trotskismo es una corriente política e ideológica que aspira a que los trabajadores sean quienes gobiernen, y no sólo en el país, sino que en todo el mundo.

En tiempos de la Unión Soviética, quienes adherían a las ideas trotskistas, pese a que defendían el modelo de producción económica que impulsó la revolución proletaria de 1917, se posicionaron como una ferviente resistencia a Stalin y su política dictatorial, la cual terminó con cualquier atisbo de oposición y dejando alrededor de 20 millones de víctimas. Es decir, defienden el modelo socialista y la tradición bolchevique, pero no así a la burocracia estatal que desvío y aplastó la primera revolución de trabajadores triunfante en el globo.

Esta burocracia, hoy la podemos ver en pequeño en los organismos sindicales y estudiantiles que en vez de velar por los intereses de sus representados, se alían con sectores empresariales e impiden que los mismos trabajadores y estudiantes sean quienes puedan decidir.

En Chile, el último partido de esta tendencia se fundó en 1937 y tuvo entre sus dirigentes a Luis Vitale, gran historiador, y Humberto Valenzuela, destacado dirigente obrero quien se presentó a las elecciones presidenciales de 1941. Se trata del Partido Obrero Revolucionario (POR), el cual desapareció en 1965 cuando se disolvió con otras tendencias políticas que dieron origen al Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR).

"Pero eso es cosa del pasado, ya van como 100 años", "¿qué tiene que ver conmigo?" se preguntaran otros.

Si Ud. es un trabajador o trabajadora, un estudiante que aspira a la igualdad social o alguien que lucha por los derechos de las mujeres y la diversidad sexual, el trotskismo le podría interesar. Esta ideología apunta a una sociedad sin clases, donde no existan empresarios y jefes explotadores que le roben todo su tiempo y su vida, a quienes trabajan de sol a sol para poder mantener a su familia o llevar un plato de comida todos los días a casa.

Con este antecedente, se puede afirmar que aunque hayan pasado una centena de años, el asunto es más actual que nunca. Los trotskistas proponen que la sociedad cambiará para mejor cuando sean los trabajadores quienes se organicen y tomen el sartén por el mango.

Un ejemplo cercano de cómo actúan sucede en Argentina, donde el trotskismo ha sentado fuertes raíces en los últimos años, destacando por ser parte de la expropiación de fábricas que hoy funcionan sin patrones y administrada por los mismos trabajadores. Las FasinPat, entre las cuales se encuentra la fábrica de cerámicas Zanon y la gráfica Madygraf, son un referente a nivel mundial que prueba que es posible el trabajo sin jefes. Cabe destacar que en Chile también hubo una experiencia similar con los cordones industriales que duraron hasta el golpe del 73’.

En el país trasandino, conforman el Frente de Izquierda, el cual se ha destacado por impulsar que todo político deba ganar lo mismo que una profesora, que el salario mínimo debe ser igual a la canasta básica familiar y el fin a la tercerización laboral, conocida en nuestro país como el subcontrato. Así también como el derecho a la salud y educación gratuita.

Esta corriente también es reconocida por levantar los derechos de las mujeres en cada país donde se encuentra, colocándose a la cabeza del actual movimiento por Ni Una Menos. Además, entre sus principales características tiene como principio la independencia de clase, esto quiere decir que se niegan a hacer alianzas con sectores empresariales o patronales. Y ahí es donde se diferencian de otras corrientes de izquierda como el PC chileno y el Frente Amplio.

Dicho en términos muy generales, el trotskismo aspira a reconstruir la IV Internacional, una organización donde se agrupen dirigentes políticos de la clase trabajadora para luchar en todo el mundo por una sociedad sin clases ni explotación.

Hoy, en medio de una efervescencia política y social en Chile, está a la orden del día la emergencia de nuevos partidos y organizaciones por fuera de los partidos tradicionales, altamente cuestionados como Chile Vamos y la Nueva Mayoría. Es en este contexto, que luego de 80 años los trotskistas vuelven al escenario legal para ser parte de la política nacional y amplificar la voz de las y los trabajadores.

Así es como el Partido de Trabajadores Revolucionarios (PTR) dio inicio a un proceso de legalización, para plantearse como una alternativa anticapitalista donde puedan organizarse los trabajadores, las mujeres y la juventud y construir un verdadero partido revolucionario en el cual puedan confluir diversos sectores y organizaciones de la clase trabajadora.