La Universidad de Chile, al igual que todas las universidades públicas tienen una estructura democrática jerárquica, donde una casta de académicos a planta toman casi todas las decisiones. La U funciona como un reino, cuyo monarca es el rector, y hoy lo es la primera rectora, Rosa Devés. Las distintas facultades tienen a sus propios señores feudales, las y los decanos, que hacen y deshacen, es decir tienen la última palabra respecto a las principales decisiones de la facultad, según sus intereses.
Viernes 28 de julio de 2023

Este régimen ha sido cuestionado en el pasado, por ejemplo con el movimiento por la reforma universitaria de 1968, donde estudiantes y profesores aspiraban a democratizar las Universidades siendo parte de la toma de decisiones y abriendo la Universidad al pueblo. Este movimiento fue frenado por la dictadura.
Hoy cobra relevancia posicionarse en contra del autoritarismo y la falta de democracia al interior de la U porque ésta intenta consagrar su impunidad por el caso de la muerte de Margarita Ancacoy. Cerrando nuevamente el sumario sin responsables políticos ni administrativos por su muerte. Las autoridades de la facultad de Ingeniería obligaban a Margarita a entrar a las 5:30 am y no le garantizaban algo mínimo como el transporte que la llevara de su casa al trabajo a esas horas de la madrugada, exponiéndola.
Además, el autoritarismo se refleja en que si bien las autoridades de Ingeniería se han comprometido en varias ocasiones a tomar medidas para que algo como lo que le pasó a Margarita no se repita, han traicionado su palabra y pareciera que no puede hacerse por la vía institucional, porque no escuchan a nadie más que a ellos mismos.
Si la Universidad fuese administrada por trabajadoras/es, estudiantes y académicas/os, o sea dirigida de manera triestamental por quienes componen la comunidad universitaria y así se tomen las decisiones políticas y económicas, las condiciones de las y los trabajadores sería muy distinta. Las condiciones para estudiar y trabajar no serían según los intereses de las autoridades y de los gobiernos que viven alejadas de la realidad de la mayoría del país, sino que acorde a las necesidades de toda la comunidad.
A estas alturas es imposible confiar en las instituciones de la U y en sus autoridades. Como estudiantes, en unidad con las y los trabajadores tenemos que organizarnos para poder hacer que nuestras demandas se escuchen y se realicen. Desde VENCER proponemos que ante las próximas elecciones de Federación, tenemos que discutir:

Yuri Peña
Licenciado en Historia. Estudiante de pedagogía en la U de Chile. Militante de VENCER y del Partido de Trabajadores Revolucionarios