Años de precarización vivieron asistentes de aula antes de la conformación del sindicato, por eso es importante retomar la lucha y unidad con otros sectores para volver a conquistar las demandas.
Viernes 9 de octubre de 2020
El sindicato de asistentes de aula se conformó el año 2017, con esfuerzo, luego de años de precarización y sueldos bajos, compuesto 100% por mujeres trabajadoras que decidimos luchar por nuestros derechos, superando incluso el miedo por lo que se podía venir por parte de la Corporación en nuestra contra.
El año 2018 entramos en el proceso de negociación colectiva, la primera del sindicato, la cual sabíamos que era difícil, pero superamos muchas dificultades, ya que comprendimos la importancia de luchar por lo que nos pertenece. Era importante que de una vez por todas lucháramos por mejoras salariales después de años de precarización a costa de nuestras vidas y tiempo, por mejoras en las condiciones laborales, entre otros puntos.
Ese mismo año se encontraban luchando los trabajadores ferroviarios contra el grupo Luksic, una pelea que llevaron adelante más de una decena de familias que habían sido desvinculadas de sus puestos de trabajo, bajo el lema de "Familias en la Calle Nunca Más". Ellos fueron grandes impulsores en nuestra primera batalla, quienes nos alentaron a unirnos, que si nos organizábamos en conjunto podríamos lograr nuestras demandas, porque las y los trabajadores unidos son más fuertes que cualquier empresario o Corporación. Realizamos marchas en conjunto con los ferroviarios, profesores, ambientalistas y estudiantes. Fue así como logramos nuestra primera negociación colectiva, con lucha y unidad de trabajadores y estudiantes impusimos y conquistamos lo que demandábamos.
Hoy, después de dos años de nuestra primera victoria, es importante que volvamos a retomar con más fuerza la unidad, organización y coordinación con otros sectores de trabajadores, como los portuarios que llevan más de un mes de paralización por mejoras salariales y laborales. Esa también es una de nuestras demandas, al igual que los y las profesoras de un gran sector de colegios de la ciudad de Antofagasta, que hoy vienen votando y discutiendo el paro ante el impago de imposiciones y beneficios de salud. Tenemos la experiencia del año 2018, las lecciones que nos dejó cómo dimos las batallas más allá de nuestro propio sindicato para conquistar lo que exigimos, siguen más vigentes que siempre.
