A finales de 2019 Ford Motor Company anunció con gran fuerza en un magno evento en Los Ángeles su arribo al mercado de la electromovilidad. Su proyecto insignia, el Mustang Mach-E. El país para su producción en masa: México, específicamente Cuautitlán Izcalli. Al día de hoy la Planta de Estampado y Ensamble está en paro por poca viabilidad del proyecto.
Miércoles 27 de marzo de 2024
El miércoles 28 de febrero, Ford Cuautitlán de la noche a la mañana llamó a sus trabajadores a no asistir a la planta hasta que sea solicitada su presencia. Y mediante un comunicado empresarial, se anunció un paro de producción de 40 días, a partir del 28 de febrero hasta el 8 de abril. Un golpe seco y duro para el conjunto de los trabajadores que durante ese tiempo solo recibirán el 75% de sus salarios. La incertidumbre de si habrá o ya no habrá trabajo está en la mente de las y los trabajadores de Ford CSAP.
Un poco de la historia del proyecto Mach-E
El 4 de noviembre del 2020, con la presencia de Alfredo del Mazo, gobernador en turno del Estado de México y Héctor Pérez, CEO de Ford de México, se anunció el arranque de producción del Mustang Mach-E 2021 en la planta de Cuautitlán Izcalli. Si bien hubo modelos que fueron usados para los promocionales en Los Ángeles, su producción masiva sería concedida a Ford México.
Entre el 2010 al 2019 Ford Cuautitlán (CSAP, por sus siglas en inglés), y otras plantas de la misma firma en otras partes del mundo, ensamblaron el Ford Fiesta, un vehículo de combustión interna. La planta de Ford Cuautitlán estaba diseñada para este tipo de vehículos, tras terminar el proyecto, despedir a gran parte de la planta y “disputar” el nuevo proyecto con otras plantas del extranjero (entre ellas Ford Alemania), la planta de Cuautitlán “logró ganar” para sí el proyecto y por ende la inversión.
Para ello la planta de Cuautitlán se hizo valer del bajo costo en la mano de obra mexicana, seguridad y eficiencia, para la asignación multimillonaria del Mach-E. Sin embargo, este dato es poco cierto, por más que se quiera ver esta asignación como un mérito propio de Ford CSAP, se da por el fenómeno conocido como nearshoring.
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El proyecto Mach-E, problemas de una electrificación acelerada
El paro técnico en la Ford - CSAP se da en un contexto en el que el mercado de los autos eléctricos aún está en plena carrera, hay una competencia abierta y Estados Unidos y China buscan hegemonizar el nuevo mercado. La competencia entre las distintas trasnacionales por los recursos materiales y humanos puede -y ha generado- roces y conflictos comerciales, no está descartado que estos escalen hacia el futuro. Ford busca su afianzamiento dentro del mercado al mismo tiempo que no quiere perder terreno ganado ante su rival Tesla.
Ensamblar un auto eléctrico, en comparación con un auto tradicional es mucho más barato en términos generales, sin embargo, el corazón del vehículo es el componente más caro, se estima que solo la batería cuesta una cuarta parte del vehículo. Ford y distintas trasnacionales están en una carrera acelerada por hallar la mejor batería y al mismo tiempo abaratar costos.
La aceleración de la producción de sus unidades eléctricas metió a Ford en enormes problemas como indicamos en otros artículos. La búsqueda de ganancias, de llegar con fuerza a este mercado para ser competitivo, buscando ser el número uno, le genera a Ford contradicciones de todo tipo, en primer lugar problemas de tipo logísticos con la recepción de insumos de parte de sus proveedores, y también con la entrega de sus unidades a los clientes.
Pero el principal de sus problemas no parece ser de tipo administrativo, sino uno de tipo técnico. Un problema de ingeniería relacionado con la batería. Si al día de hoy el proyecto del Mustang Mach-E es poco viable, no es únicamente debido a los problemas de ingeniería o del tipo logístico que “brotaron” sobre la marcha del lanzamiento del proyecto, sino que estos problemas son propios de la industria capitalista que, al buscar aceleradamente la obtención de ganancias, se lanza a una carrera sin cuartel donde en caso de lograr su cometido, amplian su mercado y por ende el aumento de ganancias (capital monetario), pero cuando esto nu sucede así, trae como consecuencias lo que hoy vemos en Ford Cuautitlán: paros técnicos y despidos. Por este motivo el proyecto Mach-E ha fracasado, la sed de ganacias de los capitalistas tiene en la cuerda floja a miles de obreros y obreras automotrices.
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Estos problemas de ingeniería terminan por acumularse, sumado a que el competidor Tesla ajustó sus precios a la baja para competirle a la transnacional China BYD, lo cual le generó a Ford una dificultad para competir, es decir, no acumular las ganancias suficientes. Ante esta situación crítica sobre la viabilidad del proyecto Mach-E la transnacional Ford echa mano del paro técnico en Ford CSAP. Los despidos de cientos o miles de trabajadores de la plantan no está descartado. La crisis de los capitalistas la terminan pagando los trabajadores, los que generaron la riqueza que acumularon en meses anteriores los accionista del ovalo azul.
Trabajadores y sindicato pro-patronal: una relación tóxica
Los representantes del sindicato Cetemista, Sección 15, quienes anteriormente habían negado la existencia de listas de despidos, son los primeros en ofrecer, “en caso de que la empresa solicite la baja del personal”, una lista en la que se apunten las y los trabajadores para que cobren “una buena liquidación”.
El sindicato que debería de ser el primero en plantear salidas a favor de los y las trabajadoras, como la reconversión industrial de la planta para producir otro tipo de unidades eléctricas, o el reparto de horas de trabajo entre todos los trabajadores para que no haya despidos, o el pago del 100% de los salarios, pues este problema es totalmente ajeno de las manos de los trabajadores, es el primero en ofrecerse para ejecutar la decisión de la patronal.
En diferentes plantas automotrices del país, la base trabajadora también se ha encontrado en la incertidumbre de perder su trabajo debido al trabajo policiaco de persecusión y amedrentamiento de los charros sindicales cetemistas como en General Motors Silao, San Luis Potosí o la japonesa Mazda. Por lo que han intentado organizarse en contra de estos grupúsculos al servicio del patrón.
Aunque estos intentos han dado resultados a distintos niveles, el hecho mismo de que la base trabajadora se organice de manera independiente pone a temblar a los charros. Gracias a los métodos de organización independientes como el paro de línea, se han recuperado fuentes de empleo, reparto de utilidades y días extra que le querían ser robados a las familias trabajadoras
Los y las trabajadoras de Ford Cuautitlán no pueden confiar en representantes sindicales charros como la Sección 15 de la CTM. Deben de organizarse por departamentos, por equipos de trabajo y plantear que la solución no son los despidos, el cierre de la planta o su venta. Es posible evitar los despidos si se conquista una organización democrática y combativa que plantee la defensa de en primer lugar sus puestos de trabajo. Hay que recuperar el sindicato para la base trabajadora.
Si los trabajadores de Ford Cuautitlán deciden enfrentar los despidos, este diario y el Movimiento de los y las Trabajadoras Socialistas, seremos los primeros en solidarizarnos y apoyar su lucha.