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Red Internacional
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Magisterio. ¿Por qué las maestras y maestros necesitamos unirnos con las y los trabajadores en lucha?

Las maestras y maestros nos sumamos a la Asamblea de Trabajadoras y Trabajadores en Lucha porque tenemos las mismas demandas. No basta con cuestionar a los gobiernos federales y estatales o a las autoridades educativas, hay que romper con la pasividad y luchar unidos.

Sulem Estrada, maestra de secundaria

Sulem Estrada, maestra de secundaria Agrupación Magisterial Nuestra Clase y Pan y Rosas

Miércoles 20 de abril de 2022

Las y los trabajadores venimos enfrentando un ataque contra nuestros derechos. Vivimos una crisis económica que ha elevado los niveles de inflación por encima de lo visto en los últimos 20 años, lo que golpea directamente al bolsillo de la gran mayoría de las familias trabajadores del país.

Padecimos la reapertura económica en beneficio de las ganancias de los empresarios que nos obligó a arriesgar nuestra salud y nuestra vida en medio de una pandemia que dejó más de trescientos mil muertos, la mayoría -el 94 %- trabajadores y trabajadoras.

En los últimos años, hemos recibido magros incrementos salariales que no cubren nuestras necesidades y las condiciones laborales que tenemos son cada vez más precarias.

En el caso de los maestros y maestras, aunque se nos dijo que la reforma laboral-educativa del sexenio pasado había terminado, no fue así, sino que se conservó el espíritu neoliberal de la reforma y muchas de las condiciones laborales adversas, como tener que someternos a la evaluación del USICAMM si queremos tener mejores ingresos.

Aunque nos tacharon de privilegiados por mantener nuestro trabajo durante la pandemia, fuimos quienes garantizamos, con nuestros propios recursos y a cualquier hora, la educación para los hijos de los trabajadores. Millones se vieron forzados a desertar al no tener recursos para la ’educación a distancia’, que el gobierno de la 4T primero pintó como un gran logro y luego cuestionó cuando quiso obligarnos a volver a las escuelas sin condiciones seguras, como parte de la imposición de la ’nueva normalidad’, en beneficio de los grandes empresarios.

Muchos maestros de nuevo ingreso son contratados como eventuales y desplazados luego de un año de servicio. Hay también trabajadores contratados por outsourcing en diversas áreas de la SEP y maestros, como los del PRONI, que son considerados ’beneficiarios’ o prestadores de servicios para negarles cualquier derecho laboral.

Los gobiernos estatales corruptos adeudan pagos al magisterio en diferentes estados, lo que ha provocado protestas que lamentablemente no se han coordinado. También se devaluaron las pensiones de los jubilados con las UMAS.

Ahora nos están obligando a trabajar con aforo completo. En escuelas urbanas, con grupos de 50 alumnos o más. Desechando la sana distancia, como si la pandemia fuera algo del pasado. Sin que nuestros alumnos hayan sido vacunados. Exponiendo su salud y la nuestra.

Todo con la complicidad de los charros del SNTE, que se autodenominaron ejército ideológico de la 4T y que están aprovechando los amañados relevos en la mayoría de las secciones sindicales para legitimarse, gracias a la reforma laboral decretada por el gobierno federal.

Unidad de las y los trabajadores para vencer

Las maestras y maestros luchamos durante años contra los gobiernos neoliberales y sus reformas estructurales. Jugamos un rol muy destacado en la lucha contra los planes neoliberales en el sexenio anterior. Desafortunadamente, muchos confiaron en que con el gobierno actual habría un cambio. Hasta los dirigentes del magisterio combativo desmovilizaron, a cambio de mesas de diálogo en Palacio Nacional donde no se resolvieron nuestras demandas de fondo. Lo mismo hicieron el resto de los sindicatos que antes se reclamaban ’opositores’.

Pero cada vez se reprime más a los maestros, a los normalistas y a otros sectores que luchan, como los jóvenes de los programas de Cultura Comunitaria de la CDMX que fueron despedidos por reclamar derechos laborales. Mientras se mantiene impune el crimen de estado contra los 43 de Ayotzinapa y las fuerzas armadas involucradas tienen más poder.

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Por lo que ya está claro que no podemos confiar en este gobierno, como tampoco en los de la derecha, ni en este régimen antidemocrático que solo nos toma en cuenta cuando se trata de que les demos el voto para legitimarlos, pero no resuelve nuestras demandas y nos sigue atacando.

Las maestras y maestros de la Agrupación Nuestra Clase pensamos que solo debemos confiar en nuestra unión, organización y fuerza como parte de la clase trabajadora, sindicalizados y no sindicalizados, de base y precarios, del sector público y privado, empleados y desempleados, para defender nuestro derecho al trabajo, la educación pública, la cultura y todos los derechos laborales y sociales.

Para lograr estas demandas -no solo que las autoridades las escuchen para seguirnos dando largas- necesitamos un verdadero plan de lucha nacional -no solo acciones ’representativas’ sin continuidad-, impulsado por el conjunto de la CNTE y las organizaciones en resistencia, que movilice a sus bases en todo el país y que recupere el rol combativo que las maestras y maestros hemos jugado en la lucha por nuestros derechos como trabajadores.

Por todo esto es que respondemos al llamado de las trabajadoras y trabajadores de la Asamblea de Cultura Comunitaria para unirnos en una coordinación de trabajadores en lucha, que junto a más de 20 organizaciones convocamos a la Asamblea de Trabajadores y Trabajadoras en Lucha este sábado 23 de abril a las 18:00 hrs.

Hacemos un llamado a todas y todos los docentes y trabajadores de la educación a sumarse y a invitar ampliamente, pues la única forma de conquistar todas nuestras demandas y defender todos nuestros derechos es con la unidad.