15 de agosto. ¿Por qué se celebra el Día de las infancias?

El día del niño se celebra desde 1954 por una declaración de la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas, en la que recomendó que se instituyera el Día Universal del Niño "para fomentar la fraternidad y promover su bienestar". A partir de esa fecha, los distintos países eligieron un día para celebrarlo.

En Argentina, se festeja actualmente en tercer domingo de agosto, fecha que se fue modificando a lo largo de los años teniendo en cuenta la fecha de cobro de los trabajadores y trabajadoras, ya que se acostumbra a obsequiar regalos. Pero, a partir del 2020 pasamos a nombrar la fecha “ Dia de las infancias” en lugar de llamarla “ Dia del niño”. ¿Cuál es el motivo?

Lo real es que hace un tiempo que distintos profesionales y organismos que nos dedicamos a trabajar con niños, niñas y adolescentes venimos demostrando y dando una pelea por poner de manifiesto las diversas maneras que hay de transitar esta etapa de la vida, cuestionando de este modo la visión hegemónica de una “infancia única”.

Con el objetivo de visibilizar los cambios sociales, culturales y legislativos dados en los últimos años entendemos que es apropiado dejar de hablar de niño para hablar de infancias. Teniendo en cuenta que muchas veces el lenguaje refuerza estereotipos y desigualdades se hace necesario ampliar la mirada más allá de los binarismos para incluir a las infancias en sus múltiples diversidades.

Como categoría y como construcción social e histórica, las infancias han cambiado y han sido entendidas de distinta manera a lo largo del tiempo. Incluso, en la mayoría de los casos la definición de infancia ha sido asociada a una cuestión de rango etario. Sin embargo, y a la luz de estos tiempos es necesario dejar de pensar en un modelo universal, único y homogéneo de infancia. Por eso, emplear el plural de “las infancias” nos permite dar cuenta de la diversidad que contienen, de las distintas dimensiones y de sus muchas complejidades.

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Realidad mata relato

Este fue el motivo por el que finalmente, desde el Ministerio de Desarrollo Social de la Nación, a través de la Secretaría Nacional de Niñez, Adolescencia y Familia (SENAF) aceptaron el cambio de nombre. Sin embargo no alcanza con "reconocer discursivamente" las diversas formas que hay de transitar la infancia. El Estado es responsable de garantizar sus derechos.

¿Y el derecho a una alimentación saludable?

El Último informe del Observatorio de la Deuda Social da cuenta del Impacto de la pandemia en las infancias: donde el 64,6% pasó a estar en situación de pobreza y 34,3% padece inseguridad alimentaria. Esto contribuyó a que se duplique la explotación laboral infantil durante la pandemia como señaló la última encuesta realizada por la OIT, Unicef y el Ministerio de Trabajo. Infancias y adolescencias que debieron interrumpir sus trayectorias educativas para sostener la economía familiar, dado la baja de los ingresos de sus hogares.

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¿ Y el derecho a una vivienda?

En la toma de Guernica había 2797 niños y niñas. Junto a sus familias, solo reclamaban su derecho a una vivienda digna. Durante días pasaron frío, hambre y hasta durmieron con helicópteros que sobrevolaban su casilla precaria. Hablamos de infancias a las que siempre les ha faltado de todo: ropa, alimentación sana, lugar digno para vivir, para higienizarse.

Sin embargo en medio de una emergencia sanitaria y habitacional, se recurrió a la violenta represión de niños, niñas y adolescentes y sus familias. Lo cual constituye una falta gravísima de respeto por los Derechos Humanos. Todo el país ha sido testigo de cómo niños y niñas perdieron su único y precario techo frente a una desigualdad creciente que dejó a sus familiares sin trabajo, con paupérrimos subsidios y ridículas pretensiones de negociación que no garantizaron el derecho a una vivienda digna.

La violencia, el fuego y los disparos han sido la forma de “diálogo” que han presentado la policía provincial, la justicia, el ministro Berni y el gobernador Kiciloff. Aunque ahora en medio de la campaña electoral cínicamente Kiciloff dijo desconocer “las topadoras”.

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¿Y el derecho a la salud?

La Sociedad Argentina de Pediatría confirmó el daño que producen los agrotóxicos a las infancias. En su informe demuestran el impacto que tienen estos pesticidas en la salud de niños, niñas y adolescentes . Desde el año 1996 la cantidad de pesticidas que se aplican en el país aumenta permanentemente, por la extensión de cultivos de semillas genéticamente modificadas. Actualmente estos cultivos cubren 30 millones de hectáreas de un territorio donde viven (en pequeñas ciudades y pueblos) más de 12 millones de personas y tres millones de niños», explica el informe de la SAP.

Hoy en Argentina se utilizan 107 plaguicidas prohibidos en otros países, además de haber incrementado exponencialmente su utilización que pasó de 3 a 12 litros por hectárea, y de 100 a 520 millones de litros en todo el país en las últimas dos décadas. El promedio indica que cada habitante está expuesto a más de 11 litros de agrotóxicos por año, pero en zonas fumigadas esa cifra puede superar los 100 litros de exposición y contacto anual.

Como vemos, una vez más las leyes y la regulación por parte de los gobiernos son papel mojado. Durante todo este tiempo se privilegió la enorme cantidad de tierras destinadas a la explotación agropecuaria por sobre la salud y la vida de las infancias y adolescencias.

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Haciendo negocios con el hambre de las infancias Wichí

Más de 85 organizaciones piden que se retire alimento de soja transgénica otorgado a las infancias wichí y denuncian que es una operación del agronegocio tratando de encubrir sus prácticas nocivas y presentaron una carta para reclamar a las autoridades provinciales y nacionales que la decisión no tiene fundamentación desde el punto de vista sanitario.

Son muy contundentes las palabras del médico ecologista, pediatra y neonatólogo Medardo Ávila Vázquez, de Médicos de Pueblos Fumigados y coordinador de la Red Universitaria de Ambiente y Salud, cuando indignado señaló:

“Nos duele mucho porque la actitud con los niños wichí es muy cínica. Desde el punto de vista sanitario no hay fundamentación. Es una típica operación del agronegocio tratando de encubrir sus prácticas nocivas. Y nos indigna que lo hagan con los niños más vulnerables de la Argentina, que están desnutridos porque los han desmontado y se han apropiado de sus territorios”.

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¿Interés superior del niño o de los empresarios?

León Trotsky, inicia su autobiografía con la siguiente frase:

“Se dice que la infancia es la época más feliz de una vida. ¿Siempre es así?No. Son pocos los tienen una infancia feliz. Esta idealización de la niñez tiene su origen en la literatura tradicional de los privilegiados. Los que gozaron de una niñez con todo asegurado y además, sin tristezas, en las familias hereditariamente ricas y cultas, entre caricias y juegos, suelen guardar de aquellos tiempos el recuerdo de una pradera llena de sol que se abre al comienzo del camino de la vida”.

En nuestro país, la ley 26.061 promueve el interés superior de niños, niñas y adolescentes y su derecho a ser oídos, pero como vimos en la discusión entre el papel y la realidad este derecho se vulnera sistemáticamente por muchas instituciones y gobiernos.

Para que el recuerdo de tardes llenas de sol no sean para unos pocos, hay que invertir las prioridades, no podemos permitir que las infancias y adolescencias sean la variable de ajuste mientras los empresarios siguen aumentando sus fortunas. Un buen primer paso es dejar de subvencionar a los grandes empresarios y destinar millones al pago de una deuda ilegitima y fraudulenta. Que toda esa plata vaya donde tiene que ir: vivienda, salud y educación. Para que todas las infancias tenga lo que les corresponde, que son sus derechos conquistados.