El pasado 20 de junio dio inicio la 48ª edición de la Copa América. Es la segunda vez en la historia que el torneo se juega fuera de Sudamérica, en los Estados Unidos, tal como en 2016. La sede estadounidense representa un atractivo económico para los organizadores.
Viernes 21 de junio de 2024
La Copa América es la competición entre naciones más antigua del mundo. Los 10 países sudamericanos pertenecientes a la Conmebol son: Argentina, Brasil, Chile, Uruguay, Paraguay, Perú, Bolivia, Ecuador, Colombia y Venezuela.
Para esta edición participarán 6 países de la Concacaf: Estados Unidos, México, Jamaica, Panamá, Canadá y Costa Rica.
La historia del torneo se remonta a 1916, cuando para la celebración del centenario de su independencia, Argentina organizó un torneo de naciones; consagrándose Uruguay como campeón. Este "Campeonato Sudamericano de Selecciones" fue la primera edición de lo que actualmente se conoce como Copa América.
La sede suele rotar permanentemente entre los países afiliados, con la intención de que todos tengan la oportunidad de ser locales. Sin embargo, en el 2016, con el objetivo de celebrar el aniversario número 100 del torneo, Conmebol tomó la decisión de sacar el torneo de Sudamérica a territorio estadounidense.
En aquella ocasión los estadios fueron colmados por el público latino, que es bastante numeroso en el país norteamericano. Se establecieron récords de asistencia, de rating televisivo, de plataformas digitales y de interacción en redes sociales.
Cerca de 1,5 millones de aficionados asistieron a los 32 partidos a lo largo de las 10 ciudades sede. Con un promedio de 46.000 aficionados por partido, esto representa la mayor asistencia en los 100 años de la Copa América.
La posibilidad de volver a organizar el torneo en Estados Unidos sedujo a los directivos de la Conmebol. Según el sistema de rotación de anfitriones la edición 2024 hubiera correspondido a Ecuador. En principio, desde Ecuador aseguraban que estaba confirmada la realización del torneo y daban por hecho que lo organizarían, pero finalmente decidieron declinar su candidatura.
Por otro lado, EUA, Canadá y México serán los anfitriones de la siguiente Copa del Mundo y para la federación estadounidense de futbol representaba una oportunidad imperdible albergar un torneo tan atractivo. Además, el país también será sede del Mundial de Clubes del 2025.
Esto forma parte de la búsqueda de EUA por asegurar la derrama económica que representa el futbol profesional. Muestra de ello fue la llegada de la figura Lionel Messi a la MLS, o los torneos binacionales con la Liga Mexicana.
Se estima que la programación de la Copa América alcance audiencias récord. Tan solo se calculan unos 30 millones de fanáticos de la Selección Mexicana, o “El Tri”, en Estados Unidos. Los precios para el partido inaugural en el Mercedes-Benz Stadium, en Atlanta, oscilaron entre 215 a los 2,400 dólares. Y para el partido de la final en el Hard Rock Stadium, en Miami, se podrán comprar entre los 1,207 hasta los 7,798 dólares.
Trasfondo político en esta Copa América
Sin embargo, no solo habrá beneficios económicos para los organizadores. Políticamente también se está buscando capitalizar el evento. La campaña Biden-Harris se lanza a la cancha en la búsqueda de ganar el voto latino con una serie de anuncios controversiales.
“Joe Biden, él sí está en nuestro equipo”, dice el anuncio en español lanzado por la campaña de Biden y la vicepresidenta Kamala Harris. Los spots serán transmitidos durante partidos de la Copa, en siete estados clave para ganar la contienda presidencial el 5 de noviembre, como Nevada, Arizona, Georgia, Florida y Carolina del Norte.
Además de los anuncios, se organizarán reuniones y fiestas durante los partidos de fútbol. La campaña tiene la clara la intención de ganar el voto latino. En el spot televisivo titulado “Gooollll!” se contrastan la políticas impulsadas con Biden con los resultados del gobierno de Trump. Sin embargo, en materia migratoria las medidas de ambos no son tan diferentes.
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Con estos claros intereses económicos y políticos como telón de fondo es que ha arrancado la más antigua de las Copas. En un partido inaugural, engalanado con la presencia de los campeones del mundo, la selección de Argentina se impuso 2 - 0 frente a la escuadra de Canadá.
El continente completo atestigua una de sus gestas deportivas más importantes. Por 20 días, millones de aficionados observarán apasionadamente a sus respectivas naciones. Y todo parece indicar que los ganadores serán los de siempre. Las ganancias se repartirán en unas pocas manos y los políticos buscarán hacer lobby del deporte más bello del mundo. Para el resto, parafraseando a Galeano, solo nos quedará "esa melancolía irremediable que todos sentimos después del amor y al fin del partido".
