El Movimiento de Agrupaciones Clasistas (MAC) denuncia el ajuste, el cambio de gobierno que empodera a Sergio Massa y llama a coordinar las luchas y convocar un Encuentro para pelear por una salida obrera a la crisis social y política.
Lunes 1ro de agosto de 2022 15:03

La inflación esta desatada, ya no alcanzan los salarios y las paritarias van detrás de los precios. Ni hablar de las jubilaciones y de los desocupados que reciben una miseria por los planes sociales que se devalúan día a día. Hay un 40% de pobres en el país. El 56% de niñes en la pobreza. La mitad de la clase trabajadora tiene algún grado de precarización e informalidad. En promedio, los y las asalariadas de todo el país perciben $30.000 por mes. (datos primer trimestre año 2022). La canasta básica familiar es de $165.000 mensuales. La canasta de pobreza, de $105.000 por mes. El 30% de la clase trabajadora en blanco o bajo convenio es pobre.
Las organizaciones sociales han salido a movilizarse reclamando al gobierno. Pero además se están multiplicando las medidas de luchas de trabajadores ocupados de distintos gremios en todo el país. A los conflictos del neumático (que ya lleva tres meses) y de Arcor/Bagley en Córdoba , se sumaron los docentes y estatales como en Mendoza, Jujuy, Rio Negro, Chubut, Santa Fe, los vitivinícolas de Salta y ahora de Mendoza para enfrentar el ajuste.
En medio de la crisis Sergio Massa asume como superministro. Sin que nadie lo vote, se convirtió en la figura clave del Poder Ejecutivo. No es solo un cambio de gabinete, sino un cambio de gobierno. Asume en un acuerdo entre Alberto y Cristina empujados por los aprietes de los grupos financieros y económicos más concentrados que presionan por una devaluación que licue aún más los salarios. Una vez más se arrodillan frente al poder y se preparan para ajustar aún más al pueblo trabajador. Massa es el hombre preferido por la embajada norteamericana, el FMI y las grandes patronales. Alerta para el sindicalismo combativo y los luchadores que están en las grandes fábricas y servicios: cada lucha tiene que rodearse de solidaridad y conquistar aliados en el pueblo trabajador, los movimientos sociales independientes del gobierno, las organizaciones políticas que defienden los intereses de la clase trabajadora, las mujeres y la juventud.
“Cocodrilo que se duerme, es cartera” dice el dicho popular. Las cámaras patronales vienen tomando sus medidas de fuerza para conseguir beneficios como los tarifazos, el dólar soja, aumento de precios, y conspiran para que la crisis la pague el pueblo. Hay que salir a defender lo nuestro. En medio de la crisis los dirigentes de la CGT y CTAs no hacen nada. La mayoría incluso salió a respaldar la designación de Massa. Debemos imponerles a los burócratas sindicales un paro nacional y plan de lucha, en camino a la huelga general. ¡Basta de tregua!
Hay que hacer asambleas en los lugares de trabajo para exigirle a nuestros sindicatos. Debemos organizarnos para apoyar y coordinar a los que ya están luchando. Los sectores y agrupaciones combativas del movimiento obrero debemos juntarnos para multiplicar nuestras fuerzas.
Proponemos la convocatoria a un gran Encuentro Nacional de ocupados y desocupados, de los que están luchando, del sindicalismo combativo y de la izquierda. En primer lugar para unir lo que los dirigentes de los sindicatos de la CGT y las CTA y de las organizaciones sociales gubernamentales dividen. Hay que unir a la clase obrera. Ocupados y desocupados, efectivos y precarizados, afiliados o no, nativos y extranjeros. Esa unidad debe empezar por levantar un programa y acciones en común. Un Encuentro que sea como una gran asamblea, donde todos tengan voz y decidan en democracia. Donde puedan intervenir compañerxs de base y activistas, junto a dirigentes de cada lugar. Si luchamos separados será más difícil derrotar las medidas que impongan los empresarios o el gobierno. Porque se necesita fuerza para frenar el ajuste que exige el FMI e impone el gobierno peronista de Massa, Alberto y Cristina. No estamos condenados al ajuste. Podemos frenarlo si desatamos el poder que tiene el pueblo trabajador.
Desde el MAC (Movimiento de Agrupaciones Clasistas) proponemos un Programa de salida obrera para que la crisis la paguen los capitalistas. Lo resumimos en estas medidas:
Que decida el pueblo, no la casta política
El poder en el gobierno fue entregado por Cristina y Alberto a Sergio Massa sin que el pueblo lo elija ni decida nada.
El Frente de Todos hizo campaña prometiendo revertir la herencia macrista, llenar la heladera, y hablando contra la deuda del FMI. Hizo todo lo contrario.
En este régimen político, el pueblo trabajador puede votar una vez cada dos o cuatro años. Pero el poder económico decide todos los días.
Por eso y ante la crisis, proponemos luchar por: una Asamblea Constituyente Libre y Soberana, la institución más democrática que existe en este régimen dominado por los capitalistas. Una Asamblea que ponga en discusión las leyes y las instituciones que hoy sirven para garantizar las políticas de ajuste y el dominio capitalista de la sociedad. Que discuta que medidas tiene que tomar el país frente a la crisis o en manos de quién tienen que estar los sectores estratégicos de la economía como la energía, los bancos, los puertos, el transporte, los alimentos. Que discuta a dónde destinar los recursos: si al FMI o a crear trabajo, viviendas, salud, salarios, jubilaciones. O qué hacer con los privilegios de la casta política y judicial. Que se proponga terminar con todos los lazos de dependencia que nos someten a las potencias imperialistas.
Una Asamblea Constituyente libre y soberana, que exprese la voluntad popular, impuesta por la lucha, donde sea elegido un diputado cada 20.000 votos, no como el actual Congreso dominado por la casta que responde a los distintos bloques que han gobernado el país en los últimos 40 años.