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Red Internacional
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DOS AÑOS DE MORDAZA. Por un movimiento en las calles que tumbe la Ley Mordaza

Casi dos años de Ley Mordaza. O lo que es lo mismo, casi dos años de un incremento sin precedentes de la persecución hacia las libertades y los derechos democráticos.

Arsen Sabaté

Arsen Sabaté Barcelona | @ArsenSabate

Martes 28 de marzo de 2017

El primero de julio de 2015 entraba en vigor la Ley de Seguridad Ciudadana, o más comúnmente denominada “Ley Mordaza” por la oposición que recibió en las calles por parte del conjunto de las organizaciones sociales, sindicales y políticas de izquierda. Fue aprobada en el Congreso y el Senado con el voto único del Partido Popular que contaba con mayoría absoluta en la anterior legislatura.

Cabe destacar que la XI legislatura presidida por Mariano Rajoy fue muy prolija en la aprobación de grandes y regresivas leyes. A la Ley de Seguridad Ciudadana se le unió, en el mismo aspecto securitario, la reforma del Código Penal. La aprobación del Real Decreto-ley que daba vigencia a la Reforma Laboral o la Reforma de la Ley del Aborto por el exMinistro Gallardón, esta última derrotada por la lucha de miles de mujeres en las calles, fueron algunos de los “aportes” más reaccionarios que permitió la mayoría absoluta del PP.

Esta ley fue ideada como punta de lanza de la cruzada represiva del Estado para revertir el ciclo de movilizaciones desatado tras la emergencia de la juventud surgida con el movimiento del 15M del 2011. Una ley que ya desde los primeros borradores presentaba grandes similitudes con la franquista Ley de Orden Público de 1959 y que desde 2015 se ha convertido en el principal instrumento con el que proseguir e intensificar la campaña de mano dura contra miles de personas que luchan por defender sus derechos y libertades.

En estos casi dos años han sido cientos los jóvenes perseguidos y detenidos simplemente por formar parte de colectivos y organizaciones sociales y de la izquierda. Quizá, el caso más paradigmático puede ser el de Alfon, el joven activista del colectivo Bukaneros que lleva cumpliendo condena desde hace casi dos años. Eso sin olvidarnos tampoco de Andrés Bódalo, los titiriteros, los condenados a prisión en Altsasu o Raquel Tenías, entre muchos otros.

A estos casos hay que sumar las reiteradas “operaciones araña” que se elevan ya a más de 70 detenidos. Operaciones policiales que tienen como objetivo la persecución, detención e inculpación de enaltecimiento del terrorismo a personas que ejercen su libertad de expresión a través de las redes sociales. La ley Mordaza viene actuando como un puño de hierro contra cualquier manifestación que pueda molestar a la sacrosanta imagen del Régimen español y poner en peligro el orden establecido a través de la movilización social.

En el mismo sentido, la libertad de información también viene siendo perseguida desde la puesta en marcha de la Ley Mordaza. Casos como el de nuestro compañero de Izquierda Diario, Jorge Remacha, al que el sindicato mayoritario de la policía local de Zaragoza ha anunciado que demandará por “calumnias e injurias” a la UAPO; o el fotoperiodista Raúl Capín, acusado de atentado contra la autoridad, son ejemplos de ello.

La semana pasada, el Congreso de los Diputados aprobaba la proposición de ley del PSOE con la que el grupo socialista pretende derogar la Ley Mordaza, con los votos favorables de todo el arco parlamentario a excepción de la abstención de C’s y el voto en contra del PP. Dando entrada así al debate parlamentario para la derogación.

“Es el primer paso para devolver las libertades a todos los españoles que el Gobierno del PP hurtó con su ley de Seguridad Ciudadana”. Así, con toda la sorna del mundo iniciaba Antonio Trevín, el portavoz del grupo socialista de Interior, la petición de apoyos en el Parlamento. Como si el partido socialista no entendiese de persecución y merma de los derechos y las libertades democráticas. La derogación de la Ley Mordaza que propone el PSOE no es otra cosa que volver a la anterior Ley Corcuera, una Ley en la que los derechos fundamentales ya eran amenazados y perseguidos.

Por su parte, Unidos Podemos, pese a que como dijo su portavoz, Eduardo Santos, cuenta con “propuestas y líneas de actuación que constituyen aproximadamente el 80% de la materia prima necesaria para presentar nuestra Proposición de Ley”, acabó votando a favor de la propuesta socialista y a partir de aquí hacer enmiendas.

Pero si Unidos Podemos quiere llevar hasta el final la derogación de la Ley Mordaza, sin que por ello tengamos que retrotraernos a las leyes del PSOE de los GAL y la “cal viva”, hace falta ir mucho más allá de presentar unas meras enmiendas.

Si la formación liderada por Pablo Iglesias defiende verdaderamente la lucha contra la persecución indiscriminada de los derechos más fundamentales, entonces debe llamar a desarrollar la movilización social en las calles. Porque no sólo es la Ley Mordaza, sino el conjunto de las leyes represivas, la criminalización permanente de las luchas sociales, los CIES’s, los cientos de presos políticos y procesados, y un sinnúmero de ataques a las libertades democráticas que constituyen el edifico represivo de este Régimen.

Solamente con la movilización social en las calles en defensa de todas las libertades y los derechos democráticos podremos tumbar la Ley Mordaza y toda la legislación represiva.