×
×
Red Internacional
lid bot

Juventud. Post elecciones en la UBA: el balance de la Izquierda

Con el fin del mandato de Cristina Fernández como marco, las elecciones en la Universidad de Buenos Aires fueron, probablemente, el último acto de la negociación y los reacomodamientos entre las coaliciones del panradicalismo (UCR+PRO) y el peronismo (con el kirchnerismo como fracción), que agitaron las aguas de la UBA durante el 2015. La izquierda mantiene un importante peso, especialmente en estudiantes, y discute el camino a seguir.

Cecilia Mancuso Pan y Rosas - Neuquén | @CeciMancuso

Miércoles 16 de septiembre de 2015

Quién es Darío Richarte? - Juventud del PTS - YouTube

Los barones de la UBA y el fin de ciclo

Este año, el régimen universitario estuvo marcado por las pujas de poder entre las principales fuerzas de la universidad, en sintonía con las tensiones políticas que atraviesan la sucesión presidencial hacia un nuevo gobierno. Durante la década kirchnerista, cogobernaron la UBA en relativa calma dos grandes coaliciones: el “panradicalismo” y el peronismo, con el kirchnerismo como fracción de este último, y funcionando como nexo con ministerios y demás carteras gubernamentales. A principio de año, al calor de los escándalos por la muerte de Nisman y el "destape" de la SIDE, cobró peso la denuncia encabezada por la Izquierda (que medios masivos de comunicación y autoridades oficialistas de algunas facultades dejaron correr), contra el por entonces Vicerrector y ex SIDE Dario Richarte, quien había llegado a ese cargo por sus contactos con ambas coaliciones: un ex Franja, que trabajó primero en la SIDE y luego como abogado de Boudou y otros funcionarios K. La Izquierda aprovechó el repudio que generó entre estudiantes y docentes, para abrir el debate alrededor del antidemocrático funcionamiento del cogobierno universitario, así como dejar en claro que el mismo gobierna defendiendo intereses de los sectores poderosos del país.

No sería Richarte la última víctima de los reacomodamientos. Luego de él tuvo que renunciar el Decano de Económicas Giusti, dirigente de la Franja Morada, luego funcionario del PRO y de excelente relación “comercial” con el ministro K Julio De Vido.

Giusti terminó renunciando entre gallos y medianoche, envuelto en escándalos de corrupción y acusaciones sobre violencia de género. Luego llegaron los escándalos de corrupción con el Hospital de Clínicas.

Al igual que en las elecciones nacionales, los actos y recorridas de pasillos por las facultades de la UBA de los Lousteau, Larreta, Scioli (y hasta la misma Cristina), inaugurando obras no terminadas, mostrando que todos jugaban fuerte para no quedarse afuera de ningún negocio y de los espacios de poder.

Qué deja el round electoral

El triunfo en la facultad de Sociales del kirchnerismo en alianza con la agrupación UES, ligada a un ala más tradicional del PJ, sin dudas fortalece a la coalición peronista en una facultad donde el gobierno nacional no se privó de nada para incrementar su poder de “persuasión”, especialmente en profesores y “graduados”, donde los concursos discrecionales fueron eje de debate durante los últimos dos años.

El triunfo tiene una gran repercusión hacia el interior y el exterior de la facultad, especialmente por haber conquistado un 47 % contra el 30 % de La Izquierda al Frente. Afirmar que fue un triunfo político del kirchnerismo duro, es tan irreal como negar que fue una gran elección para este espacio. Si en años anteriores la UES y el espacio “K” se habían unido sin sumar aritméticamente, este año el espacio kirchnerista, entrenado por la visita de Daniel Scioli a 678, ya no le hizo asco a la UES y el espacio de esta corriente no restó al hacer una campaña separada del perfil nacional. Ese avance se dio sobre el espacio de La Mella, agrupación que se caracterizó por “apoyar lo bueno y criticar lo malo” del gobierno nacional, dejando una facultad con el 77 % de los votantes estudiantiles repartidos entre la lista del gobierno y la izquierda “dura”. El kirchnerismo considera que su triunfo en Sociales debe leerse como una demostración de que “no hay fin de ciclo". Sin embargo, a pesar de que estas agrupaciones se alinearon detrás del candidato presidencial del FPV, es impensado que se trate de un avance político de largo aliento de las organizaciones kirchneristas. Basta observar el resto de las facultades donde este sector mantuvo sus (flojas) elecciones en el claustro estudiantil, solo conquistando la minoría en el Consejo Directivo de Filosofía, detrás de La Izquierda al Frente por casi diez puntos de diferencia.

Por su parte, el bloque del “panradicalismo” fue el que salió más fortalecido, y en especial la Franja Morada. La conquista del centro de estudiantes y la mayoría en el Consejo de la Facultad de Derecho en manos del MNR, fue el dato destacado mientras mantuvo un cómodo triunfo en Medicina, Económicas, y Odontología. Su crecimiento en FADU fue llamativo, donde el frente encabezado por el PRO ganó la mayoría estudiantil en Consejo y quedó a dos puntos de ganar el centro de estudiantes a la lista encabezada por la CR, el PO, Mella y Cauce; y en Psicología donde quedó en tercer lugar luego de El Impulso (Libres del Sur + Mella) y La Izquierda al Frente.

La Franja Morada pretende enmarcar su triunfo en Derecho como un retorno a los "años gloriosos" pre 2001, aunque ni siquiera puede revelar su identidad abiertamente en la mayoría de las facultades donde se presenta, y busca aparecer políticamente como “neutral”. El fortalecimiento de esta coalición se da en el marco de un fin de ciclo, por ahora, de clima conservador. Los discursos y campañas electorales de “gestión” (reducida a “mejores fotocopias”), para vaciar de contenido y ocultar los proyectos de universidad que están defendiendo fueron el velo que explica en parte su triunfo político.

Por el otro lado, el kirchnerismo “puro” en el único lugar que ganó se alió a la UES (organización afín a Barbieri), dejando al descubierto que la disputa de estos meses con las autoridades del rectorado, solo fue parte de una negociación para repartirse mejor los recursos de la UBA, y no de un debate entre distintos modelos de universidad. Por eso de cara a octubre, sus campañas estarán bastante fuera de los debates políticos y ambas coaliciones se preparan para volver a un consenso de cogobierno para el año que viene, que reparta los negocios y “zonas de influencia” de la mano de Barbieri y Scioli.

Nosotros, la Izquierda

En este marco, la Izquierda se mantiene como la tercera coalición dentro de la UBA. Aunque no logró retener el centro de estudiantes en Sociales, y el de Psicología donde la conducción pasó de manos de "La Izquierda al Frente" a "El Impulso" (hegemonizado por Libres del Sur, que viene jugando más para el bloque reformista que para la izquierda), de conjunto conservó su espacio político, reteniendo con más del 34 % de los votos el Centro y mayoría estudiantil en Filosofía y Letras, conservando un 30 % en Sociales y en Psicología.

En FADU Comunismo Revolucionario (CR) con el PO, esta vez sumando a La Mella y al Cauce, volvió a ganar el centro en base a un espacio principalmente de “gestión” (recordemos que en años anteriores la CR y el PO habían llegado a votar al Decano Sorín). La Juventud del PTS, en una polarizada elección, sumó un espacio ligado al Frente de Izquierda y de crítica al modelo de la FADU con un 7 %. En Derecho las listas ligadas al FIT mostraron que también mantienen un espacio importante. Esta vez el PO obtuvo el 6 % quedándose con el nombre FIT y aprovechando que por un error propio la Juventud del PTS, que obtuvo el 2, 5% no presentó lista a Consejo (en Derecho las boletas a centro y consejo van pegadas), a pesar de ser la corriente más dinámica de la izquierda. De esta manera el espacio FIT sumó casi un 9 %. En Económicas, donde Nuevo Espacio (FM) ganó por un amplio margen con el 56% de los votos, la lista del MxE (Cauce + PO) quedó 30 puntos debajo, perdiendo también el consejero directivo por la minoría. Allí la Juventud del PTS representando al Frente de Izquierda, conquistó un delegado a la FUBA, avanzando respecto del año pasado.

Así como a nivel nacional se abrió el debate en el Frente de Izquierda sobre si su desarrollo vendrá por sumar corrientes al frente como “sellos” sin acuerdos programáticos ni clarificación de proyectos; o si su renovación y fortalecimiento vendrá de la mano de la conquista de nuevas fuerzas sociales que vengan de los trabajadores, las mujeres y la juventud, como apostamos desde el PTS, en la UBA existe el mismo debate abierto desde hace años. Por un lado el “modelo FUBA”, conducido por el PO y La Mella desde hace décadas que busca pelear un espacio de gestión por fuera de la política y el debate sobre el modelo de universidad. Tanto es así que este año el PO intentó armar una lista de conjunto con las agrupaciones kirchneristas en la FUBA para obtener quórum, y por su lado La Mella desplazó en Psicología a La Izquierda al Frente (PTS-PO-IS) junto a Libres del Sur que en la última convocatoria a Congreso de FUBA se sumaron al boicot de los reformistas. La realidad es que la FUBA hoy es un cadáver, y mantener este modelo en crisis solo puede hacer retroceder el espacio de izquierda ya que no le plantea ninguna tarea al movimiento estudiantil.

En estos años de pasividad del movimiento estudiantil, el conjunto de la izquierda cedió a los modelos de “centros de servicios” que inventaron UPAU* y Franja Morada luego, en los años 80. Este modelo de centros de estudiantes es utilizado por los partidos tradicionales para desterrar la idea de la necesidad de construir un movimiento estudiantil como sujeto, transformando los centros en gestores de servicios individuales.

Pelear por romper con esta lógica es la disputa que está abierta dentro de la izquierda, y lo que ha puesto a la Juventud del PTS en la primera fila de esta pelea los últimos años. Se trata de buscar reconstruir un movimiento estudiantil que se sienta parte de un actor social y político al mismo tiempo que continuamos construyendo una corriente política de izquierda, con influencia ideológica, que ponga el debate sobre qué conocimientos se crean todos los días y al servicio de quiénes se ponen; que cuestione el carácter de clase de las coaliciones que hoy gobiernan la universidad y busque retomar en las calles las tradiciones de un estudiantado combativo que se ligue al movimiento obrero. Para esto hace falta avanzar en discutir orgánicamente estos puntos en cada facultad, profundizando lo que hemos hecho con la organización de las mujeres en #NiUnaMenos, el desarrollo de una cultura y espacios sociales de izquierda contra el individualismo que prima, que ponga en la mesa los grandes debates académicos y de proyectos para la universidad. Hoy en la UBA la Juventud del PTS encarará estos desafíos desde la conducción del CEFyL; construyendo una fuerte oposición al sciolismo en Sociales y a la Franja Morada y sus socios “de izquierda” en Psicología; y como una fuerte alternativa de izquierda que se fortalezca como opción en Derecho, FADU, Económicas, Medicina, y se expanda para llegar a todas las facultades.

_____________________________________________

*UPAU , Unión para la Apertura Universitaria, la agrupación universitaria de la UCEDE en 1983. Fue Secretaría General de la FUBA en 1987 y dirigió varios centros de estudiantes, hasta que Franja Morada impuso su hegemonía.