Frente a la negativa del oficialismo, la oposición dispuso ceder y reducir el número de escaños para los pueblos originarios que inicialmente eran 24.
Viernes 4 de diciembre de 2020
A medida que avanzaba el debate y la Comisión Mixta seguía discutiendo el número de escaños, el senador Pedro Araya propuso reducir los cupos a 20. Pero la ministra de Desarrollo Social, Karla Rubilar, y los representantes de la derecha no accedieron y se mantuvieron firmes en torno a los 15 escaños.
A lo cual el diputado René Saffirio, quien redujo a 18 la cifra, pero bajo una modalidad híbrida: nueve serían elegidos dentro de los 155 cupos de la Convención Constitucional y los otros nueve serían de los escaños sobrantes. Sin embargo y, pese a quedar solo con una diferencia de tres escaños, La Moneda no cedió, postergando nuevamente una decisión que definirá la participación, o no, de los pueblos originarios en la redacción de la nueva Constitución.
El otro aspecto que concentró gran parte del debate fue la confección del padrón indígena, que estaría a cargo del Servel sobre la base de los antecedentes disponibles en el Estado, tales como la solicitud de calidad indígena en la Conadi; la nómina de apellidos indígenas del mismo organismo; la nómina de apellidos indígenas de postulantes a becas indígenas desde el año 1933; el registro de socios de comunidades y asociaciones indígenas jurídicas de la Conadi, ente otras.
Para aquellas personas que no contaran con los documentos de la Conadi, podrán firmar una declaración jurada que el Servel dispondrá en cada mesa receptora de sufragios, donde manifieste su calidad de indígena.
Todos estos requisitos, postergaciones y posturas inflexibles no dejan más que en evidencia la falta de participación democrática que suponen todos estos vetos y reglamentos presentes en la Convención Constituyente, ya que solo pretenden asegurar una baja participación real por parte del pueblo trabajador y pobre; y en este caso haciendo que los pueblos originarios deban someterse a la espera del dictamen de la Comisión Mixta, para saber si pueden participar o no.
En este caso se hace más evidente la no consideración de los pueblos originarios en las grandes decisiones del país, además de la constante persecución, acoso, represión y encarcelamiento injustificado que viven cada día en la Araucanía, mientras que en la zona norte las y los habitantes se ven afectados por el exceso de contaminación y destrucción de los recursos naturales.
Es por todos estos motivos que los pueblos originarios tienen bastante qué decir y expresar en este proceso constituyente, marcado por las trampas que el oficialismo en conjunto con la oposición, pactaron luego de la huelga general del 12 de noviembre que mantuvo al régimen entre la espada y la pared.
Es necesario retomar la lucha por nuestras demandas y la de los pueblos originarios que al igual que todos, solo buscan poder conquistar dignidad, mejores jubilaciones, cuidado al medio ambiente, la devolución de sus tierras, la libre disposición de los recursos naturales, educación de calidad y un sinfín de demandas por las que muchos luchamos en octubre y este gobierno asesino y criminal de Sebastián Piñera se ha encargado de acallar, manteniendo a jóvenes presos políticos, injustamente encarcelados y reprimiendo a los pueblos originarios que luchan por sus derechos. ¡Por el derecho a la autodeterminación de los pueblos originarios!