Acuña y Larreta implementaron las prácticas laborales obligatorias con el nombre de ACAP (Actividades de Aproximación al mundo del trabajo y a los estudios superiores), dirigidas a estudiantes de quinto año de secundaria de las escuelas públicas y privadas de la Ciudad de Buenos Aires. ¿Qué dicen les estudiantes? ¿Qué hay detrás de estas prácticas?
Jueves 26 de mayo de 2022 14:38
El plan de las prácticas laborales obligatorias fue anunciado por el Ministerio de Educación porteño para 29.400 chicos que cursan la secundaria en 442 establecimientos educativos de gestión pública y privada de la Ciudad, pero en esta primera etapa iniciada el 18 de abril comenzaron 2500 estudiantes de 5to año de nivel secundario de 21 escuelas de gestión estatal y de 9 escuelas de gestión privada.
El gobierno de CABA con Rodríguez Larreta a la cabeza y su ministra de educación Acuña, se destaca por el marketing de sus políticas educativas. En estos quince años de gobierno atacaron y modificaron los planes de estudios, mantuvieron una orientación pro empresaria, y avasallaron la formación docente sin tomar en cuenta la opinión de la comunidad educativa. En este caso en particular, y al igual que otras veces, les estudiantes secundarios comenzaron a aparecer en escena manifestándose en contra.
¿Qué opinan les estudiantes?
Luiza, estudiante del liceo 9 nos contó: “Nosotros creo que fuimos unos de los primeros en empezar las pasantías en empresas (fuimos a Infobae), fuimos 6 estudiantes durante 8 días de 9 a 12 hs. y en esos días fuimos anotando y haciendo actas para elevar a las autoridades. El primer día en Infobae tuvimos una presentación muy marketinera en powerpoint con gente del ministerio, directivos, etc. Durante todo esto nos dimos cuenta que no había nada de organización, información, planeamiento, etc. Los primeros cuatro días estuvimos sin hacer nada. No hubo nada pedagógico ni educativo. Todas las otras divisiones que no fueron a Infobae empezaron los ACAP en la UniCABA. En total el primer grupo perdió 8 días de clases mientras que lxs otrxs compañerxs si tenían, y logramos junto con les compañeres, suspender provisoriamente las prácticas”.
Lucero cursa 5° año en el Esnaola (escuela especializada en música) nos transmitió que: “en la escuela aún no tenemos prácticas pero nos parece una medida problemática porque es inconsulta, como todas las reformas que llegan a las comunidades educativas, no nos preguntan que qué pensamos nosotres, ni qué esperamos de todo esto”.
El gobierno presenta de manera auspiciosa esto, pero la realidad es la que cuentan les estudiantes. No hay nada planificado, ni pensado seriamente, ni se contemplan la realidad de ellos. Con la crisis económica que estamos atravesando cada vez son más les estudiantes de 5to año que trabajan o los que por trabajar tienen que dejar la escuela. Desde ya que ni las prácticas ni los trabajos basura que ofrecen a la juventud son un tema de importancia para los que se presentan como adalides de la educación meritocrática y mercantilista.
En el Cerámica, les estudiantes comenzaron a cuestionar porque los habían enviado a hacer prácticas a un instituto tecnológico pero les docentes reclamaron para que pudieran hacer las prácticas en instituciones que tengan relación con su orientación artística. Finalmente fueron al Casco histórico pero les indicaron que lijen una puerta. Les estudiantes planteaban que no estaba planificado y que pierden el contenido de las materias curriculares. Además se quejan de que no recibieron viandas mientras estaban trabajando.
Y ejemplos así se repiten en otras escuelas como el Lenguas, el Juan B. Justo, y la Rodolfo Walsh donde las propuestas son desorganizadas, sin planificación ni relación con los contenidos y orientaciones específicas, además de la pérdida de horas de otras materias y las dificultades por distancias y tiempos que se les presentan a les estudiantes. En estos testimonios se expresa lo improvisado del plan del ministerio. No se planificó cómo articular los contenidos curriculares, ni cómo se relacionan el ámbito laboral con sus planes de estudios. Desde ya que surgieron otros cuestionamientos por parte de los pibes, como las viandas que no alcanzan y son de muy mala calidad y los problemas de infraestructura en las escuelas.
¿Cuál es la realidad de la juventud?
Los últimos datos del INDEC indican que un 24% de la población activa se encuentra desocupada, subocupada u ocupada pero buscando trabajo. Los porcentajes se incrementan entre las mujeres, entre los jóvenes y entre la población de los barrios del sur de la ciudad. Y aquellos trabajadores que desempeñan tareas en Argentina y tienen entre 18 y 24 años son, según estadísticas recientes de la consultora Adecco, son los más empobrecidos entre sus pares de la misma franja etaria en América Latina.
¿Se pueden pensar estas prácticas por fuera de las condiciones laborales en las que se encuentran las grandes mayorías? ¿Cuál es la realidad de la juventud durante y también cuando termina la secundaria?
Los números son gravísimos, una juventud precarizada que tiene que rebuscárselas para vivir, y que no tiene garantizada sus condiciones básicas. Para pensar en una educación ligada al trabajo, se tendría que pensar en otro tipo de sistema, otras formas de vida, y una educación acorde a las necesidades de las mayorías, no de un puñado que se enriquece a costa de romper los cuerpos desde tan temprana edad.
Los testimonios expresados dan cuenta de los intereses que se ponen en juego acá: los de las grandes empresas y de los gobiernos que garantizan sus ganancias millonarias y hacen sus propios negociados. Los estudiantes del Lengüitas comenzaron sus prácticas laborales en la sede de la Cámara Argentina de Concesionarios de Servicios de Comedores y Refrigerio (CACYR). La CACYR es una organización integrada principalmente por las empresas que desde hace años se ocupan del servicio de comedores escolares en la Ciudad. La misma comida que denunciaron por estar en mal estado y ser de mala calidad por Myriam Bregman y Alejandrina Barry, que lograron el fallo que obligaba al gobierno de la ciudad a otorgar comida saludable. Y hace unos días, en la legislatura porteña, presentaron un proyecto de derogación de las prácticas laborales obligatorias:
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Si analizamos este modelo educativo que proponen Larreta y Acuña, tiene relación con su forma de gobernar. Los mismos que nos endeudaron, que nos pusieron de rodillas frente al FMI, que recortaron el presupuesto educativo los últimos años, proponen un modelo educativo mercantilista, alienante, de tipo Toyota.
Y por el lado del gobierno nacional sus propuestas tienden al permanente estado de malmenorismo, pasivización, contención y también, decidiendo pagar la deuda macrista sometiendonos al FMI. En la provincia de buenos aires muestran su proyecto educativo precarizando a les trabajadores del plan ATR, así como vimos el asesinato de nuestros compañeros Sandra y Ruben cuando explotó la escuela en Moreno. Su modelo educativo es que “hay que aguantar, estar en las aulas a como dé lugar”, cuando la realidad social no da para más.
A ninguna de estas coaliciones les interesa la educación, el desfinanciamiento, las condiciones cada vez peores para les docentes y trabajadores de la educación, la falta de inversión, el desprecio por el trabajo que realizamos los que estamos frente al aula todos los días.
Les pibes se empiezan a organizar
Mientras tanto los pibes de las escuelas secundarias comienzan a organizarse, hacen sentadas, asambleas, cartas, denuncias, no quieren que una vez más decidan por ellos. Solo la comunidad educativa de conjunto tiene claro cuáles son las verdaderas necesidades de les pibes, por eso la educación tiene que ser discutida desde abajo.
Este lunes 30 de mayo los gremios que dirige el kirchnerismo convocan a marchar por el salario. Sabemos que para cualquier pelea seria contra los ataques en la ciudad de buenos aires se precisa un plan de lucha organizado desde abajo, tomando las demandas más sentidas tanto de les trabajadores como les hijes que van a esas escuelas donde se aplican estas prácticas. Tienen que convocar a plenarios y asambleas para que discutamos. Desde la 9 de abril consideramos que tenemos que marchar ese día en una columna independiente, denunciando la situación en la que estamos y exigiendo a los sindicatos que llamen a paro para enfrentar este ajuste. En cada escuela debemos estar organizados docentes y estudiantes para unir las demandas y pelear de conjunto con esta perspectiva.