Hace unos días, en Santa Cruz, se viralizó el reclamo de una consumidora que mostraba un dedo humano hallado dentro de su hamburguesa. A raíz de eso se sabe hasta ahora que al menos 3 trabajadores de la empresa “Hot Burger” habrían resultado mutilados mientras realizaban su trabajo. Frente a esto el clerical empresario y ahora gobernador de Santa Cruz, Fernando Camacho, salió a dar respaldo a la empresa mientra tanto las centrales obreras guardan un ruidoso silencio. #LasVidasTrabajadorasImportan
Miércoles 15 de septiembre de 2021
En pasados días, se viralizó una fotografía donde una consumidora denunciaba haber encontrado un dedo humano dentro de la hamburguesa que había comprado de la cadena “Hot Burger”. Luego de que se hicieran las pericias policiales, se confirmó que el dedo era real y que pertenecía a un trabajador de la empresa que habría perdido dos dedos mientras trabajaba con la moledora de carne el pasado viernes. Hasta ahora se desconoce el paradero del segundo dedo. Es increíble y absolutamente indignante que lejos de haberse intervenido para salvar la mano de este trabajador, se haya impuesto el silencio, la invisibilización de esta situación que pone de manifiesto las condiciones de precariedad y explotación laboral, para salvar la “imagen” de una empresa a costa de la salud y vida de sus trabajadores.
A raíz de la repercusión del caso por las redes sociales y el festín amarillista que hicieron los medios de comunicación con la imagen del miembro, se hizo una investigación más profunda por parte de la policía y el viceministerio de Defensa al Consumidor. En dicha investigación se pudo conocer que ésta no habría sido la única vez que se habría suscitado un accidente de este tipo en la empresa, y que de hecho serían ya 3 los trabajadores que pierden dedos trabajando con la moledora. Ninguno de estos casos fue reportado por la empresa en su momento. Esto ya no puede ser considerado como un accidente laboral sino que pareciera que se trata de delitos dolosos por parte de los empresarios.
La situación de este trabajador pone de manifiesto la tremenda precarización laboral a la que están sometidos cientos miles de trabajadores y trabajadoras en nuestro país, muchos de los cuales ni siquiera cuentan con contratos formales ni están amparados bajo la Ley General del Trabajo (LGT), mientras que las grandes empresas, como la cadena “Hot Burger” ni siquiera son reguladas o inspeccionadas para comprobar si cumplen con las condiciones mínimas de seguridad para sus trabajadores o de salubridad en la producción de los alimentos que ofrecen.
Lo peor es que, mientras el enfoque de este caso debería llevarnos a reflexionar y a enfrentar la vulneración sistemática a los derechos de las y los trabajadores, poderosos personajes, artistas y empresarios han salido a defender a la empresa mientras las organizaciones obreras como la Central Obrera Departamental o la Central Obrera Boliviana guardan profundo silencio de las precarias condiciones laborales de sus afiliados, permitiendo que el empresariado aproveche este papel de las burocracias sindicales.
Fernando Camacho, religioso empresario y ahora gobernador de Santa Cruz, salió a defender la empresa de “Hot Burger” sin hacer siquiera mención al trabajador herido, lo que solo nos da una muestra más de que su condición de clase siempre será lo primero que defenderá en desmedro de la gran mayoría de clase trabajadora cruceña. Igualmente salieron a defender a la empresa el cantante Bonny Lovi y el empresario y piloto de automovilismo, Marco Bulacia junto a su hijo Bruno Bulacia.
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Y ¿quién defiende al trabajador si no son los mismos trabajadores?, este hecho no es aislado, constantemente somos testigos de que trabajadoras y trabajadores están desprovistos de las más mínimas condiciones de seguridad, en las construcciones, en la alimentación, en los hospitales, guardaparques, trabajadores de limpieza, etc. La gran mayoría no cuenta con los mínimos derechos laborales y muchos tampoco están amparados bajo la LGT, como es el caso de algunos sectores en Salud. Así como vemos que los ricos y empresarios se unen para defender su condición de explotadores, así también las y los trabajadores debemos unirnos en contra de este sistema explotador y criminal.
Hoy más que nunca debemos impulsar la organización y las más amplia solidaridad de la clase trabajadora, recuperando nuestras organizaciones sindicales y expulsando a la corrompida burocracia sindical. Basta de dejar que sigan precarizando y pisando los más básicos derechos laborales.
Para dar pasos y enfrentar la arremetida patronal es necesario exigir el ejercicio pleno al derecho a la sindicalización de las y los trabajadores, en cualquier fábrica, taller o empresa, derecho que viene siendo vulnerado sistemáticamente desde el mismo Gobierno del MAS que lejos de respetar el derecho a la organización independiente de las y los trabajadores ha impuesto políticas y mecanismos de cooptación, utilizando a las burocracias como policías dentro de los sindicatos y estatizándolos.