La reforma y ataque en el sector de salud comprende una modificación en el artículo 4 y 73 constitucional, que hace que los servicios lleguen a funcionar bajo el mismo marco administrativo; la “universalización” donde las enfermedades crónico degenerativas ya no serán atendidas, reduciendo en un 50% los servicios dentro de las instituciones como el Instituto Mexicano de la Seguridad Social (IMSS) o Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de Trabajadores del Estados (ISSSTE).
Martes 19 de julio de 2016
La universalización de los servicios de salud, la subrogación de prestaciones como el servicio de laboratorios y la construcción de centros hospitalarios con recursos públicos y particulares, en donde se incluye la construcción de nosocomios, es parte del proceso de privatización del sector sanitario, aseguraron integrantes del Frente Nacional por el Derecho a la Salud y a la Seguridad Social.
Luego de las masivas movilizaciones del 22 de junio en varios estados del país, trabajadores de distintas unidades médicas, del IMSS, del ISSSTE, convocaron a una asamblea para discutir el tema de la licitación de los servicios de laboratorios por un monto de 10,500 millones de pesos.
Este hecho es tan sólo un ejemplo del desmantelamiento en instituciones como el IMSS o ISSSTE con la llamada “universalización de la salud”, por lo que los trabajadores del sector han empezado a discutir un plan de acción con el objetivo de frenar la medida.
En dicha reunión denunciaron que los laboratorios carecen de los insumos y de la infraestructura mínima para satisfacer la demanda de servicios. Además expusieron que la propuesta para modificar la Ley General de Salud, que actualmente se encuentra en la Cámara de Diputados, sellará la privatización, que tiene como finalidad el ingreso de las aseguradoras en el negocio de la salud.
Así, indicaron que con la universalización de los servicios de salud o generalización del Seguro Popular, al igual que la reforma educativa, forman parte de la privatización de la salud y la educación en el país, por lo que indicaron que se solidarizan con la lucha de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) y que por lo tanto buscan canales de cooperación entre los movimientos.
Las próximas acciones contarán con el llamado a una asamblea nacional el 23 de julio, en el atrio de la iglesia de Nochixtlán, Oaxaca. A un mes de la masacre, la convocatoria tiene también como objetivo recordar a los muertos y heridos en esa localidad el pasado 19 de junio y en defensa de la salud pública.
También hicieron un llamado en distintos medios como La Jornada, a que todo el sector salud en el país se organice para realizar una marcha nacional el próximo 1 de agosto para exigir al secretario general del Sindicato Nacional de Trabajadores del Seguro Social (SNTSS), Manuel Vallejo Barragán, y al director del IMSS, Mikel Arreola, atender las deficiencias y el impacto de la llamada “universalidad de la salud”.
A pesar de las recientes declaraciones de Arreola sobre el carácter público del IMSS, los trabajadores; enfermeras, laboratoristas y médicos han desmentido y ventilado el actual deterioro del sector, pues son ellos los que diariamente atienden a miles de pacientes con grandes deficiencias. Por tal razón es fundamental la unidad entre las y los trabajadores de salud y la lucha del magisterio disidente, que ha sumado la solidarizad de múltiples sectores y que ahora debe extenderse a nivel nacional para que la reforma educativa y de salud no consoliden el ataque contra millones de trabajadores y las futuras generaciones.