Con un panel compuesto por Alejandro González, traductor del libro, José Antonio Castorina, investigador en temas de psicología del desarrollo, y Juan Duarte, prologuista del libro y editor de Ciencia y Tecnología de La Izquierda Diario, se presentó la primera versión completa a nivel mundial de este libro. Reproducimos extractos de las ponencias junto con el video de la charla.
“Es la primera vez que se reproduce en totalidad el texto tal como Vigotski lo había concebido”
Alejandro González, sociólogo y traductor de esta y otras obras de Vigotski comenzó la presentación de esta novedad editorial. A continuación sus principales ideas:
"Como ya saben yo voy a empezar con una presentación propiamente, voy a mostrar un poco y la idea es contarles en qué momento se inscribe esta publicación, en qué tradición, y por qué se está publicando un libro como este en Argentina en estos momentos. Cuál es la historia que hay detrás de eso y luego contarles algunos momentos específicos de la obra. Hacer un poquito de historia y contar un poco algunas características específicas de las traducciones de Vigotski al castellano y concretamente de este libro porque es una edición completa por primera vez a nivel mundial. Ya hace muchos años que se sabe que ha habido problemas con los textos de la Unión Soviética, tanto en el mundo soviético como occidental; particularmente en el mundo occidental. Entonces ya hace años que las traducciones y las ediciones de Vigotski se vienen sometiendo a revisiones. Lo que ustedes ven ahí es un capítulo ilustrativo: hay cuatro ediciones distintas de las obras de Vigotski.
En la Unión Soviética, como ustedes saben, hasta su caída, los textos de Vigotski circularon con recortes hechos por la censura soviética. Hacia fines de los años 90, principios de los años 2000, en Rusia comienzan a publicar ediciones que recuperan las originales de Vigotski que se publicaron en los años 20 y 30, lo que implica un ejercicio de reparación y recuperación de lo que no se había publicado. Esto es una historia nueva que permite a los occidentales acceder a textos completos de Vigotski que no estaban en circulación".
González ilustró el caso de Pensamiento y habla, obra central de Vigotski, traducida y editada por él en su primera versión completa en castellano en 2007 (Buenos Aires, Colihue):
"Supongo que en alguna materia vieron el texto de Pensamiento y lenguaje, que se hizo famoso a partir de 1962. Su traducción en Estados Unidos como "Language", creó una tradición de un modo de leer la obra de Vigotski. Eso se va a llevar hacia todo occidente. Hay que señalar que los cortes y la censura que sufrió en occidente fue mucho más despiadada de la que sufrió en la propia Rusia.
Es cierto que los editores soviéticos suprimen menciones incómodas, apellidos incómodos, nombres de libros incómodos. Pero era un trabajo bastante quirúrgico y no reducían prácticamente el volumen de un libro: en el volumen total apenas unas páginas. No sucedió lo mismo en occidente: a partir de la divulgación de las obras de Vigotski, en Estados Unidos la censura como el descuartizamiento de la obra de Vigotski, por ejemplo el libro Pensamiento y lenguaje, todavía circulan. El caso es que el archivo de Vigotski no está todavía público, no está en una biblioteca, no es accesible a cualquiera. Lo tiene la familia, los archivos hay que ir en una casa y golpear la puerta y no le abren a cualquiera y por eso nos cuesta mucho reconstituir el legado de Vigotski.
Por ejemplo, parte de ese trabajo, lo que ustedes ven ahí [proyectado] es un cuadernillo de notas de Vigotski que conserva sus impresiones del único viaje que hizo al extranjero. En 1925 viajó a Londres a un Congreso de Psicología. Por la falta de papel, la falta de espacio, pero también por su conciencia de que tenía tuberculosis y de que no tenía el futuro asegurado, tomaba notas muy deprisa y las abreviaba. "El libro que estamos presentando hoy que es El significado histórico de la crisis de la psicología, que viene a resolver o a subsanar los dos grandes problemas que había específicamente con este texto.
La historia del mismo es bastante corta. A diferencia del Pensamiento y habla y de otros que se publicaron en vida de Vigotski y tienen una historia más larga de ediciones soviéticas, este texto se publicó por primera vez en el ‘82 y sirvió como fuente para su traducción. Pero el problema es que todas las ediciones occidentales tomaban como fuente de traducción la soviética. Estamos reproduciendo sin saberlo los cortes y el formato que le dieron los editores soviéticos.
Por ejemplo ahí pueden ver en una página de los primeros textos que escribió a mano. Yo amplié un poco el fragmento y se puede observar que hay una letra en gris oscuro, además de unas tachaduras en azul y marcado con un paréntesis una cita. Eso es una intervención de los Editores soviéticos al fragmento que sí se puede ver. Es una cita de Trosky que incluye de Literatura y Revolución; y para colmo en esa cita las dos tachaduras que ven son las de apellido Trotsky.
El otro problema que viene a resolver esta edición es de traducción: aquella que tiene la edición española de Vigotski, específicamente en el texto El significado histórico de la crisis en psicología ya que es la única edición castellana. Además de que reproduce los cortes de la versión soviética del 82, que eso es involuntario. A su vez agrega grandes problemas en la traducción al castellano.
El texto que estamos publicando en Argentina hoy es la primera versión a nivel mundial de este texto. Porque, como les dije, en Rusia no se llegó a publicar esta versión revisada pero por suerte quedó un material que me sirvió mucho para el trabajo. Resulta ser que en castellano estamos publicando, en el año 2022, un texto casi 95 años después de publicado, desde que lo publicaron en Rusia. Es la primera vez que se reproduce en totalidad el texto tal como Vigotski que lo había concebido."
“Hay un problema filosófico que no se resuelve con experimentos, una tesis fundamental del marxismo que es el método de investigación materialista dialéctica que incluye la relación e interacción entre naturaleza y cultura".
Luego fue el turno de José Antonio Castorina, realizando una reflexión propia a partir del libro:
“Voy a hacer un enfoque del libro, no voy a examinarlo exhaustivamente. Lo que voy a plantear es una cuestión fundamental para los psicólogos, sobre todo quienes trabajan en la práctica e investigan. Básicamente la cuestión es la relevancia de las concepciones del mundo para la teoría psicológica, cuestión que me parece poco tratada y eludida en el campo de la historia reciente de la psicología, y también voy a tratar sobre el problema de los valores éticos y políticos, que intervienen en la investigación psicológica de Vigotski.
Propongo mirar la obra de Vigotski, desde una perspectiva de autor, desde los problemas actuales que nos plantea hoy la investigación. Básicamente, podemos considerar a la dialéctica como una concepción del mundo que incluye aspectos ontológicos y epistemológicos. Por un lado, es una ontología según la cual hay una única materia en perpetua actividad, a la que se puede interpretar no solo como naturaleza sino también como una materialidad socio-histórica, es decir, las prácticas sociales que transforman la naturaleza. En segundo lugar, hay tesis epistemológicas, entre otras, la dialéctica entre la teoría y la experiencia, en contra del empirismo, o que los hechos psicológicos reenvían a realidades que trascienden nuestro sentido común, las apariencias no coinciden con lo que se podría acordar en el conocimiento. En conjunto, el marco dialéctico permite reconsiderar las dualidades del mundo psicológico.
En la obra de Vigotski aparece algo fundamental, la crítica al pensamiento de la escisión, originado en la modernidad y que llega al siglo XX y lo que va del XXI, y que separa dicotómicamente a los mal denominados “factores” psicológicos. Es decir, el dualismo filosófico mente-cuerpo, individuo/sociedad, cultura/naturaleza. O su aparente contrario, el reduccionismo de un término al otro. En esta perspectiva filosófica y ontológica –con frecuencia- se postula que el mundo está hecho de elementos, por ejemplo, de entidades físico-químicas, de modo tal que la naturaleza aparece como radicalmente separada de la cultura y la sociedad. Así, entre otros muchos ejemplos, para una buena parte de los psicólogos cognitivos y los neurocientistas, la explicación de la vida psíquica, y particularmente la aplicación de estas disciplinas a la salud mental o la educación, implica que “el cerebro piensa” “o sufre”, eliminándose los malestares o las prácticas propiamente de los individuos con el mundo simbólico El individuo, o sus procesos cognitivos/cognoscitivos son separados de la cultura y resultan considerados como endógenos. Estudiar al ser humano es estudiar a sus redes neuronales o sistemas neuronales. Este marco epistémico constituye el sentido común académico, que permea u orienta la investigación del mainstream, en la selección de los problemas a investigar o la elección del modelo explicativo. Y su fuerza radica, justamente, en que no es consciente para los propios psicólogos, y constituye un obstáculo para plantear los problemas más relevantes de la psicología de la salud, del desarrollo o de las representaciones sociales.
Por lo demás, aquel reduccionismo es también epistemológico, entre hecho-valores o teoría-experiencia, o la creencia de que hay un solo método, el experimental y la apelación determinante a los procedimientos estadísticos, disociado de la teoría o de los presupuestos filosóficos. Y ello caracteriza a diversas corrientes experimentalistas, cognitivistas y de neurociencia, en esta facultad.
Por el contrario, Vigotski asume de modo explícito una concepción del mundo dialéctica y meterialista, en sentido ontológico y epistemológico, un genuino marco epistémico. Ahora bien, tal perspectiva se convirtió en una metodología. Es decir, lo que llamó una psicología dialéctica, ya que para construir una psicología general hay que construir un método. La dialéctica funcionó como una herramienta para construir un método de investigación y dar cuenta de los procesos de transformación en el desarrollo psicológico. Dice en este libro: “Para crear esa teoría intermedia –metodología o ciencia general-.será necesario desvelar la esencia del grupo de fenómenos correspondientes, las leyes de sus variaciones……crear categorías y conceptos que le son propios, crear su El Capital” (p. 193). Por lo tanto, dicha metodología consiste básicamente en comprender un objeto de investigación (por ej. la formación de conceptos) en términos de la unidad de las determinaciones contrarias que lo constituyen, en sus interrelaciones, en función de su historia, es decir el desarrollo estudiado en términos de unidades de análisis dialécticas. Y esta compatibilidad de metodología y concepción del mundo no supone para nada una extrapolación o “aplicación” de las ideas filosóficas, sino la capacidad de la dialéctica para atrapar lo específico del proceso de desarrollo bajo estudio. Por último, queremos señalar, en esta apretada síntesis, que así como la metodología dialéctica no se confunde con la teoría psicológica del desarrollo, su utilización sistemática en las indagaciones vigotskianas dio lugar a la formación de una teoría específica y explicativa: la emergencia de novedades en los sistemas psicológicos derivó de la atribución de procesos dialécticos al propio desarrollo. La investigación “realizo” la dialéctica del marco epistémico y la metodología, mostrando el carácter abierto del sistema de actividad de los niños, incluida la reorganización de aquellos con un desarrollo peculiar debido a discapacidades orgánicas. Así, las tensiones y síntesis superadoras, entre lo natural y lo cultural, explica los cambios del desarrollo.
Me permito un demasiado apretado comentario sobre la dialéctica, pensando en la versión vigotskiana, habida cuenta de los debates contemporáneos en la filosofía. Justamente, la incomprensión de esta categoría central del pensamiento deriva de la incomprensión de sus rasgos: por un lado, no es a priori, no proviene simplemente de la filosofía, su propia credibilidad se sostiene indirectamente con la verificación de las hipótesis de la teoría; ella no sustituye a los métodos específicos de indagación, habida cuenta que la investigación de datos y categorización no está en el mismo nivel que la construcción del objeto y de la teoría psicológica; que los conflictos y contradicciones, esto es claro en Vigotski, no se transforman de modo inevitable, ni se orientan en una única dirección, hay una contextualidad de las relaciones entre instrumentos culturales e individuos; la dialéctica no es una cáscara vacía, como decía Gruner, que se aplica sin más a cualquier objeto, sino que tiene una validez limitada. Por ejemplo, Vigotski, como Marx, jamás confundió la contradicción dialéctica con la contradicción formal, ya que ambos denunciaron las incoherencias lógicas de los psicólogos de su tiempo. Finalmente, y siguiendo los textos censurados por el stalinismo, la dialéctica no es inmodificable, es revisable como cualquier principio del marxismo, si así lo exige la marcha de los conocimientos y los nuevos problemas, hasta alcanzar formas inéditas. Que un psicólogo invoque esta categoría lo hace para estudiar el desarrollo del lenguaje o los sistemas conceptuales, o la constitución de la subjetividad social. Insistimos, Vigotski ha dado testimonio de que la formulación de la dialéctica satisface los motivos que llevaron a postularla, particularmente la emergencia de novedades en el desarrollo. La síntesis de las tensiones de la línea natural y cultural del desarrollo ha mostrado su pertinencia para estudiar la formación de los procesos psíquicos superiores.
Por último, este libro indirectamente, plantea una cuestión clave para la práctica y la investigación psicológica: el compromiso ético y político, que aparece en el artículo “La transformación socialista del hombre” (pp. 239-256). Quiero recordar que esta obra temprana de Vigotski surge en un contexto cultural y social, incluidas las disputas políticas, de ahí que el marco epistémico o las tesis de base se encarnan también en valores políticos y éticos. En este sentido hay “vectores para la acción”, una aspiración a transformar el mundo capitalista en Vigotski que orienta su investigación psicológica, junto con las tesis filosóficas. Otros psicólogos en el tercer mundo también han propiciado tomar partido por los sectores estigmatizados y explotados, apuntando a la “justicia distributiva” Lo que queremos relevar es que cualquier psicólogo, indague los temas que indague, e independientemente de creerse “neutral” en el sentido de la epistemología positivista, de quedar fuera de estos compromisos, no deja de poner en juego sus propios valores. Así, los psicólogos conductistas y neoconductistas guiaron sus trabajos hacia “el control de los comportamientos”, así como los cognitivistas tienden “al individualismo” o hacia “los valores de la normalidad”, rechazando las “desviaciones” de las diversas formas de diversidad y heterogeneidad. Y los valores intervienen sobre el proceso mismo de conocimiento, tanto en la formulación de los problemas como en el modo de realizar entrevistas (lo que esperan el investigador y el investigado, uno del otro) o el establecer las unidades de análisis. En Vigotski, su identificación con los valores políticos de Marx influyó en su elección de la dialéctica como metodología de construcción de las unidades de análisis. Claramente, la imagen valorada del científico como un usuario excluyente de mediciones o escalas estandarizadas, indiferente a sus creencias que sostienen o cuestionan este mundo, es un obstáculo para comprender el punto de vista de los sujetos sociales.
En definitiva, y como conclusión, Vigotski, entre otras lecciones nos deja: 1) No hay investigación ni práctica psicológica sin un marco filosófico, que este es inevitable e interviene en sus decisiones durante la producción de conocimientos; 2) que es una tarea indispensable de los psicólogos emprender una reflexión crítica sobre los presupuestos ontológicos y epistemológicos involucrados en su tarea. 3) Que muy particularmente, se destaca la relevancia de los valores éticos y políticos, en contra de la neutralidad valorativa, y que se pueden contraponer diversas escalas de valores por medio de una discusión racional colectiva de los psicólogos.
"La propuesta de Vigotski nos permite comprender la psicología como una ciencia sin caer en dualismos y proponer un tipo de psicología superadora pero a condición de estar pensando siempre la propia práctica y teoría desde la crítica anticapitalista, que analice cuáles son las condiciones históricas que subyacen a los procesos."
Para finalizar, intervino Juan Duarte, editor y coprologuista del libro:
"Antes que nada quiero agradecerles por estar acá a Alejandro, con quién tuve el gusto de poder trabajar en el prólogo de este libro junto a Pablo Minini. Siempre predispuesto a compartir e intercambiar, José Antonio, desde aquélla primera vez que lo entrevistamos con Ariane Diaz, que también está acá.
Este trabajo es la primera edición a nivel mundial. Es un logro colectivo de una editorial particular que es Ediciones IPS, que impulsamos desde el PTS en un trabajo colectivo y colaborativo con un objetivo político central que es poner a disposición de las nuevas generaciones y no tan nuevas de trabajadores, psicólogos y psicólogas, mujeres y jóvenes, cualquiera que quiera interesarse por una tradición de lucha de clases que es también una tradición de lucha, teórica. No hay práctica revolucionaria sin teoría revolucionaria. La editorial intenta hacer eso y estamos logrando un ida y vuelta no solamente a partir de autores marxistas clásicos como Marx, Lenin y Trotsky sino también con elaboraciones propias, como también una Colección de Ciencia, Ecología y Marxismo, y este libro es el tercero de la colección Ciencia y Marxismo: el primero fue Genes, células y cerebros, de Hilary y Steven Rose; el segundo La biología en cuestión, de Richard Lewontin y Richard Levins, biólogos también de una tradición dialéctica; y el tercero, Vigotski, que no es casualidad ya que demuestra la importancia de la Psicología como ciencia. Y decir Psicología como ciencia en esta Facultad muchas veces es leído como una provocación, ya que el pensamiento posmoderno imperante hizo que hablar sobre ciencia equivaliera a hablar sobre positivismo. Recuperar esta perspectiva significa que se puede hacer ciencia por fuera de cualquier dualismo y reduccionismo, a condición, como decía Antonio, de retomar la tradición de la dialéctica marxista y de quienes la pensaron y elaboraron; la dialéctica de Marx, Engels, Lenin, Trotsky, que de forma creativa recreó Vigotski. Y como tomamos en el prólogo del libro, el objetivo es construir una psicología a partir de una perspectiva crítica anticapitalista y socialista.
Hacia el final del libro, spoileo el final, Vigotski se pregunta si a la psicología se la tiene que seguir llamando psicología, a pesar de las críticas que le hace. Y dice dos cosas: una, la revolución le arranca el nombre a las cosas; y también dice que tenemos que seguir llamándola Psicología, porque el nombre lleva en sí su historia. Aunque ahora, decía Vigotski, ‘tenemos en nuestras manos las posibilidades de cambiar el modo de hacer Psicología y la seguiremos llamando Psicología aunque estamos discutiendo un método para que sea un instrumento de conocimiento científico y emancipación social, pero a condición de pelear por una sociedad sin clases sociales como por la que peleemos se va a parecer tan poco a esta psicología y a la subjetividad alienada a la cual nos enfrentamos como –parafraseando a Spinoza– la constelación del perro al perro, animal de cuatro patas. O sea, que estamos viendo una abstracción de las posibilidades psicológicas del ser humano; en otras palabras, el proyecto revolucionario está en el seno de la obra de Vigotski y el uso que hace de la dialéctica está ligado a esa posición histórica.
Este libro permite conocer cuál es el proyecto programático de Vigotski en psicología. Tampoco se conoce que su teoría es producto de las condiciones históricas en las que escribe, básicamente el proceso revolucionario en Rusia. Si vemos la biografía de Vigotski, fue impactado por la revolución y comprometido en ser parte de una sociedad de transición, desde dar clases para maestras, maestros, campesinos y otras tareas ante un Gobierno revolucionario. El marxismo es central en la psicología de Vigotski, y de hecho en el libro, la dialéctica está sobre todo en las unidades de análisis, pero a partir de una mirada engelsiana sobre el desarrollo de los conceptos en ciencia y la importancia –como señalaba Tono recién– de una posición filosófica dialéctica, que implica no imponerle la dialéctica las cosas, sino encontrarla a partir de un método propio al nivel de los fenómenos específicos que se analizan. Es una idea que pone en juego siempre. Dialéctica de la Naturaleza va a ser una referencia constante en el libro.
Otra referencia central en el libro y toda la obra de Vigotski es Trotsky. Vigotski propone en este sentido la necesidad de crear una “psicología general”, metodología general, o –nuevamente en términos engelsianos– elaborar una dialéctica de la psicología, contra tendencias en boga de buscar respuestas prefabricadas en citas de Marx, Engels o marxistas previos, o de encajar a la fuerza, eclécticamente, teorías y escuelas psicológicas. Y esa idea tenía que ver con un contexto de lucha contra tendencias dogmáticas y con la pelea que estaba dando Trotsky contra quienes querían tirar por la borda toda la cultura previa de la revolución. Construir El Capital de la Psicología, esa idea central del libro que señaló Tono (construir su propia metodología dialéctica concreta con sus unidades de análisis propias), es una referencia que Vigotski toma de Trotsky, tal como lo plantea en Literatura y Revolución, libro que cita en esta obra y que estaba censurada hasta ahora. Construir una nueva ciencia, un nuevo arte y una nueva cultura en una sociedad de transición al socialismo implicaba una apropiación crítica de la cultura previa, dar una discusión profunda sobre los problemas y las elaboraciones previas de la ciencia y la psicología, conquistando hegemonía para mostrar otra ciencia y cultura en una sociedad de transición.
Otra referencia central en Vigotski es Lenin. Hay dos lecturas sobre Vigotski: una que lo aleja de la revolución y lo pondera como un genio; esa visión predominó mucho luego de la muerte de Stalin y la vinculación de la obra a la edición por parte de la censura stalinista. Después hay otra versión que dice que era marxista, pero un marxismo alejado de Lenin (o Engels). Sin embargo, cuando leemos el libro encontramos constantemente a Lenin como referencia, y en el conjunto de la obra, aún más. Por ejemplo, la idea de que el pensamiento conceptual y la relación entre biología, cerebro y cultura es una relación dialéctica, y, además, que justamente el desarrollo del pensamiento conceptual [que Vigotski se ocupó de explicar científicamente] permite lo que llama Lenin en sus Cuadernos Filosóficos, “un pensamiento/reflejo zigzagueante”, que es también la posibilidad de imaginar otros mundos posibles y una dialéctica donde a la vez que pensamos científicamente podemos pensar, como diría Lenin, la fantasía, está en el centro del planteo que hace en el artículo “El pensamiento”, que incluimos también en el libro. Ahí, discutiendo contra una mirada biologicista del localizacionismo cerebral sobre el pensamiento, que hoy podemos encontrar en las neurociencias, toma la siguiente cita de los Cuadernos filosóficos de Lenin:
“La aproximación del espíritu (humano) a una cosa particular, el sacar una copia (= un concepto) de ella no es un acto simple, inmediato, un reflejo muerto en un espejo, sino un acto complejo, dividido en dos, zigzagueante, que incluye en sí la posibilidad del vuelo de la fantasía fuera de la vida; más aún que eso: la posibilidad de la transformación (además, de una transformación imperceptible, de la cual el hombre no es consciente) del concepto abstracto, de la idea, en una fantasía (in letzer Instanz [en última instancia]= Dios). Porque incluso en la generalización más sencilla, en la idea general más elemental (“mesa” en general), hay cierta partícula de fantasía”.
O sea, todo lo contrario a la teoría del reflejo que se le atribuye usualmente. En el análisis del desarrollo de la ciencia psicológica del libro, también, la clave está puesta en los conceptos, que siempre contienen un grado de abstracción y de concreción, incluso los matemáticos, y en psicología va a ser la clave para las funciones psicológicas superiores, las que pueden ser concientes y voluntarias, las propiamente humanas, también. En ese punto nodal, también Lenin va a ser una referencia constante a la que Vigotski vuelve una y otra vez en un busca de claves filosóficas dialéctica.
Finalmente, ¿cuál es la actualidad del planteo de Vigotski? Este texto programático señala la crisis de la psicología. Por un lado, la tendencia a explicaciones materialistas mecánicas y por otro lado la tendencia a explicaciones idealistas, subjetivistas, de los procesos psicológicos. Discute la necesidad de pensar otra psicología donde se pueda, por ejemplo, pensar un sistema educativo que sea emancipador. En la actualidad encontramos que desde las psicologías cognitivas e incluso las neurociencias, a nivel mundial, y distintas escuelas de psicoanálisis, en particular estructuralistas y posestructuralistas, en particular en Argentina, se siguen reproduciendo estas tendencias. Aun reconociendo, obviamente, aportes y desarrollos parciales desde el tiempo en que fue escrito, el análisis de la crisis y las tendencias en la psicología de las que habla Vigotski en el libro siguen presentes, y su propuesta programática conserva toda su actualidad y constituye una clave metodológica para integrar los aportes, valiosos, de diferentes psicologías.
Más en general, el momento en que Vigotski escribió en libro y desarrolló su obra tiene en común con el actual que se trata de un marco histórico particular en las cuales las tendencias del capitalismo no han hecho desarrollarse, y seguimos en un momento del mismo que, como diría Lenin, podemos definir como una etapa de crisis, guerras y revoluciones. A nivel económico, todavía seguimos en la estela de crisis desde el 2008, y transitamos otro tipo de crisis histórica en otro registro, la crisis climática y ecológica actual; en ese marco estamos también viviendo un auge neoliberal que implica una mercantilización creciente de la vida cotidiana, una precarización creciente de las condiciones de vida y de trabajo y, a nivel psicológico, la tendencia a hacer del padecimiento mental una fuente de mercancía, con la industria farmacéutica operando, y naturalizando las condiciones de vida en las cuales vivimos. Frente a esto tenemos, como señalaba Vigotski, dos tendencias: una biologicista donde todo es cerebro y neurotransmisores, y otra posmoderna estructuralista o posestructuralista, donde todo es discurso. A nivel psicológico, con una perspectiva individualista haciendo una propuesta que se puede simbolizar, por ejemplo, en una frase que circula mucho: "no retroceder ante tu propio deseo", que es interpretada de una forma cínica, en la cual no te importe nada de lo que pasa más allá, a nivel social, si total es imposible de cambiar. Todo esto lleva a un individualismo donde la premisa es que no se puede cambiar nada de lo que nos ofrece la miseria capitalista. El presupuesto para esto es la imposibilidad de terminar con este sistema.
Frente a esto la propuesta de Vigotski nos permite comprender la psicología como una ciencia sin caer en estos dualismos y proponer un tipo de psicología superadora, pero a condición de estar pensando siempre la propia práctica y teoría desde la crítica anticapitalista, que analice cuáles son las condiciones que subyacen a estos procesos. O sea, implica recuperar un horizonte histórico revolucionario, la posibilidad y necesidad de terminar con el capitalismo y construir una sociedad sin clases, sin la alienación capitalista y el padecimiento psíquico que implica, en la cual las potencialidades sociales y psíquicas puedan desplegarse."
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