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Red Internacional
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BRASIL ELECCIONES 2018. Presidenta del PT: "Nuestra premisa es tener siempre responsabilidad fiscal"

Lo dijo la presidenta nacional del PT y senadora Gleisi Hoffmann en declaraciones sobre el programa de gobierno del Partido de Trabajadores hacia la campaña presidencial.

Martes 24 de julio de 2018

Según Gleisi Hoffmann, el programa busca conversar "con el pueblo" y no con el mercado financiero. La demagógica fórmula, sin embargo, con la que buscan llenar los titulares, es seguida por una contundente explicación: "Nuestra premisa es tener siempre responsabilidad fiscal con responsabilidad social. Ya gobernamos el país. Todos saben como trabajamos las cuentas públicas y tenemos que hablar con el pueblo, no con el mercado", dijo Gleisi.

Es completamente falso que no gobernarían para los empresarios, toman como su regla de oro la responsabilidad fiscal. Eso solo puede significar una cosa en tiempos de crisis: recortes en la salud, en la educación y reforma previsional.

El primer punto que desenmascara la falsa afirmación de Gleisi es el pago fiel de la deuda pública: en 13 años, el gobierno de Lula y Dilma entregaron juntos alrededor de 13 billones de reales (cerca de 3,4 billones de dólares) al imperialismo. La deuda pública es uno de los más importantes mecanismos de saqueo de las riquezas del país y de subordinación a los mercados internacionales.

No solo fueron religiosos pagadores de esta deuda ilegal, ilegítima y fraudulenta. Como menciona Gleisi en su declaración, mediante la ley de Responsabilidad Fiscal, en la práctica se garantiza constitucionalmente el destino del 40% del presupuesto de los estados así como la imposición de recortes en el presupuesto federal para garantizar el pago de esa deuda. O sea, Gleisi deja en claro que el gobierno del PT seguirá bajo las riendas del imperialismo y del mercado financiero, respetando la ley que quita partidas presupuestarias a la salud y a la educación para entregarlas a los banqueros dueños de esa deuda.

El plan petista intenta reeditar la "era lulista" proponiendo intensificar la oferta de "crédito barato" a familias y empresas y hacer una reforma tributaria que promueva justicia fiscal. Sin embargo, ese proyecto viejo con cara nueva es incapaz de ser puesto en práctica en los marcos de la actual crisis capitalista: el gobierno de Lula hizo que los bancos hayan ganado más que nunca y fue capaz de dar pequeñas concesiones a los trabajadores una vez que América Latina de conjunto pasaba por un "boom económico". Incluso en medio de este boom, hizo que los bancos ganen como nunca con los intereses de la deuda. En medio de la crisis capitalista y con las constantes presiones del imperialismo para expoliar aun más a los países, el próximo gobierno que asuma puede enfrentar una fuerte crisis fiscal, y tendrá que aplicar reformas aun más duras que las impuestas por el golpista Michel Temer.

Por otro lado, Gleisi afirmó que el gobierno petista se propondrá deshacer las privatizaciones de Temer y revocar la reforma laboral. Si en una situación excepcional como la que hubo durante los años de gobiernos petistas no deshicieron ninguna privatización, al contrario, comenzaron la entrega del pre-sal (reservas marítimas de petroleo), puertos y aeropuertos, no lo harán ahora. La reforma laboral existe gracias al PT y especialmente por la CUT, central sindical dirigida por el PT, que traicionó la huelga general permitiendo que esta medida fuese aprobada sin ninguna resistencia.

El discurso de Gleisi es claro, mucha demagogia de lo que haría para los trabajadores pero una clara señal al "mercado": la primera preocupación del PT es la responsabilidad fiscal, entonces se preparan al igual que otros candidatos como el actual gobernador de San Pablo, Geraldo Alckmin (PSDB de Fernando Henrique, el exministro de Lula Ciro Gomes o el ultraderechista Jair Bolsonaro, para atacar a los trabajadores.