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Mundo Obrero. Primero de Mayo, te saludo y te venero! El feminismo obrero de Eloísa Zurita

En los albores del siglo XX el feminismo clasista recorría la pampa salitrera. Mujeres provenientes de los sectores más desposeídos de la sociedad se hacían militantes por la causa obrera, al mismo tiempo que develaban ser la esclava del esclavo. Eloisa Zurita, la primera feminista del norte grande expresa este feminismo en contra de toda explotación y opresión. Participó en la trágica huelga de los trabajadores del ferrocarril en enero de 1906 por media hora de colación, la huelga tuvo como respuesta por parte de la patronal la masacre de la Plaza Colón de Antofagasta. En esta circunstancia el marido de Eloísa es asesinado también por un policía.

Galia Aguilera

Galia Aguilera Profesora, y dirigenta del Partido de Trabajadores Revolucionarios

Miércoles 22 de abril de 2015

En los albores del siglo XX el feminismo clasista recorría la pampa salitrera. Mujeres provenientes de los sectores más desposeídos de la sociedad se hacían militantes por la causa obrera, al mismo tiempo que develaban ser la esclava del esclavo. Eloisa Zurita, la primera feminista del norte grande expresa este feminismo en contra de toda explotación y opresión. Participó en la trágica huelga de los trabajadores del ferrocarril en enero de 1906 por media hora de colación, la huelga tuvo como respuesta por parte de la patronal la masacre de la Plaza Colón de Antofagasta. En esta circunstancia el marido de Eloísa es asesinado también por un policía.

Luchadora es la palabra que la caracteriza, pues no se rinde tras esta terrible tragedia para la clase obrera y para ella misma que perdió a su pareja. A los y las explotadas les queda mucho camino por recorren, pues a pesar de esta derrota y otras, como la matanza de la escuela Santa María de Iquique en 1907, se avecinan años de lecciones y nuevas luchas que parirán el movimiento obrero organizado en este largo país. Aunque Eloísa desaparece en esos nuevos procesos hay que reivindicarle que tras esta horrenda experiencia en la Plaza Colón, levanta las banderas de los derechos de los trabajadores por las 8 horas de trabajo, 8 horas de descanso y 8 horas de recreación, demanda histórica que fue conquistada en la huelga que estalló en Chicago en 1886, pero que aun hasta el día de hoy no está saldada del todo.
En esta nota reproduciremos un artículo escrito por Zurita “Al primero de Mayo” del periódico la Vanguardia (1906) de Antofagasta, el cual ha sido concedido por Sergio Gaytan, literato y biógrafo de esta inigualable mujer. Es un llamado a no olvidar esta fecha de luchas que derramo sangre de trabajadores, atrevimiento que logro sentar las 8 horas de trabajo que el empresario ladrón no quiso y se resiste hasta el día de hoy otorgar en plenitud, frente a lo cual Eloísa llama a los herederos de la clases laboriosas cobren su herencia de lucha.

Al primero de Mayo (1906)
Para “La Vanguardia” de Antofagasta

Entre los acontecimientos más notables, desarrollados por la clase trabajadora para mejorar su estado económico, figura como estela luminosa de inagotable duración, la gran huelga revolucionaria estallada en Chicago, por la inmensa clase proletaria el 1° de Mayo de 1886.

Veinte años ha, que el ejército proletario sacudía con abnegación las duras penurias de un forzado campamento, i al eco de una sola voz repercutía en los Estados Unidos, las ocho horas de trabajo.

¡Miles de víctimas cayeron inmoladas al grito de Justicia i Libertad!
Mas, no nos estraña, pues ésta es la contesta obligada de nuestros malos gobernantes, cuando sus hijos se atreven a solicitar una justa protección.
Allá, como en todo movimiento obrero de nuestra Patria, los sayones sin conciencia del Capital, escojen las víctimas que han de sacrificar, creyendo (ignorantes) que con ello acallarán la voz de la razón de los que claman por la inmediata reivindicación de sus derechos.

La horca, altas del sacrificio, alzada para arrancar el hilo de la existencia, a los heroicos luchadores de Chicago, se alzará un tiempo tal vez no lejano, para pedir estricta cuenta a la canalla burguesa de tan infame proceder.
La clase trabajadora del Universo, no debe olvidar jamás, la inmortal fecha de este avance proletario, en que nuestros hermanos de la América del Norte, arreglaron para siempre una de las más hermosas conquistas, la disminución de las horas del trabajador.

Los nombres de los mártires de Chicago, Adolfo Fischer, Jorge Anjel, Alberto Parson, Augusto Espies i Luis Lingg, ahorcados el 11 de Noviembre de 1886, sean venerados con el relijioso respeto i admiración por el mundo obrero, i en seña de formal protesta, demostremos a la déspota i tirana burguesía, que también sentimos en nuestros corazones el peso de cobrar esa herencia que en tan sublime arrojo nos legaron.

La sangre derramada por los héroes de esta inolvidable hecatombe, unida a las innumerables vicisitudes i sufrimientos, soportados por los no menos esforzados luchadores en pro de los derechos del pueblo, compañeros S. Schwal, O. Neebe i S. Fielden, han llegado hasta nosotros como chispazos eléctricos, que pronto, al calor de nuestras aspiraciones convertidas en inmensa hoguera, serán las encargadas de reducir a cenizas los viejos i carcomidos pergaminos de la burguesía imperante.
Estos sucesos de luto i desolación, no deben ni pueden ser recibidos por la clase proletaria con regocijo, pero sí, con protesta i justa indignación, haciendo promesas para el porvenir, de unir nuestros esfuerzos como productores del vellocino dorado, haciéndonos respetar con razones comedidas dentro de la Justicia i el Derecho, hacia los que, se hartan, satisfaciendo sus desmedidas ambiciones a costa de nuestro inmenso sacrificio.

No son infundadas nuestras quejas mui frescos están aún, los acontecimientos de esta índole desarrollados por la clase proletaria en los movimientos del 12 de Mayo de 1903, 22 de Octubre de 1905 i 6 de Febrero de 1906, en Valparaíso, Santiago i Antofagasta respectivamente.

En todos estos actos, ha quedado bien demostrada, la ineptitud i falta de Diplomacia de nuestros gobernantes.

Hemos visto con intenso pesar el poco interés que, esos hipócritas mandatarios, han manifestado en dilucidar el problema obrero, mui fácil por cierto de resolver si ellos poseyeran sentimientos humanitarios, conciencia y rectitud.

El hecho contrario de resolver estas justas peticiones, bajo la bala homicida o el peso de la bayoneta, va aumentando con admirable rapidez la causa del proletariado.
Esta, no conoce vallas ni fronteras I, ¡hai! del día, en que unidos los trabajadores del Universo, pidan justicia i libertad, por que será imposible detener las venganzas de los esplotados i oprimidos.

Primero de Mayo, te saludo i te venero!
Eloísa Zurita de Vergara