La elaboración de cigarrillos, producto cancerígeno, es considerada un trabajo de producción esencial para el gobierno de Chile. Para continuar con su producción el coste ha sido decenas de trabajadores movilizándose en regiones con cuarentena obligatoria y brotes de coronavirus al interior de la fábrica.
Martes 21 de julio de 2020 14:04
Un reportaje elaborado por CIPER dejo al descubierto una inédita decisión, la compañía British American Tobacco Chile (ex Chiletabacos) quienes controlan el mercado y elaboración de cigarrillos en el país no ha parado de funcionar, pese a tener sus instalaciones de elaboración en comunas que hoy se encuentran en cuarentena total.
En Casablanca funciona durante 24 horas ininterrumpidas la manufactura de cigarrillos que moviliza a decenas de trabajadores desde Valparaíso y Viña del Mar, el articulo además consigna el brote de contagios al interior de la fábrica.
A pesar de todo esto lo que mas llama la atención es la consignación de “industria esencial” con la que la compañía de tabacos ha consignado su labor, para explicar esta tipificación ningún organismo gubernamental se hizo responsable, ni economía, ni salud, ni agricultura, ni la subsecretaria del delito entregan una explicación de porque entre el 22 de Marzo y el 14 de Junio British American Tobacco (BAT) Chile ha accedido a 50 permisos de “supermercados, mercados, centros de abastecimiento, distribución y producción” de un producto que es el principal causante del cáncer de pulmón, laringe y cavidad bucal. Que también está relacionado con el cáncer a la tráquea, esófago, páncreas, estómago, riñones, vejiga y sangre. Asimismo, es el responsable del 30% de todas las cardiopatías coronarias, ataques cardíacos y accidentes cerebrovasculares, según consigna el ministerio de Salud en Chile.
La decisión de fumar o no es absolutamente personal, sin embargo, en un momento de crisis sanitaria la exposición y la movilidad de personas que genera una industria que elabora esta clase de productos podría considerarse ilógica. Sin embargo, podría explicarse por el influyente directorio que BAT posee y los vínculos con figuras de la ex concertación y la derecha. Además de las donaciones que esta industria tabaquera ha entregado al centro de Estudios Libertad y Desarrollo, vinculados a la UDI.
Desde el 2015 han transitado por ese directorio ex ministros de la concertación del nivel de Jorge Ridriguez Grossi y Karen Poniachik. Además de Carlos caceres, el ex ministro de haciendo y de interior de la dictadura de Pinochet. Por otro lado, Cáceres, el histórico presidente del directorio de la tabacalera, es cercano a Cristián Larroulet.
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