El patriarcado, cultura dominante que discrimina a las mujeres y la diversidad sexual, no tiene sus raíces simplemente en las ideas de los estudiantes. Reposa sobre condiciones económicas y sociales de desigualdad. En este sentido una educación no sexista para ser integral debe buscar la transformación de la sociedad y cuestionar sus bases capitalistas que precariza la vida de la mujer.
Patricia Romo Profesora del Liceo Domingo Herrera B-13. Integrante de la Agrupación Nuestra Clase Antofagasta.
Sábado 19 de mayo de 2018
El jueves 17 de mayo en Santiago se llevó a cabo una marcha de más de 100.000 estudiantes secundarias y universitarias para visibilizar el acoso y el sexismo existente en los espacios educacionales.
El directorio nacional del Colegio de Profesores adhirió a la convocatoria con la consigna "igualdad de género en la educación". Magdalena Reyes, Directora Nacional y Encargada de Género del colegio manifestó lo siguiente: "los profesores están limitados curricular, política y laboralmente para enfrentar los temas de acoso, discriminación y educación sexista".
Las y los profesores sabemos que el machismo es una presión cultural que el sistema educación tiende a reproducir, o a lo menos, a preservarlo en nuestros estudiantes. Lo interesante es que hoy cientos de miles de estudiantes se encuentran movilizadas para transformar la educación. En este sentido es una necesidad ¿cómo cambiar el curriculum para que éste sea no-sexista?
En primer lugar la educación es un poder que el Estado delega a múltiples instituciones privadas como sociedades y fundaciones religiosas. Administrativamente un 44% de los profesores dependen de colegios privados o subvencionados. Muchos de ellos religiosos. Allí no es posible un curriculum autodeterminado por los profesores pues la educación religiosa es opuesta a la educación no-sexista. Entonces, en primer lugar habría que preguntarse ¿qué intereses habría que tocar para implementar una educación verdaderamente no sexista?
Todas estas preguntas, hasta ahora, no han sido respondidas por la Encargada de Género. La política de género del Colegio de Profesores hasta el momento es sólo una propuesta general sin las formas para su implementación. No basta con escuchar a los estudiantes hay que poseer un programa claro y una estrategia.
Los profesores de la agrupación Nuestra Clase solidarizamos con todas las estudiantes que se encuentra movilizadas. Creemos que el Colegio de Profesores debe impulsar un debate amplio en los establecimientos garantizado por una jornada de reflexión e impulsar Comisiones de Género para coordinar la transformación del currriculum. Que parta de analizar las demandas y las propuestas engañosas de la Derecha, como el proyecto de educación no sexista del alcalde Felipe Alessandri que es sólo un cambio de maquillaje y cada una de las declaraciones de las autoridades minorizando la problemática o derechamente desconociendola como una demanda legítima.
La educación para representar los intereses del conjunto de los estudiantes debe ser democratizada, en este sentido, luchamos por Consejos Escolares resolutivos compuestos por profesores, asistentes, estudiantes y apoderados, con capacidad de desarrollar curriculum locales. Todas estas propuestas serán resistidas por los partidos de la derecha y de la ex-Nueva Mayoría, todos ellos tratando de desvíar el foco hacia reformas de simple formalidad. En este sentido ya es hora de discutir desde las bases un plan de movilizaciones cuya reivindicación central debe ser la educación no-sexista y las demandas de las profesoras como el 50/50 para acabar con el trabajo que se lleva a la casa.
