El día miércoles 23 del presente, se realizó el programa radial de La Izquierda Diario Antofagasta, "Esto sí prendió". En esta nota abordamos el primer bloque, donde junto a Pablo Torres, director de La Izquierda Diario y dirigente del Partido de Trabajadores Revolucionarios, se reflexionó sobre el debate presidencial entre Daniel Jadue y Gabriel Boric, además de analizar el programa del candidato del Partido Comunista.
Viernes 25 de junio de 2021
El primer bloque de conversación del programa, se abordó la discusión de las presidenciables, analizando algunos aspectos del programa presentado por Daniel Jadue y la visión de la situación nacional desde el Partido de Trabajadores Revolucionarios. Para ello, se conversó con Pablo Torres, director de La Izquierda Diario Chile y dirigente del Partido de Trabajadores Revolucionarios (PTR).
Lo primero en abordar fue el debate presidencial entre Daniel Jadue- del Partido Comunista- y Gabriel Boric, carta del Frente Amplio.
Torre señaló que “Lo primero que hay que considerar, es la parcialidad enorme de los grandes medios de comunicación, que organizaron el debate, que actuaron frente a la derecha de una forma completamente diferente a expresiones de la izquierda institucional. Un ejemplo que podríamos señalar es que a los candidatos de derecha, los cuatro siendo ministros del gobierno de Piñera, con 31 asesinatos en la rebelión, casi 500 personas con mutilaciones oculares, cientos de presos políticos, no le hicieron ninguna pregunta frente a las violaciones de derechos humanos, algo totalmente inconcebible (...) buscan evidentemente llevar el debate a un terreno mucho más favorable a los viejos partidos de los 30 años, tanto de la derecha como de la ex concertación".
En cuanto al debate propiamente tal, Torres señaló que “fue más moderado, con guante blanco, con un pacto de no agresión como señalaron algunos grandes medios, ambos candidatos se mostraron como representantes de una izquierda moderada, en algún sentido, respetuosa de las reglas del juego y los 30 años. El principal representante de esto fue Boric, quien se mostró en una defensa absoluta del Acuerdo por la paz, que firmaron a espaldas del pueblo y que salvaron a Piñera, en plena rebelión, cuando habían asesinado en las calles y torturado”.
Por otro lado, en cuanto al candidato del Partido Comunista, Daniel Jadue, Torres refirió que “ha ido cada vez moderando su programa, señalando que no van a haber nacionalizaciones y expropiaciones. Si analizamos el programa que elaboró de más de 200 páginas, lo fuerte que tiene es que intenta dialogar con medidas sociales y libertades individuales, como el aumento del salario mínimo, rebaja de la jornada laboral, plan universal de salud, aumento de las pensiones, legalización de la marihuana, que son demandas sentidas, pero el problema que tiene es que no toca a los grandes dueños del país, a las grandes fortunas, multinacionales, al saqueo de los 30 años, intentando dialogar con la centro izquierda, tanto así, que el jefe programático señaló que el programa podría ser compartido por la candidata del Partido Socialista Paula Narváez o la candidata de la Democracia Cristiana Yasna Provoste. Y si vemos cuáles son las medidas que tiene para financiar todas estas cosas, lo primero es el aumento de la deuda pública, que nosotros consideramos que no puede ser en ningún caso, una medida de la “izquierda” aumentar la deuda pública porque significa que van hipotecar las futuras generaciones, más ajustes y precarización. Otras medidas como el ajuste a los super ricos, que si bien tiende a tocar algunos aspectos de las 10 grandes familias, es una política que hoy está promoviendo el FMI, que no podría ser catalogado de izquierda, sino que es uno de los grandes centros que abogan por el ajuste a los pueblos trabajadores, y hoy tiene esta política porque ven que hay una crisis económica muy profunda en Chile y a nivel mundial, frente a la cual hay que hacer cambios para proteger el sistema.
Y continúo diciendo que “Ni Jadue ni Boric, en sus programas tocan el gran saqueo de los recursos estratégicos y naturales, que se dio en la dictadura y que profundizaron los gobiernos de la concertación y la derecha, por ejemplo, con el cobre. En Antofagasta, se vive el saqueo del Litio con SQM, del cobre con las grandes empresas multinacionales como BHP, hasta grupos nacionales como el grupo Luksic con Antofagasta Minerals, y que constituye la piedra angular del sistema económico neoliberal Chileno. Y si bien el programa de Jadue, toca algunos puntos como el royalty, no tiene ninguna gran diferencia con el programa que hoy día plantea Paula Narváez del Partido Socialista. El pueblo en las calles, en la revuelta, dijo que no eran 30 pesos sino 30 años, por lo que un programa debería golpear los bolsillos de los grandes empresarios y proponer una medida como la nacionalización de los grandes recursos estratégicos”.
Por otro lado, frente a que la derecha viene haciendo una fuerte campaña del terror, contra Jadue, contra “la idea de comunismo”, contra su programa, desempolvando antiguas caricaturas como “Chilezuela”, Pablo señaló que “La campaña del terror de la derecha no es nueva, ha sido impulsada históricamente cuando hay cualquier intento de algún candidato de dialogar con las demandas populares, eso ha sido así en todo el siglo XX. Recordemos el gobierno de Bachelet, cuando ella se postula la segunda vez, como candidata de los 30 años, la derecha hizo campaña señalando que quería transformar el país en Chilezuela, para que la gente y los candidatos se moderen acomodados a los intereses de los 30 años. El tema es cómo enfrentar a los dueños del país, que pondrán el grito en el cielo, con cualquier pequeña medida que no les guste. Ahora el programa de Jadue, es verdad que podría señalarse que es una especie de Bacheletismo 2.0, recordemos que el Partido Comunista fue parte del gobierno de la Nueva Mayoría de Bachelet, hizo alianzas con la Democracia Cristiana, que ha sido uno de los grandes partidos del orden, del Partido socialista, que impulsó las privatizaciones y el CAE. Así el Partido Comunista se subordina a la campaña del terror de la derecha, en vez de enfrentarla, planteando el camino de la movilización para terminar con el saqueo de los 30 años, y más bien, lo que hacen es intentar tender un puente a alianzas con la centroizquierda, recordemos que hasta hace poco el Partido Comunista estaba discutiendo con el Partido Socialista y el Frente Amplio hacer un polo común, que no salió en las primarias por cuestiones secundarias. Tendiendo a hacer un puente también con los viejos progresistas neoliberal, por eso en su programa no toca, como decía, a los grandes dueños del país, siendo esta la única manera de terminar con estos 30 años y resolver las necesidades fundamentales del país. En definitiva, lo que hace Jadue y su programa, es intentar conciliar las demandas de la rebelión con los dueños del país”.
Para finalizar, se le preguntó ¿cuál es el análisis que se puede hacer de estas presidenciales considerando que estamos en pleno proceso constituyente, donde hay debates como si sesionar o no con presos políticos; si la Convención debe ser soberana o no, qué hacer con la figura presidencial, etc? ¿Qué perspectiva hay de que “la calle” vuelva a ser un factor protagónico?
Frente a lo cual respondió que “Por un lado, hay un intento de los grandes poderes, los dueños del país, las grandes familias multinacionales, de que se respeten las reglas y no se atente contra su sistema, y lo podemos ver en el decreto presidencial que Piñera presentó cuando llama a iniciar las sesiones de la convención constitucional, señalando que la clave es respetar todas las reglas del Acuerdo por la Paz, el que se hizo entre gallos de media noche a espaldas del pueblo, porque no era lo que el pueblo quería, que era fuera Piñera y una Asamblea Constituyente libre y soberana para resolver sus grandes problemas sociales, etc. Hay un intento desde el poder ejecutivo, el parlamento, de la Corte Suprema y los grandes medios de comunicación, de que la Convención tiene que respetar todas las reglas del Acuerdo por la paz, por tanto, no puede tocar a estas instituciones, que están por el suelo, un gobierno que tiene el 9% de aprobación, un parlamento que tiene un 3% de aprobación, una justicia que mientras le otorga clases de ética a los grandes millonarios, mete a la cárcel a los sectores populares, que salen a luchar, etc. Osea están en una gran campaña para que no se toque nada fundamental de este régimen heredado de la dictadura. Por otro lado, no es que le va a salir tan fácil, porque la crisis que se abrió en la rebelión no se ha cerrado todavía, porque los grandes problemas sociales, de salud, educación, salarios, pensiones, no sólo no se han conseguido sino que se han agravado, tenemos un millón más de desempleados desde la crisis hasta la actualidad, 2.2 millones de familias pasaron de la clase media a lo que llamaron a una situación de vulnerabilidad social, o sea la pobreza. Entonces la crisis no sólo no se ha cerrado, sino que probablemente se siga manifestando, y los resultados de las elecciones a la Convencional, más allá de que estaba bajo todas sus reglas, tampoco les salió como lo esperaba la derecha y la concertación. Por ejemplo, la vocería de los pueblos que son 135 convencionales, sacaron un comunicado con 6 medidas básicas, entre ellas, por la libertad de los presos políticos, juicio y castigo a los responsables, y desobedecer las reglas del Acuerdo por la paz, y ahí vemos que los voceros de los grandes poderes, como el Mercurio, dijeron que son jacobinos, anarcos, poco menos quieren destruir la república, etc. porque quieren defender a estos grandes poderes. Frente a todo lo anterior, es más imprescindible que nunca el llamado a la movilización y la autoorganización de la clase trabajadora y el pueblo, de la juventud".