La iniciativa corresponde a los legisladores porteños Maximiliano Ferraro (CC-ARI) y Pablo Ferreyra (Alternativa Popular). Fue presentada en marzo y propone el nombre de uno de los activistas homosexuales más importante de la Argentina para una estación de la línea H.
Jueves 14 de julio de 2016
Carlos Jáuregui fue uno de los activistas homosexuales más importante de la historia reciente argentina. Motorizó la emblemática Comunidad Homosexual Argentina (CHA) en los primeros años de gobierno alfonsinista, de la cual fue su primer presidente.
La estación de subte se ubica en el cruce de las avenidas Santa Fe y Pueyrredón, uno de los principales puntos de reunión de gays, lesbianas y trans. Punto de encuentro que sobrevivió a dictaduras y gobiernos democráticos y que se convirtió en un punto ineludible de la sociabilidad homosexual.
El proyecto busca de esta manera homenajear la figura de Jáuregui en un lugar significativo para una generación de homosexuales que encontraban en Santa Fe y Pueyrredón un espacio seguro para descubrirse a sí mismos y a otros en años donde los prejuicios homofóbicos y la condena moral estaban muchísimo más extendidos.
¿Quién fue Carlos Jáuregui?
Carlos Jáuregui es recordado por ser uno de los activistas más importante en los años ochenta y noventa en la Argentina. Fue una voz crítica contra aquellos relatos que embellecían la transición democrática. Consideraba que no se podía hablar de “democracia” mientras un sector de la población aún viviera criminalizado, perseguido, obligado a ocultarse y sin los mismos derechos que las personas heterosexuales.
Luego de haber presidido la CHA hasta el 87, Carlos fundó la Gays por los derechos civiles. A diferencia de lo que sucedía con buena parte de las organizaciones de mujeres y de la diversidad sexual, que concebían una militancia parcializada, integrada por múltiples lazos al Estado y ONG’s, Jáuregui concibió la lucha por los derechos democráticos de gays, lesbianas y trans como una actividad de lucha, voluntaria, independiente económica y políticamente.
¿El orgullo como respuesta política o el orgullo como negocio?
La ciudad de Buenos Aires es mostrada como una ciudad "gayfriendly",con su propio circuito "rosa" y es considerada destino turístico para el colectivo LGTBI mundial. "Este proyecto se propone como oportunidad para certificarlo" se planteó desde la Legislatura y, a la vez, para reflejar una parte de la historia del colectivo LGTBI y sus referentes.
Sin embargo la figura y la trayectoria militante de Carlos Jáuregui lejos se encontraban del propósito de hacer del deseo y la sexualidad un negocio rentable para promover el turismo y construir una marca de ciudad. En plena reacción conservadora, durante los años de neoliberalismo, donde el miedo de la “peste rosa”, de razzias policiales amparadas en los códigos contravencionales y de campañas reaccionarias de la Iglesia, como aquella encabezada por el arzobispo Antonio Quarracino que proponía construir una isla para gays, lesbianas y travestis, Carlos Jáuregui apostó a construir estrategias para avanzar en la conquista de nuevos derechos y poner en pie un movimiento de liberación sexual en las calles con las Marchas del Orgullo.
Rodrigo López
Nació en Rosario en 1989. Es licenciado en Historia de la Facultad de Humanidades y Artes de la Universidad Nacional de Rosario.