El presidente estadounidense se comunicó con el líder palestino Abás, el rey Abdulá de Jordani y el primer ministro israelí Netanyahu. La decisión es rechazada por la comunidad palestina y musulmana.
Martes 5 de diciembre de 2017 14:43
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, se comunicó este martes con el presidente de la Autoridad Nacional Palestina, Mahmud Abás, informó hoy el portavoz presidencial palestino, Nabil Abu Rudeina. La intensión fue comunicarle el plan del gobierno estadounidense de trasladar su embajada, de Tel Aviv a Jerusalén.
Trump también tiene previsto hablar sobre el mismo tema con el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, y el rey Abdalá II de Jordania, según informaron fuentes de la Casa Blanca.
Según varios medios estadounidenses Trump planea pronunciar un discurso mañana, miércoles, para reconocer a Jerusalén como capital de Israel, aunque esto no ha sido confirmado desde la Casa Blanca.
Amplio rechazó al posible traslado de la embajada estadounidense a Jerusalén
Ha tenido una gran repercusión y varias muestras de rechazo la iniciativa que llevaría adelante Trump.
Uno de los primeros en pronunciarse fue el presidente turco, Recep Tayyip Erdoğan, que describió como una "línea roja" para los musulmanes, mientras que la Unión Europea advirtió de posibles "graves repercusiones", que daría el traslado de la embajada.
Desde la Autoridad Nacional Palestina, el portavoz presidencial Nabil Abu Rudeina dijo que, el presidente Abás advirtió sobre los peligros de trasladar la delegación diplomática sobre el proceso de paz, la seguridad y la estabilidad en la región y el mundo.
Te puede interesar: Organizaciones palestinas llaman a un “día de ira” contra Trump e Israel
"El presidente reafirma nuestra firme posición de que no hay ningún Estado palestino sin Jerusalén Oriental como su capital, de acuerdo con las resoluciones de legitimidad internacional y a la iniciativa de paz árabe", comunicaron desde la ANP.
Abás se había comunicado por teléfono con los líderes de Egipto, Jordania, Catar y Francia después de que fuentes en Washington anunciaran que Trump planeaba reconocer a Jerusalén como capital de Israel, lo que rompería el consenso internacional.
La provocación de Jerusalén
La embajada de Estados Unidos se encuentra ubicada en Tel Aviv desde hace décadas. Trump prometió durante la campaña presidencial que la trasladaría a Jerusalén, una medida que va claramente en contra de los intereses del pueblo palestino, al reconocer a Jerusalén como capital de Israel.
Durante la campaña, Trump dejó en claro que apoyaría a Israel en diversos temas críticos, incluido el traslado de la embajada estadounidense a Jerusalén, prácticamente reconociendo a la ciudad como la capital del Estado hebreo a pesar de las objeciones internacionales. También dijo que no presionará a Israel para que mantenga negociaciones con los palestinos.
Jerusalén Este, que es reclamada por los palestinos como capital de su Estado, está ocupada por Israel desde la Guerra de los Seis Días, de 1967, y fue anexionada en 1980 en una decisión unilateral israelí que no reconoció la comunidad internacional.
Estados Unidos no consideraba hasta ahora a Jerusalén como la capital de Israel, al igual que la mayoría de las potencias mundiales (las embajadas de otros países también están en Tel Aviv), y no reconocen la anexión de la zona este de Jerusalén después de la guerra de 1967.
De confirmarse el traslado de la embajada será un reconocimiento a la ocupación que lleva adelante el Estado de Israel , que se continúan extendiendo de forma ilegal sobre el territorio palestino, desconociendo incluso la resolución 2334 de la ONU que condena esas prácticas, aprobada tras años de silencio por parte del Consejo de Seguridad, donde Estados Unidos había protegido repetidamente de las críticas a su aliado en Medio Oriente, apoyando y legitimando la ocupación sionista en tierra palestina.