Falta apenas un mes y medio para que finalice el ciclo de la mesa directiva que iniciaron Elisa Loncon, y el vicepresidente Jaime Bassa junto al resto de los integrantes de esta, que deberán dejar sus puestos el 4 de enero entre críticas y escándalos políticos.
Domingo 28 de noviembre de 2021
Ya han pasado aproximadamente 5 meses desde que empezó el funcionamiento de la convención constitucional el 4 de julio de 2021, en donde encontramos dentro de sus principales hitos la elaboración del reglamento y el Inicio del debate constitucional, sin embargo esta se encuentra plagada de trabas donde destacan varios limites en su actuar como lo son los plebiscitos dirimentes, los cuales se someten a los parlamentarios y a su vez se dejarían temas importantes como la nacionalización de los recursos naturales.
Esto debido a que el mecanismo para los plebiscitos dirimentes contemplados en el reglamento estipula que si un tema en discusión no alcanza los 2/3 (66%) pero que sí supere los 3/5 (60%), es decir es un pequeño margen de 10 convencionales este puede someterse a un plebiscito sólo si el Congreso Nacional autoriza una ley que debe ser aprobada con un quórum de 2/3.
En esta misma tónica es que dentro del reglamento se encuentra el tiempo que pueden estar en el cargo la mesa directiva, ciclo que se cumple dentro de un mes y medio, más específicamente el 4 de enero, en donde se destaca su postura Conciliadora, transversal y dialogante. Los cuales deberán elegir a sus nuevos representantes con estas mismas características debido a que el nuevo panorama político se encuentra caracterizado por un Congreso más cargado a la centroderecha, con el que se dificultará tramitar un plebiscito dirimente o una prórroga del plazo, y un presidente que, si se replicara el escenario del domingo pasado, podría ser José Antonio Kast (FSC), quien defendió el Rechazo en octubre 2020.
¿Qué significa la convención para los cientos de presos políticos que hoy se encuentran encarcelados?
La verdad es que la convención lejos de distinguirse del antiguo y burocrático funcionamiento del régimen ha venido más bien a replicarlo, ya que inclusive además de estar muy subordinada al parlamento y el senado, comenzó su funcionamiento inclusive con presos de la revuelta, esbozando nada más que escuetas declaraciones que no mejoraron en absoluto la situación que viven estos jóvenes, por lo que vino más a acentuar el desvío de todas las demandas que se exigieron en la rebelión de octubre y no a representar lo que las y los trabajadores y el pueblo pobre querían.
¿A quiénes favorece esta moderación?
En un escenario en que la derecha ha conquistado espacios en el congreso y se ha fortalecido a través de la figura de Kast. Claramente ha favorecido a las figuras del Chile de los 30 años, donde luego de que Boric firmara el acuerdo por la paz, salvando a Piñera de su inminente expulsión y a su vez al régimen que ya veía como estaban siendo derrotado luego de la huelga del 12 de noviembre donde las y los trabajadores se estaban organizando y poniendo en jaque a estas nefastas figuras que solo han permitido la explotación, miseria y descontento de todo el pueblo pobre y la clase trabajadora.
Es que esta convención constitucional solo vino a desviar las reales demandas exigidas en octubre para darle un respiro a los políticos de siempre que hoy llaman a votar, evitando todo tipo de organización en los sindicatos, movimientos, juntas de vecinos, comités y cualquier instancia democrática.
Es por esto que necesitamos salir de la discusión de “votos y puestos” que es la tónica y retomar nuestras discusiones organizacionales en donde podas discutir cómo conquistar esas demandas que desde la rebelión a la fecha no están resueltas y solo se vienen intensificando con la crisis económica mundial y las polarizaciones que han dado espacio a la revitalización de la ultraderecha.
