Política chile. Publican libro del candidato de la derecha: "Sebastián Sichel sin privilegios" con la edición de El Mercurio

Las ultimas semanas se ha publicitado el libro "Sebastian Sichel sin privilegios", dando que hablar, ya que precisamente quien lo edita es uno de los monopolios comunicacionales de la derecha.

En esta nota, nos enfocaremos a visibilizar únicamente como los medios de comunicación a 48 años del golpe (y desde mucho antes inclusive) aún pretenden manipular la información, tergiversarla a su antojo con la finalidad única de causar terror y el control de la opinión publica.

A estas alturas los grandes medios informativos, financiados por poderosos empresarios, ¡pretenden decirnos por quien votar o que material audiovisual debemos o no ver!. A propósito de la censura a uno de los documentales más completos y fidedignos realizados en Chile, y que retratan las atrocidades del régimen militar, la persecución y matanza de obreros, “La Batalla de Chile", documental que después de 45 años escondido, y luego que expiraran los derechos de difusión, el canal La Red se atrevió a sacarlo a la luz.

Las columnas del racista Agustín Edwards la hicieron de nuevo, la burguesía mezquina a estas alturas desesperada por recuperar legitimidad, recurre una y otra vez a las mas absurdas tácticas para mantenerse en el poder, si hasta hace poco fue a punta de balas y abusos, como lo que se vivió en plena rebelión o lo que vive día a día el pueblo mapuche. La prensa fascista, impulsa, financia y propaga por todos lados a candidaturas que se ajusten a sus más bestiales ansias de poder empresarial, y que mejor figura que la de Sichel, para ello eso si hay que darle un toque de humanidad y cercanía con el pueblo, figurando a un personaje, sufrido y consiente, pero, ¿consiente con qué o quienes?

El libro en cuestión, relata una vida llena de sacrificios y penurias, de quien terminaría siendo el Presidente del Banco Estado, muy digno de una telenovela o película tipo "lecciones de vida", nada fuera de lo común, por cierto. No queda duda, que sus innumerables volteretas y coqueteos con el sector económico más pudiente y representantes de la derecha mas recalcitrante como Andrés Chadwick y el mismísimo Piñera.

Un gran estudiado como a el le gusta tanto presumir, consiguió la graduación en la carrera de Derecho y fue profesor de Derecho Constitucional. De ahí en adelante, un sin fin de buenos puestos administrativos. Camaleón como el solo, paso de ser militante de la DC en el año 2003 a apoyar también el gobierno de Michelle Bachelet, hasta su actual e incondicional entrega a Sebastián Piñera, ganándose con ello la vicepresidencia de Corfo, y una serie de cargos públicos que le permitirían importante participación en contratos de explotación de Litio, con la empresa SQM.

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Recordemos también su penoso paso como ministro de Desarrollo Social y Familia, en uno de los tantos cambios de gabinete de este criminal gobierno. Finalmente, como presidente de Banco Estado, a ser hoy en día, el regalón de la prensa burguesa y la esperanza del poder empresarial.

La autobiografía de Sichel puede ser muy cierta o muy falsa, indistinto de ello la clase trabajadora esta harta de dobles discursos, no se explica como se puede ser defensor de DD.HH a un ex ministro de Sebastián Piñera, que durante la rebelión no hizo nada por detener los atropellos, asesinatos, violaciones a los derechos humanos, más aún sumando presos políticos por salir a manifestarse y que actualmente se mantienen prisioneros.

Acusa que hay un país polarizado, siendo el mismo parte de un gobierno indolente que ha mantenido este caos. No se puede pretender representar a un país siendo fiel defensor del modelo económico imperante y del Estado de derecho heredado de la dictadura de Pinochet, con el supuesto de velar por el orden público y la seguridad de los ciudadanos, cuando la verdad, es que de la única seguridad que se preocupan es la de la propiedad privada.

Si de sensibilizar a la población se trata, basta con salir a darse una vuelta a las poblaciones, donde realmente existe la miseria, donde la precariedad laboral ha aumentado al unísono con la pérdida de miles de puestos de trabajo a causa de la pandemia y del pésimo manejo de un gobierno que no ha querido soltar ni pan ni pedazo, con medidas hiperfocalizadas e improvisaciones de Sebastián Piñera, esto reflejado solo cuando se ha visto en apuros su mal gobierno. A fines del 2020, la pobreza subió hasta abarcar a 2,1 millones de personas. 940 mil mujeres perdieron sus empleos por la crisis y solo se han recuperado 420 mil puestos de trabajo. Muchas de ellas, debieron salir de sus trabajos, para asumir las tareas de cuidado. La situación es aún crítica, pero esto se vuelve más dramático ante la ausencia de políticas para el empleo, salvo algunos subsidios de cobertura insuficiente, y a bonos anestésicos de Piñera, que finalmente no llegan a todos.

Debemos ser consientes a la hora de decidir, si optamos nuevamente por dejarnos gobernar por un sucesor de Sebastián Piñera, este nuevo sonriente candidato, es el Deja-vu de las campañas de Piñera y "sus tiempos mejores", que nunca llegaron. Su obra biográfica, no es mas que un intento absurdo de conquistar a las masas, pero servil al Estado capitalista al mismo tiempo, un intento quizás de promover la Meritocracia, si su historia es real ... meritocracia que mas que una buena política, es mas una ambigüedad que se le ocurrió a un ingeniero de la economía, autor de este modelo desigual y criminal, el Gremialista Jaime Guzmán.

Porque el surgir a punta de méritos puede significar arrastrarse y subyugarse ante el patrón sin límites, a continuar creyendo que la clase pudiente es la que sabe y por ende la única con el derecho a decidir sobre nuestras vidas, por quién votar, qué programa televisivo ver y bajo que condiciones laborales adecuarnos. No optamos por figuras ni candidatos que se muestran sufridos, y que han logrado llegar lejos por merito propio, pero banalizan la protesta y el poder de la clase trabajadora.

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