La rotura del acueducto de Puerto Madryn no solo trajo el problema de la falta de agua en la ciudad durante algunos días, sino la noticia de que el acueducto de 50 años de antigüedad esta hecho de cemento asbesto, un material que es cancirnógeno para los seres humanos. Es necesario desarrollar sistemas de control desde los trabajadores y el pueblo para medir la contaminación en agua y los efectos que puede generar en los usuarios.
Domingo 7 de mayo de 2023 15:56
La noticia, días atrás, de la rotura del acueducto que fue inaugurado en el año 1971, que lleva el agua a cada hogar de la ciudad de Puerto Madryn, quedó ensombrecida ante la noticia de que los caños están hechos de cemento asbesto, un material altamente contaminante y que produce cáncer en los seres humanos.
La situación es de extrema gravedad, ya que al haber alcanzado el acueducto su vida útil, tanto los tramos de caños que lo integran, sus piezas hidráulicas y de vinculación, válvulas y demás componentes tienen un deterioro que no permite su manipulación y se agudiza el riesgo de nuevas roturas.
El asbesto es un mineral de fibras rígidas, largas y flexibles, resistentes al calor y la corrosión. Por ello, y por su bajo costo, se emplea con frecuencia en la industria de la construcción, por ejemplo, en láminas, tejas de recubrimiento, azulejos, papeles o cementos; y en productos de fricción como embragues, frenos o componentes de transmisión, así como en materiales textiles, envases, paquetería, revestimientos y pinturas, entre muchos otros productos.
Una fibra típica de asbesto es mil 200 veces más pequeña que un cabello humano. Como son microscópicas, se desprenden fácilmente de la mezcla de materiales que las aglutinan. No se disuelven en agua ni se evaporan. Debido a que son tan pequeñas y ligeras, después de ser liberadas pueden desplazarse por el aire durante muchas horas, lo que permite su inhalación e ingreso a los pulmones, en especial, en ambientes contaminados. Por esto, la OMS lo define como una de las principales causas de cáncer laboral en el mundo.
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Hoy en día hay absoluta certeza de que la exposición a las fibras de asbesto en cualquiera de sus formas puede causar graves problemas a la salud. Afectan sobre todo a los pulmones y a las membranas que los envuelven, la pleura y el mesotelio, provocando el cicatrizado previo a la fibrosis del tejido pulmonar, mesotelioma, asbestosis, y cáncer de pulmón.
La inhalación de fibras de asbesto puede causar no sólo una fibrosis intersticial difusa, sino también, lo que tiene mayor importancia, aumento de frecuencia de diversas formas de cáncer, principalmente carcinoma broncógeno y mesotelioma. El comienzo de la enfermedad después de la exposición es muy variable, lo más frecuente es que las manifestaciones no aparezcan hasta 10 o 20 años más tarde.
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El agua potable puede contener asbesto
El agua potable puede contener asbesto de fuentes naturales o de cañerías de cemento que contienen asbesto. Las tuberías de asbesto cemento contienen un 17% de asbesto, cuya composición es 80%de crisotila y 20% de crocidolita.
La Agencia de Protección del Ambiente de los EUA (USEPA/EPA) tiene regulada la concentración del asbesto en el agua de bebida a un valor máximo de 7 millones de fibras de longitudes mayores a 10 micrones/litro, por su efecto potencial en la salud, en el incremento del riesgo de desarrollar pólipos intestinales.
El uso del Indice de Agresividad del agua es una medida recomendable a seguir porque permite anticipar la corrosividad del agua en relación a las tuberías de asbesto cemento. No debería utilizarse tuberías de asbesto cemento en aguas con I.A. menores de 10
Prohibición del asbesto
En 1999 de la Comisión Europea prohibió el asbesto blanco o crisotilo, a partir de 2005. Esta decisión fue adoptada por más de 100 países, entre ellos, Chile, Australia, Japón y Egipto, entre otros. Actualmente más de 50 países han impuesto restricciones al uso de asbesto.
En 2009, un grupo de expertos confirmó que todas las formas de asbesto son carcinogénicas para los humanos y que, además del aumento en el riesgo de cáncer del pulmón y mesotelioma, hay pruebas suficientes de que también causan cáncer de la laringe y de los ovarios, así como asbestosis.
La Organización Mundial de la Salud afirma que la manera más eficiente de eliminar las enfermedades asociadas con el asbesto son:
- eliminar el uso de todos los tipos de asbesto
- aportar información sobre las soluciones para sustituirlo por productos más seguros
- desarrollar mecanismos económicos y tecnológicos para estimular esa sustitución
- adoptar medidas para evitar la exposición al asbesto tanto en su uso y manejo como durante su eliminación
- mejorar el diagnóstico precoz, el tratamiento y la rehabilitación médica y social de los pacientes de enfermedades relacionadas con el asbesto.
Finalmente, es importante que se lleve un registro de las personas expuestas al asbesto en la actualidad o que han estado expuestas en el pasado.
Es necesario poner en pie comisiones de salubridad e higiene conformada por trabajadores, especialistas y vecinos que investiguen y controlen el volumen de asbesto en agua y un plan de obras públicas para cambiar el acueducto y construirlo con materiales que no sean nocivos para la salud humana.
Tenemos derecho a vivir en una ciudad libre de contaminantes cancerígenos. Millones de muertes podrían evitarse si se decidiera atacar el negocio de los que siempre ganaron. Pero las desiciones son otras: recortan nuestros sueldos, ahorran en salud, distribuyen en pos de su propio interés y se niegan a tratar el problema de asbesto; exponiéndonos todos los días, precarizado nuestras vidas.
Por eso, nos tenemos que organizar para poner en alto nuestra voz con nuestros reclamos en un llamado a la coordinación de los sectores; para unir nuestras fuerzas y con ellas golpear juntos, para que la crisis no la paguen lxs trabajadorxs.