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Red Internacional
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Puerto Quequén: una bomba de tiempo (y de nitrato de amonio)

En el puerto local se está construyendo una nueva planta de fertilizantes que almacenará una solución que contiene nitrato de amonio, el compuesto responsable de la terrible explosión en Beirut el pasado 4 de agosto. La planta está ubicada a 150 metros de la central termoeléctrica que almacena fuel oil, y a menos de 500 metros de barrios enteros, jardines, escuelas, el polideportivo municipal y comercios.

Sábado 12 de septiembre de 2020

Desde el año pasado se está construyendo una nueva planta de fertilizantes en Puerto Quequén, ubicado en el partido de Necochea. La empresa se llama PierDoce, y su intención es almacenar urea y “UAN”, una solución compuesta por urea, nitrato de amonio y agua. La misma tiene un carácter altamente explosivo: “con el calor o en contacto con combustible o una explosión, el agua se evapora y el nitrato de amonio puede explotar”, explica Susana Laborde, referente de la organización ambientalista “El Parque no se vende”.

La urea también es un compuesto peligroso y contaminante porque produce óxido nitroso -que produce más efecto invernadero que el dióxido de carbono y es acidificante para los suelos- que en caso de liberarse en el río Quequén produciría un aumento en la cantidad de algas y flora que impactaría negativamente en los peces y toda fauna regional que viva allí.

Organizaciones ambientalistas, fundamentalmente, están denunciando en las redes y medios la peligrosidad de esta planta, que por un lado está ubicada a escasos
metros de una zona totalmente urbanizada, en donde hay barrios enteros, el polideportivo municipal, dos jardines, tres escuelas, comercios; y por otra parte a 150 metros de la central termoeléctrica de la ciudad, que cuenta con depósitos de fuel oil. Cualquier contacto entre el UAN y el fuel oil derivará en una explosión cuya magnitud podría ser mucho mayor a la de la planta ubicada en Beirut, que el 4 de agosto provocó un centenar de muertos y más de 5.000 heridos. En la planta libanesa se almacenaban 2.750 toneladas de nitrato de amonio, mientras que en la planta de Necochea se prevé almacenar 10 veces más de varios fertilizantes que contienen esta sustancia.
Desde 1916, este químico ha sido el responsable de, al menos, 30 explosiones trágicas.

¿Cómo llegó PIER DOCE a Puerto Quequén?

El asentamiento de esta terminal de fertilizantes se autorizó en junio de 2013, cuando durante un acto en el Consorcio de Gestión del Puerto de Quequén, el entonces ministro de Producción, Ciencia y Tecnología de la Provincia de Buenos Aires, Dr. Cristian Breitenstein, firmó junto al empresario Ramiro Fernández Candia una carta de intención en la que se acordaba y autorizaba su instalación, en los giros 11 y 12.

Durante ese acto, quien era en ese entonces el presidente del consorcio de gestión de Puerto Quequén, Dr. José Luis De Gregorio, detalló que la firma era Sprayers S.A., y que construiría una planta de fertilizantes líquidos y sólidos con una capacidad final de 100 mil y 20 mil toneladas, respectivamente, lo que implicaría la inversión de aproximadamente 10 millones de dólares. El proyecto de instalación de esta planta fue presentado como una iniciativa privada que buscaba un contrato de concesión por el cual la empresa se comprometía “a la reparación y aprovechamiento integral de los muelles de los sitios 11 y 12 de Puerto Quequén.”
El anuncio de la construcción de esta planta se produjo dos años después, en septiembre de 2015. En ese momento, organizaciones ambientalistas junto a integrantes de la comunidad presentaron una carta de denuncia al Organismo Provincial para el Desarrollo Sostenible (OPDS).

La organización Surfriders, con el apoyo de la organización “El Parque no se vende”, solicitó una medida cautelar que luego de muchas idas y vueltas generó la detención de la construcción de la planta por 8 meses, dado que no estaban cumplidos los condicionantes que el OPDS impuso en la Evaluación de Impacto Ambiental aprobada en forma irregular en noviembre de 2015. A pesar de que estos nunca fueron cumplidos luego de un acuerdo entre Centrales de la Costa y Pierdoce el juez contencioso administrativo levantó la medida cautelar permitiendo que la construcción se continúe a pesar de los riesgos que fueron expuestos no solo en cuanto a la posible explosión sino también por la falta de evaluación del tránsito excesivo de camiones transportando urea que circularán por las ciudades cuando las plantas estén en funcionamiento generando problemas en la salud de la población y de la biodiversidad existente en el río y las costas marítimas lindantes.

En octubre de 2019 comenzaba construirse efectivamente, ante lo cual se efectuaron movilizaciones impulsadas por organizaciones ambientalistas bajo el lema: “No a la instalación de Pier Doce. El nitrato de amonio Mata”.

Este peligro ambiental se suma a tantos problemas ambientales de larga data en la ciudad, Es imprescindible recordar a la empresa Shippingsuarence, que provocó la muerte por inhalación de fosfina de Melisa Nuñez en 2015. Además, la instalación de otras plantas de fertilizantes como Ponal (UAN) y Raiser, ubicadas en la zona de la playa de la localidad de Quequén, las fumigaciones aéreas y terrestres con agrotóxicos que se efectúan cotidianamente en el distrito, la falta de tratamiento de residuos, la salida de efluentes cloacales hacia el mar y el río, entre otros.

Luciana Nogueira, ex-candidata a concejal por el PTS Frente de Izquierda Unidad en Necochea, declaró al respecto que: “Todos los gobiernos que avalaron y avalan la instalación de la nueva planta, desde el kirchnerismo al macrismo y el actual Frente de Todos, son responsables del alto riesgo ambiental que Pier Doce implica para toda la comunidad necochense y quequenense. Es necesario, por ello, continuar organizándonos para impedir que prevalezca el afán de lucro por sobre nuestras vidas y nuestro ambiente”.

Fotos de Fabián Felipón