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Red Internacional
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Cuesta de enero. ¡Que aumenten nuestros salarios más que la inflación!

Nuestros salarios alcanzan para cada vez menos gracias a la inflación y el mal manejo del Estado para contrarrestarlo complica la situación económica para los trabajadores.

Martes 11 de enero de 2022

La inflación del 7.4% que dejó el 2021 sigue repercutiendo en este nuevo año, además recordemos que muchos productos aumentaron el 1º de enero, así como impuestos como el IEPS, subiendo así la gasolina por ejemplo, que al subir desata la subida de precios en todos los productos.

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Este año se tiene previsto que aumente el salario mínimo a $182.87, lo cual empezará a ser aplicado en este mes, aunque esto es desigual ya que solo aplicará a trabajadores del sector formal; muchos trabajadores en el sector informal no cuentan con un salario fijo. El aumento salarial, una vez más, no es real porque muchos productos de la canasta básica siguen subiendo a precios nunca vistos, que sobrepasan el salario mínimo. Ejemplo de ello son la carne de res, con el kilo que ronda entre los $180 - $200 o productos agrícolas encarecidos, como el kilo de limón entre $70 - $80 o el kilo de jitomate a $40, y así podemos seguir con la larga lista de productos.

Esta situación genera incertidumbre y mucha preocupación en las familias mexicanas sobre cómo enfrentar esta cuesta de enero, además se le suma el aumento de contagios de coronavirus en donde una prueba de covid de antígenos están en cerca de $300; también está el tratamiento o la renta de tanques de oxígeno, que dejan endeudada a la familia. Por tanto un salario mínimo no alcanza para una prueba ni el tratamiento.

Crisis inflacionaria en el mundo

La crisis inflacionaria la están padeciendo distintos países. Si se compara el 7.36% con la tasa inflacionaria de los integrantes del G20, que son 19 países más la Unión Europea, se tiene que la de México fue la quinta más alta después de las de Argentina (51.2%), Turquía (36.8%), Brasil (10.74%) y Rusia (8.39%).

De los 38 países que conforman la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE), la tasa de México fue la cuarta más alta, después de las de Turquía (36.08%), Polonia (8.6%) y Hungría (7.4%).

Cómo enfrenta el Estado mexicano la inflación

El gobierno mexicano ha expresado que la inflación que tiene el país es un fenómeno “importado” de Estados Unidos, su principal socio comercial. Aunque su actuación para enfrentar dicha inflación solo se sostiene en el aumento de la tasa de interés que hizo el Banco de México durante el 2021. En diciembre la tasa de interés quedó en 5.5 %, pero esto no ha parado el aumento de este indicador.

Las políticas inflacionarias y anti-inflacionarias convencionales usualmente tienen altos costos económicos y sociales. Estas conducen a un mayor desempleo, menores salarios reales, mayores tasas de explotación y tienden a cambiar la distribución del ingreso y el equilibrio entre fuerzas sociales hacia el capital, especialmente hacia los intereses financieros.

¡Que el salario aumente a la par de la inflación!

La 4T se jacta en decir que su gobierno apoya a los trabajadores subiendo el salario, sin embargo, este aumento salarial lo ha otorgado cada año, mientras que la inflación aumenta quincenalmente. A pesar del aumento, el salario sigue siendo paupérrimo, ya que en el país vecino del norte el salario mínimo es de 15 dólares por hora, mientras que en México queda en 8.5 dólares al día, dejando una mano de obra barata, aumentando las tasas de explotación que gustan a los empresarios.

La PROFECO menciona que una canasta básica para 4 personas, con 21 productos, en la central de abastos de la CDMX, cuesta $793.59. Solo hace la recomendación en comprar ahí pero esta institución debería de regular los precios en todo el país y en los distintos establecimientos, además de imponer impuestos a los empresarios para no castigar el consumo como siempre se hace.

Tomando en cuenta que desde el TLCAN ha sido olvidado el campo —situación que persiste en tratados vigentes como el TMEC—, otras medidas mínimas necesarias serían la regulación de importaciones y que se invirtiera para mejorar la situación agropecuaria, en maquinaria y en sistemas de riego, para avanzar en la autosuficiencia alimentaria para la población.

Las centrales y organizaciones sindicales que se reivindican democráticas deben de impulsar asambleas y la unidad de las y los trabajadores para la movilización por aumento salarial para que alcance no solo para la canasta básica sino para distintos aspectos cotidianos como la salud, educación, recreación, cultura, etc., y que aumente automáticamente de acuerdo a la inflación, para mejorar efectivamente la calidad de vida de la clase trabajadora.