A pesar de la violenta represión del 2 de diciembre, orquestada por un operativo de la Secretaría de Seguridad ciudadana de la CDMX, los habitantes de San Gregorio Atlapulco se mantienen organizados y al frente contra los intentos de despojo de agua y de territorio.
Domingo 4 de diciembre de 2022
A pesar de la violenta represión del 2 de diciembre, orquestada por un operativo de la Secretaría de Seguridad ciudadana de la CDMX, los habitantes de San Gregorio Atlapulco se mantienen organizados y al frente contra los intentos de despojo de agua y de territorio.
Claudia Sheinbaum y José Carlos Acosta Ruiz, alcalde morenista de Xochimilco, se mantienen firmes para continuar con las obras del colector Actopan de SACMEX, proyecto impuesto sin ningún tipo de consulta a la comunidad. Aunque digan que este servirá para limpiar el agua, la realidad es otra, pues desde hace varios años la disponibilidad del recurso va disminuyendo para los pobladores; hay un intento por restringir el acceso al agua para la comunidad con la finalidad de abastecer a otros lugares.
<<Te puede interesar: ¡Alto a la represión a la comunidad de San Gregorio Atlapulco!>>
Los habitantes demuestran que las tuberías instaladas no se dirigen a la planta, es decir, que hay un saqueo y no un verdadero interés por mejorar la calidad de agua de la zona. Además, lxs vecinxs denuncian una serie de eventos que demuestran cómo se agudizan este tipo de problemáticas, como es el robo de pipas o el hecho de que las autoridades buscan desviar las aguas residuales para alimentar las chinampas, lo que implica la contaminación de los alimentos que ahí se cultivan.
Por otro lado, se suman otras problemáticas que van más allá del despojo del agua: hay violaciones por parte de la alcaldía de Xochimilco, pues José Carlos Acosta Ruiz convirtió la biblioteca de la comunidad en un salón de fiestas al que no pueden acceder los vecinos de San Gregorio; a esto se suma que al panteón, cosa que pasa en otros pueblos originarios, lo quieren poner bajo control de la alcaldía para así cobrar su uso. Además, lxs vecinxs de San Gregorio dicen que sigue habiendo construcciones que se cayeron desde el terremoto del 2017 y que las autoridades no han podido atender.
Los habitantes denuncian también a los medios allegados al régimen, los cuales dicen que los vecinos son violentos y que no tienen apertura al diálogo, justificación que utilizan para desplegar a los elementos policiales. Lo ocurrido el 2 de diciembre no fue una confrontación con la policía, sino una represión de aproximadamente 600 granaderos y que se focalizó en mujeres, muchas de ellas de la tercera edad.
<< Entèrate:Gobierno de Claudia Sheinbaum reprime a pobladores de San Gregorio Atlapulco >>
Otros pueblos originarios se sumaron a una serie de movilizaciones como repudio a la represión en San Gregorio, como es el caso de Tláhuac, Santa Úrsula y San Mateo.
La raíz del problema se encuentra en el Plan General de Desarrollo y de Ordenamiento Territorial, pues este tiene como finalidad favorecer los intereses capitalistas con sus megaproyectos, ya que abre la posibilidad de que se intervenga, no sólo en los pueblos originarios como pasa ahora en San Gregorio, sino en todas las colonias populares de la ciudad, para despojar del territorio y de los recursos a la clase pobre y trabajadora, privilegiando a las grandes inmobiliarias o centros comerciales.
En el marco en donde el gobierno de la ciudad entrega el territorio y recursos a los empresarios, como está sucediendo en San Gregorio o el Conjunto Estadio Azteca (que buscan despojar a los habitantes de Santa Úrsula), es necesaria la unidad de todos los distintos frentes organizados que luchan contra el avance de las inmobiliarias y demás megaproyectos. La salida no se encuentra en las “consultas” ni en asambleas organizadas por el propio gobierno, pues esta es la forma para darle avance a los proyectos, sino en la conformación de asambleas y espacios organizados independientes a las alcaldías y al gobierno de la ciudad.
