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Red Internacional
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Cambio climático. Huracán Ida: cambiemos el sistema, no el clima

Ante las terribles consecuencias que el huracán Ida a dejado, vale la pena preguntarnos, que tanto es responsabilidad del cambio climático.

Emilia Macías

Emilia Macías @EmiliaMacas1

Martes 31 de agosto de 2021

El huracán que está arrasando parte de Estados Unidos -desde el Golfo de México- y México –por el Océano Pacífico-, ha experimentado un episodio de intensificación extrema y rápida. El sábado por la noche tenía vientos de 170 kph, y después de menos de 12 horas se había catapultado a 240 kph.

El escenario es catastrófico: personas en botes recorriendo calles inundadas, árboles arrancados de raíz, destrucción de viviendas, hospitales, edificios, cierre de autopistas debido a los escombros y corrimientos de tierras en los terraplenes. Ha provocado la muerte de dos personas, y se prevé que este número aumente.

Desde distintas partes de Estados Unidos, han reportado hospitales que necesitan bombear manualmente aire de los pulmones de los pacientes con Covid-19 debido a los apagones que están sufriendo; mismos que han generado problemas con el bombeo de agua potable.

¿Qué tan grave es?

El huracán Ida esta clasificado en categoría 4 en la Escala de Saffir-Simpson. Esta escala, que cuenta con cinco niveles, clasifica ciclones tropicales según la intensidad del viento para poder describir los posibles daños a las estructuras de las ciudades. La categoría 4 (a la que llegó el huracán Ida) implica que tiene vientos promedio entre 131 y 155 millas por hora (entre 210 y 249 kilómetros). Este tipo de huracán puede causar 100 veces más daños que una tormenta de categoría 1.

Lo que se ofrece para enfrentar un huracán, es encontrar las rutas de evacuación más seguras, refugios cercanos, tener suministros, etcétera. No es posible retener huracanes; pero ahora hemos visto que si se ha contribuido a su fortalecimiento: el fuerte calor del Golfo de México, con temperaturas de la superficie del mar por encima de los 80, permitió que la presión atmosférica de Ida cayera en picada generando un efecto de vacío que succionó más aire y provocó que los vientos se dispararan.

¿Por qué se ha intensificado?

La intensificación del ciclón tropical está muy relacionada al cambio climático. Puede que la formación de huracanes no sea una consecuencia del calentamiento mundial, pero sí permite que los que se formen, sean más intensos y las probabilidades de que se fortalezcan rápidamente aumentan, así como que cambien sus patrones (frecuencia, intensidad, recurrencia).

Kerry Emanuel, profesor del MIT, ha demostrado a través de investigaciones la relación entre el calentamiento global y la posibilidad de que una tormenta se intensifique rápidamente. “El calentamiento de las aguas del océano Atlántico está agregando combustible a los sistemas tropicales, dando un impulso a huracanes más fuertes y que se intensifican más rápidamente”.

No es sólo el incremento de temperatura que genera huracanes más agresivos, también se ha demostrado que cada vez más huracanes en el Atlántico Norte se estancan y provoca lluvias más extremas, por tanto son más destrozos.

Si no detenemos el calentamiento global urgentemente, se producirán olas de calor, se alargarán las estaciones cálidas y se acortarán las frías, los episodios de calor extremo afectarán la agricultura y la salud, se derretirán los glaciares; con el calentamiento y acidificación de los océanos, habrá una reducción de los niveles de oxígeno y un aumento de las olas de calor marinas.

Pero la crisis climática no se detendrá mientras las empresas sigan contaminando el aire y los mares, mientras la emisión de gases de efecto invernadero continúe en aumento, mientras los bosques y selvas tropicales continúen siendo arrasados, o los ecosistemas marinos destruidos; mientras el modelo de producción siga priorizando las ganancias en detrimento del planeta.

El capitalismo es responsable del aumento acelerado de la temperatura global, pero no podemos esperar hasta derrotarlo. Desde ahora necesitamos plantear medidas de transición como la expropiación de las grandes empresas contaminadoras bajo control de sus trabajadores, transformando la producción de raíz, con la clase trabajadora al frente.

Luchemos por un mundo donde exista una relación armónica entre la naturaleza y la humanidad.

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