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Red Internacional
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UNIVERSIDAD. ¿Qué fue la lucha de la Universidad Nacional del Comahue del 2004?

A días de la resolución del Superior que habilita acreditar carreras a la Coneau. Mucho se habla de la gran lucha de 2004. Acá un repaso para retomar sus mejores lecciones.

Domingo 15 de abril de 2018 14:05

La ordenanza 738/04, que fue suspendida por el Consejo Superior de la UNCo el día jueves 12 de abril, fue una ordenanza que conquistó el movimiento estudiantil en el 2004, tras una lucha que duró aproximadamente un mes y que marcó un precedente a nivel nacional en la lucha contra la Ley de Educación Superior menemista. 

Gracias a la coordinación de los centros de estudiantes y las asambleas por facultad, los estudiantes del 2004 protagonizaron un debate en el que se consolidó una posición mayoritaria: el rechazo a cualquier medida que apuntara a la privatización de la educación universitaria pública y por el contrario, la exigencia de mayor presupuesto cuestionando el desfinanciamiento estatal que atravesaba a toda la educación por esos años. 

Pero empecemos desde el principio. Si la Ley de Educación Superior fue sancionada durante el menemismo ¿qué pasó todos esos años? La lucha del movimiento estudiantil y docente fue el gran impedimento para su aplicación. Entonces, ¿cuándo empezaron a cambiar las cosas? El detonante comenzó en la Facultad de Agrarias (sede Cinco Saltos) en 2004, cuando las autoridades intentaron avanzar con la acreditación en la carrera de Ingeniería Agraria a la CONEAU.

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Haciendo un poco de historia

La Federación de Estudiantes del Comahue (FUC) ya estaba en alerta y comenzaron a realizarse asambleas para discutir que implicaba esta decisión de las autoridades. La evaluación y acreditación de las carreras iba a ser un hecho. Pero el Frente de Estudiantes en Resistencia (FER), conducción de la FUC en ese momento, junto a las agrupaciones de izquierda, lograron detener esta política y fue rechazado por mayoría en el Consejo Directivo de Agrarias. Así y todo, volvieron a intentarlo, apuntaron a la facultad de Ingeniería y trasladaron la discusión al Consejo Directivo (sede Neuquén).

Frente a la negación rotunda de los estudiantes y la tentativa de Bocanera (ex decano de dicha Facultad) de llevar adelante la acreditación, el 27 de octubre se votó en una asamblea interfacultades la toma de los edificios de Ingeniería, Economía, Turismo y Humanidades.

Las facultades de la Barda (como se conocen popularmente en Neuquen) fueron un ejemplo que se trasladó a todas las sedes de la Universidad Nacional del Comahue: al día siguiente se tomaron Ciencias Agrarias en Cinco Saltos, Ciencias de la Educación en Cipolletti, Ciencias Sociales, Lenguas y Derecho en General Roca, CURZA en Viedma, el CRUB en Bariloche. Si la acreditación iba a ser un hecho, la resistencia ya lo estaba siendo.

Las tomas y movilización contra la LES

Las tomas fueron sobre todo la expresión última de lo mejor que dejó el proceso de 2004 que fue la organización desde abajo del movimiento estudiantil de la región. Se transitaba por los pasillos entre el constante debate, las asambleas pasaron a ser el lugar de encuentro, discusión y resolución de las medidas a seguir para enfrentar el plan de las autoridades y luego las asambleas Interfacultades, con estudiantes de toda la universidad, que iban con mandatos de asambleas de sus facultades.

La participación estudiantil era masiva y activa, surgieron diversas comisiones para repartir todas las tareas: comisiones de prensa, comité de lectura y debate sobre la LES, perspectivas críticas alrededor de la educación y contra el pensamiento único, cuerpos de delegados y comité de apoyo en busca de la solidaridad de otros sectores para respaldar la defensa a la educación pública.

Las movilizaciones fueron en ascenso de participación pero la más grande fue la del 5 de noviembre de 2004. Ese día 10.000 estudiantes recorrieron las calles de la Ciudad de Neuquén junto con diversas organizaciones, desde los Centros de Estudiantes, estudiantes que salían desde sus facultades para confluir con la marcha. El reclamo de la marcha era claro: la exigencia a una mesa de diálogo y la apertura del Consejo Superior a toda la comunidad, órgano que la rectora de ese momento -y ex vicegobernadora del MPN- Ana Pechen había cerrado.

Fue una experiencia enorme de organización y democracia de base de los estudiantes y la única forma de unir todas las fuerzas para impedir el avance privatizador en curso. 

Obreros y Estudiantes

Las asambleas permitieron llevar la lucha de los estudiantes a los demás sectores de trabajadores, organizaciones sociales, partidos políticos y organismos de derechos humanos, quienes acompañaron fielmente esta pelea. Las Madres de Plaza de Mayo trasladaron la ronda de todos los jueves al playón de la sede central en apoyo a los estudiantes. Cerámica Zanon bajo control obrero, junto al sindicato (SOENC) se hicieron presentes en cada una de las movilizaciones en apoyo a la educación pública, así como los docentes de ATEN; también el Movimiento de Trabajadores Desocupados (MTD), la APDH, HIJOS, la Central Única de Estudiantes Secundarios (CUES), el Foro en Defensa de la Ley del Niño y el Adolescente, la CTA Neuquén y partidos de Izquierda fueron también parte del gran apoyo recibido.

Una de las definiciones más llamativas y emotivas que tomaron los estudiantes en una Interfacultades fue la de votar una comisión que viaje a Buenos Aires para llevar el conflicto a la Universidad Nacional de Buenos Aires en busca de más apoyo. Y además, para acompañar la lucha de Zanon que se trasladaba a la capital del país. 

La organización estudiantil En Clave ROJA fue parte de esa unidad, con compañeros impulsores de la campaña “1 estudiante un $1” para colaborar con el fondo de huelga de Zanon bajo control obrero, la defensa de la fábrica frente a las amenazas de desalojo y las innumerables recorridas por las aulas para informar la situación de la gran gesta obrera.

La respuesta de las autoridades

Las autoridades no se quedaron de brazos cruzados, hicieron lo posible para derrotar al movimiento estudiantil, organizaron una movilización con sectores de estudiantes “autoconvocados” fogoneados por el MPN y Pechi Quiroga (actual intendente de Neuquén) y se dirigieron a la Universidad para intentar provocar y enfrentar a los estudiantes que luchaban contra la privatización. No lo lograron, cuando llegaron al playón comenzaron a debatir de qué lado iban a estar y que sean parte de las medidas y acciones votadas en las multitudinarias asambleas, estos se desprendieron y se unieron con sus compañeros en la toma.

Otras de las provocaciones fueron las denuncias penales e intento de ingreso de la policía de Río Negro a la facultad de Sociales, violando la autonomía universitaria.

También hacían operativos “rastrillaje” que realizaba la policía de Neuquén cuando los estudiantes se retiraban de los edificios tomados y eran apresados y llevados a las comisarías. Liberados inmediatamente por los organismos de DD HH quienes estaban en constante alerta.

El día que se escuchó la voz de la mayoría: la de los y las estudiantes

El 26 de noviembre los representantes del rectorado convocan a una sesión extraordinaria de Consejo Superior, se suspenden las tomas para ese día con el fin de que participen los estudiantes y conocer las propuestas y resoluciones, mientras tanto los estudiantes de la Universidad de Buenos Aires convocan una movilización en el Ministerio de Educación de la Nación en solidaridad con la lucha del movimiento estudiantil neuquino y cuentan en sus boletines de prensa la llegada de los obreros de Zanon al Ministerio, quienes estaban en la Paza de los Dos Congresos con una carpa denunciando las amenazas de desalojo por parte del gobierno de Sobisch. El 26 de noviembre, finalmente, se vota la ordenanza 738/04 que prohíbe el intento de acreditar las carreras y 5.000 estudiantes presentes adentro y afuera del consejo festejan el triunfo de una gran lucha.

A 14 años de la lucha contra la LES

Negar las experiencias de esta gran lucha estudiantil, sería negar la historia y los hechos que rompieron el status quo de una Universidad ya demostraba subordinarse a las exigencias del mercado.

Estas peleas que dieron miles de estudiantes debemos recuperarlas. Fue y es posible luchar contra los planes de recorte presupuestario y el avance de la CONEAU. La organización en asambleas y cuerpos de delegados por facultad, la exigencia a los centros de estudiantes para que se pongan a la cabeza y coordinen con el conjunto de la comunidad universitaria en defensa de la educación pública y la unidad con los trabajadores, fueron clave en aquellos años. y frenaron por entonces, el plan neoliberal que intentaron imponer el PJ, UCR y MPN en la educación.

Es necesaria una coordinación independiente de las autoridades que en aquel año consensuaron la suspensión de la ordenanza por la presión de la comunidad universitaria y hoy son defensores de la LES. La unidad obrero estudiantil fue imprescindible en la toma del 2004, el movimiento estudiantil afianzó aún más la relación con la cerámica Zanon bajo control obrero y otras luchas que estaban en curso. Esa unidad no sólo hizo más fuerte su lucha sino que fue el jalón que forjó el pacto obrero-universitario para mostrar en un ejemplo qué es posible pelear porque la universidad produzca conocimiento al servicio de las necesidades de los trabajadores y sectores populares.

Que la lucha de 2004 sea un llamado también a todos los y las estudiantes a defender la universidad pública es la tarea del momento, retomando las mejores lecciones que dejó la lucha de 2004. Para que no pase la LES ni la CONEAU.