Hay una hipótesis que se ha echado andar sobre el aumento del flujo migratorio, luego del resultado de las elecciones del domingo en Venezuela. A partir de esto, las políticas represivas y anti migrantes vuelven a tomar fuerza ¿Qué esconde el discurso de “oleadas de migrantes” que difunden medios de comunicación afines al imperialismo? ¿Hay otra solución si es que hay un aumento de personas que se ven forzadas a migrar?
Domingo 4 de agosto
El resultado de las elecciones del domingo en Venezuela, que dieron como ganador a Nicolás Maduro, levantaron una ola de protestas, cuestionando la legitimidad del proceso y el autoritarismo del gobierno. La respuesta ha sido represión, sin respuestas concretas, como lo sería dar a conocer de manera pública las actas de la votación, pues el pueblo tiene todo el derecho a conocer el verdadero detalle de los resultados.
Frente a la crisis en Venezuela del mal llamado “socialismo” del siglo XXI (donde solo hay un capitalismo salvaje), la ultra derecha que encabeza la golpista María Corina Machado, se intenta mostrar como una alternativa “democrática”. Pero dentro del programa de gobierno que impulsaron, en la candidatura de Edmundo González, hay todo un plan para fortalecer la flexibilidad laboral, la privatización de derechos sociales, abrirle el camino a las trasnacionales, y profundizar la subordinación al FMI.
El peligro que enfrenta el pueblo venezolano es que todo su descontento legítimo sea utilizado como base de maniobra para los planes de ajuste que quiere imponer la derecha y la extrema derecha en su país y en la región.
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¿Qué hay de cierto en que llegará una ola de migrantes a Chile?
Tenemos que comprender que la crisis humanitaria de las migraciones forzadas en todo el mundo, expresa de fondo los síntomas de la crisis del capitalismo. Las guerras, el genocidio como el que existe hoy contra el pueblo palestino, los desplazamientos forzados, la devastación y contaminación de territorios, y sobre todo las crisis económicas que recaen sobre los hombros de las familias trabajadoras y sectores populares, son los factores principales que empujan a la migración. Lejos de hacerse cargo, los capitalistas buscan sacar el mayor provecho de las miserias que tienen que vivir millones de personas forzadas a dejar a sus familias y cercanos.
Para la directora del FMI, Kristalina Georgieva, "Estados Unidos se está beneficiando de la abundante mano de obra que cruza la frontera”. En realidad, solo se benefician un puñado de empresarios a costa de la informalidad laboral, el pago de salarios miserables y sin otorgar derechos laborales mínimos. El aumento de personas migrando es inevitable en este sistema, como es inevitable que se siga profundizando la crisis capitalista.
Hace unas semanas, medios afines al imperialismo, como CNN, vienen poniendo al centro la “amenaza de olas migratorias hacia Chile”, luego del resultado de las elecciones venezolanas. Esto de la mano de políticas represivas, anti migrantes y racistas, además del aumento de policías y militares en ciudades fronterizas, como implementación por parte de gobiernos y partidos de derecha y ultraderecha, pero también del oficialismo.
En Arica, donde hace unos meses se vivió una profunda crisis humanitaria en la frontera con Perú, con cientos de personas migrantes y sus familias, el alcalde Gerardo Espindola, del Partido Liberal planteó seguir reforzando la frontera con aun mayor dotación policial. A nivel internacional, fue la misma María Corina Machado quien advirtió a todos los países de una posible ola migratoria, buscando presionar por derecha a gobiernos de la región. La mayoría ha cedido a este llamado, haciéndose coro de “la alerta migrante”, abriendo paso a la promoción de discursos xenófobos en las redes sociales, buscando poner a los trabajadores que viven en sus localidades contra quienes se ven obligados por la crisis actual a abandonar sus hogares. Intentan imponer a través de la prensa y sus medios de comunicación, sentidos comunes embrutecedores como el “nos quitaran el trabajo”, “son delincuentes”, “son narcotraficantes”, “les dan todo gratis mientras a nosotros nada”, entre otras mentiras que ocultan de fondo quienes son los responsables, y quienes se benefician con esto.
¡Por un plan de acogida internacional para enfrentar la crisis migratoria!
La posibilidad de un aumento migratorio es real, pero no puede ser respondida con militarización en las fronteras, tampoco con leyes represivas, menos aún con la sobreexplotación y el trabajo precario.
Mientras la derecha mantiene el discurso nacionalista y xenofóbico que la caracteriza, el gobierno de Gabriel Boric y el Partido Comunista, lejos de dar una solución, se suman a este discurso. Militarizan las fronteras, mantienen la vigencia del decreto 265 y no dan ninguna pelea por cambiar el sistema laboral, dedicándose a administrar el heredado por los gobiernos anteriores: un sistema de flexibilización laboral y abusos contra las y los trabajadores, sobre todo con las y los trabajadores migrantes.
Si son miles los que cruzarán la frontera por pasos no habilitados, como se alerta, es necesario entonces impulsar un plan de acogida internacional, que busque dar una respuesta a las adversas situaciones que tienen que enfrentar quienes se han visto forzados y forzadas a migrar. Es decir, una mayor dotación de recursos para responder a las necesidades de la población o localidad que los acogen. Al mismo tiempo, acabar con las deportaciones forzadas, llevadas adelante, ayer por Sebastián Piñera y hoy por Gabriel Boric. Asegurar el derecho al libre tránsito, sin discriminación, garantizando el derecho al trabajo, a la residencia, a la salud, educación, el desarrollo de planes de vivienda para toda la población. Estas medidas solo serán conquistadas en la máxima unidad y lucha de las y los trabajadores, independiente de su lugar de origen, enfrentando las ideas divisorias que buscan imponer los capitalistas.