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Red Internacional
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VIOLENCIA SEXUAL. ¿Qué hay detrás de las cifras de agresiones sexuales dentro de las cárceles en Chile?

A la fecha, se han denunciado cerca de 180 casos de abuso sexual desde el año 2012 en los distintos recintos penitenciarios. Una realidad fomentada por el sistema carcelario chileno.

Martes 24 de julio de 2018

De los 179 casos que se han denunciado por parte de los mismos reclusos, 164 pertenecen a hombres y 15 a mujeres. La problemática sirve para abrir un cuestionamiento mayor a la responsabilidad de las autoridades en torno al sistema penitenciario en Chile. Esto ya que el procedimiento de denuncia, que es mayoritariamente efectuado por las personas afectadas, pasa desde Gendarmería al Ministerio Publico, siendo la Fiscalía quien categoriza las acciones.

El diputado Andrés Celis (RN), que es miembro de la comisión de Derechos Humanos, señaló que le parecen “preocupantes” las cifras, aludiendo a que en el mundo penal se manejan otros códigos, y tratando de exculpar el papel de Gendarmería la cual “no da abasto, y con la sobrepoblación penal que existe en Chile es muy complejo que puedan hacerse cargo de todo lo que ocurre al interior”, y, por ultimo, planteó que la actual directora de Gendarmería, Claudia Bendeck, “se está haciendo cargo de esta y otras problemáticas”.

El Gobierno quiere tapar el sol con un dedo

Las palabras del diputado Celis son claras, para el parlamentario, el aumento en la población penal en el país no tiene relación con la política que representa, es un proceso que se sobre entiende, bajo ese foco, como un acto de orden natural.

Olvida que es el sistema económico y social el cual arrastra a miles a nacer en la precariedad, a cometer actos delictivos para sobrevivir e incluso avalar prácticas como el abuso sexual, no solo en el ámbito penal si no a nivel estructural.

El hacinamiento y la precariedad, así como el fomento de la violencia y el perfeccionamiento delictual, son parte de los mecanismos que el mismo sistema capitalista da a elegir en el ámbito penal. Incluso los mismos Gendarmes tienen redes de corrupción dentro de los penales, con coimas, tráfico de drogas y teléfonos, por los cuales piden altas cantidades de dinero para ingresarlos a los reclusos.

El problema penal revela, además, la posición del gobierno frente a las paupérrimas condiciones de vida de los internos, y en esta postura prevalece la indiferencia y el castigo aislado, que no permita trascender en una crítica más profunda al porque se produce el actuar de miles de personas, que cargan con prácticas irracionales, todo esto en el preámbulo de un sistema irracional, del cual, Piñera es férreo defensor.