En el Parque Industrial de Burzaco, La Izquierda Diario conversó con trabajadores de la metalúrgica Ball. Las consignas fueron, cómo enfrentar el ajuste y qué rol debería jugar la UOM como sindicato.
Miércoles 20 de julio de 2016 09:54
Cae la tarde en el Parque Industrial de Burzaco, hace frío y el sol está escondido. Los trabajadores de la metalúrgica Ball Corporation que ingresan para tomar sus puestos, empiezan a llegar. Algunos de ellos "marcan tarjeta" para hacer el famoso turno americano de 12 horas. Los que salen, lo hacen con ritmo de haber trabajado esas malditas 12 horas. Los dos turnos coinciden en el intercambio y, varios trabajadores se acercan para charlar y dan su opinión sobre el tarifazo de Macri a los servicios. Un dato no menor, se llevan ejemplares de La Izquierda Diario a la fábrica o a su hogar.
Ante la pregunta de cómo habría que enfrentar el tarifazo, respondían con vehemencia:
"Estamos cada vez más pobres, cada vez más para atrás"
"Hay que sacar al gobierno que está"
"Hay que oponerse rotundamente, no puede ser que nos cobren a los trabajadores y las retenciones se las saquen al campo, eso esta rotundamente mal"
"La unión del pueblo puede más que cualquier gobernante, eso es lo que hay que hacer"
"Haciendo fuerzas entre todos, como en el cacerolazo"
Estas son algunas de las opiniones. Ningún trabajador está de acuerdo con el tarifazo, y es más, plantean que hay que enfrentarlo y "hay que hacer algo". Ante esto, la pregunta que siguió fue ¿Qué debería hacer el sindicato?:
"Que la UOM pelee por aumento de sueldo"
"¿La UOM con Caló? ¡No!” (risas)
"Es difícil que hagan algo"
"¿Con la UOM de Calo?? No creo...es lo que hay...”
"Es muy difícil que el sindicato haga algo"
De una simple experiencia de difusión y agitación de la Izquierda Diario en los alrededores del Parque Industrial de Burzaco, salieron opiniones de trabajadores que muestran, por un lado el descontento con el gobierno y las medidas de ajuste, y por otro, la tremenda decepción y desconfianza hacia sus dirigentes sindicales.
Mientras tanto La Izquierda Diario sigue entrando en los lugares de trabajo para que la voz de los trabajadores se escuche y organice.
