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Crisis política. ¿Qué pasa en Israel? Netanyahu suspendió la reforma judicial en medio de protestas y huelgas

Lo anunció este lunes tras protestas sin precedentes, dijo que la suspensión es temporal. La destitución del ministro de Defensa israelí, por parte del primer ministro Benjamin Netanyahu, tras haber pedido que no se avance con una cuestionada reforma judicial había terminado en movilizaciones masivas y el llamado a huelgas este lunes que pedían la caída de la reforma, debilitando a la coalición de extrema derecha que dirige el país.

Juan Andrés Gallardo

Juan Andrés Gallardo @juanagallardo1

Lunes 27 de marzo de 2023 09:39

El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, anunció este lunes que congelaría temporalmente la reforma judicial que en las horas previas había generado movilizaciones masivas y una huelga general sin precedentes.

Entre 500.000 y 700.000 israelíes, según distintas fuentes, habías salido el domingo a las calles a manifestarse tras la destitución del ministro de Defensa, Yoav Gallant, quien se convirtió en el primer miembro del Gobierno de extrema derecha en manifestarse públicamente para frenar la cuestionada reforma judicial impulsada por el primer ministro, Benjamín Netanyahu.

Las manifestaciones de este domingo, que fueron las más multitudinarias desde que comenzaron las protestas contra la reforma judicial, tuvieron lugar en distintos puntos del país, sobre todo en las ciudades de Tel Aviv y Jerusalén. Este lunes había comenzado con el llamado de distintos sectores a la huelga hasta que se de marcha atrás con la reforma, profundizando una crisis política que Israel arrastra hace rato pero que ha llegado a un quiebre con la nueva coalición de gobierno que incluye una avanzada encarnizada contra los palestinos de Cisjordania, con redadas y asesinatos masivos de parte del Ejército y de los colonos, y una modificación de las leyes y normas dentro de Israel para afianzar el carácter judío del Estado bajo el ala de la camarilla más de derecha y ultra ortodoxa.

El nuevo Gobierno de Netanyahu y la reforma judicial

Benjamin Netanyahu asumió nuevamente como primer ministro de Israel en enero de este año. Lo hizo al frente de una coalición de extrema derecha que es considerada la más radical de su historia. Entre sus integrante se cuenta a los partidos “Shas”, “Sionismo Religioso” y “Judaísmo Unido de la Torá”, una tríada de ultra derechistas y ultra religiosos sionistas.

Bajo esta nueva coalición de Gobierno pegaron un salto tanto los brutales ataques contra la población palestina, en particular en Cisjordania (incluyendo la mayor matanza que el Estado de Israel realizó en un solo día en una ciudad, la de Nablus), como el intento de restar poder a la Corte Suprema para que sea el Knesset (Parlamento) quien pueda definir cambios clave para avanzar hacia un Estado judío y la colonización completa de Cisjordania.

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La reforma fue propuesta por dos de los socios más de derecha de la coalición, el ministro de Justicia Yariv Levin del Likud (partido de Netanyahu) y el sionista religioso Simcha Rothman, que preside el comité de ley y justicia de la Knesset.

Uno de los objetivos es permitir que una mayoría simple de 61 parlamentarios en la Knesset, de 120 escaños, anule casi cualquier fallo de la corte suprema y permitir que los políticos nombren a la mayoría de los jueces para el tribunal.

Levin y Rothman son dos de los que consideran a la corte suprema como "demasiado poderosa y tendenciosa" contra el movimiento de colonos que avanzan sobre Cisjordania y el pueblo palestino.

Además, la agenda de la coalición de Gobierno incluye la anexión total de la Cisjordania ocupada, la reversión de la legislación pro-LGBTQ+, la eliminación de las leyes que protegen los derechos de las mujeres y las minorías, y la flexibilización de las reglas para los allanamientos y matanzas que la policía y los soldados israelíes llevan adelante contra los palestinos.

Por último, todos sospechan que tras la reforma judicial también está el intento de Netanyahu de evadir sus propios procesos en curso en los juicios que se le siguen por corrupción.

Qué pasó este domingo

Este domingo las protestas pegaron un salto cuando Netanyahu destituyó al ministro de Defensa Yoav Gallant, tras haber cuestionado que se siga adelante con la resistida reforma.

Esto desató por primera vez desde que comenzaron las protestas, una serie de manifestaciones espontáneas que llegaron a la puerta de la residencia de Netanyahu, que fueron multitudinarias y a las que se sumaron este lunes una serie de huelgas.

En Tel Aviv, los manifestantes bloquearon el tráfico de la principal arteria de la ciudad. En Jerusalén, grandes grupos rompieron uno de los cordones de seguridad en torno a la residencia del primer ministro y se enfrentaron con la Policía.

En paralelo, se registraron también multitudinarias manifestaciones de norte a sur del país, incluyendo grandes concentraciones en las ciudades de Haifa, en el norte del país, y Beer Sheva, en el sur.

Sin embargo, las manifestaciones se limitaron a cuestionar la reforma pero no la avanzada sobre el pueblo palestino que ya lleva récord de asesinados en los primeros tres meses del año. De hecho algunos pocos cientos de manifestantes que quisieron participar de las marchas portando banderas palestinas y señalando los ataques de los colonos y el Ejército, fueron repelidos por la mayoría de los presentes acusados de querer desprestigiar las protestas. Como señala el diario El País "La bandera del "enemigo" (más aún ondeada por un judío) o palabras como apartheid y supremacismo judío (que son utilizadas solo por quienes se sitúan ideológicamente muy en los márgenes de la izquierda) tocan una fibra muy sensible en el país (...) La palabra ocupación, además, tiene una connotación negativa. El israelí medio no quiere verse como parte de una ocupación. Es un espejo en el que no se quiere mirar".

Desde la noche del domingo, el rechazo al despido de Gallant por parte de Netanyahu llegó hasta los sindicatos, que según medios locales han comenzado con diferentes acciones este lunes, incluyendo huelgas en el transporte aéreo, terrestre, el comercio y la industria.

Además, las universidades del país anunciaron que interrumpirán las clases a partir de este lunes.

La presión comenzó a resquebrajar a la coalición de gobierno y su soporte parlamentario. También incluyó críticas del presidente israelí, Isaac Herzog, y de la Casa Blanca que dijo estar "profundamente preocupada" por los acontecimiento, y la presión constante de un sector de la propia burguesía israelí ligada a la creciente industria tecnológica que no quiere un escenario de agitación ni cambios bruscos que puedan afectar sus ganancias.

Fue así que, mientras las protestas continuaban este lunes y se suman a la huelga sectores clave, Netanyahu tuvo que salir a anunciar que iba a suspender la reforma judicial. Sin embargo, para dejar en claro de que no está decidido a retroceder y buscando no dar signos de debilidad extrema en medio de las movilizaciones, aclaró que se trata de una suspensión temporal hasta después del receso de la Knesset para "dar una oportunidad real para un diálogo real".

La coalición de extrema derecha está llevando al límite tanto la política colonialista del Estado de Israel sobre los palestinos como así también las contradicciones y fricciones a su interior, mostrando el lado más crudo del régimen de apartheid y profundizando al mismo tiempo la crisis política que carcome al régimen israelí hace años.

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Juan Andrés Gallardo

Editor de la sección internacional de La Izquierda Diario

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